El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el presidente de la Nouvelle-Aquitaine, Alain Rousset, han mantenido un encuentro de trabajo en la ciudad de Pau para establecer los primeros pasos para acceder a la convocatoria de ayudas europeas, que se publicarán en octubre, dentro del marco del Mecanismo Conectar Europa.

Las próximas citas en Bruselas son el 27 de septiembre (de carácter técnico) y el 18 de octubre (con la visita conjunta de los presidentes de Aragón y Aquitania).

Javier Lambán, ha explicado que es urgente presentar el dossier en Bruselas, antes del 31 de enero, con calidad técnica suficiente para evitar la pérdida de ayudas, algo que ya ha ocurrido en otras convocatorias. Aunque se ha puesto sobre la mesa la importancia de recabar financiación privada, ambos presidentes son conscientes de que el grueso de la financiación a este proyecto vital para la logística aragonesa, tendrá que venir de fondos Europeos. Lambán ha admitido que ha encontrado buena sintonía entre empresarios aragoneses que, como hiciera en su día Juan Bruil, creen en el proyecto del Canfranc. No obstante, ha reconocido que la posibilidad de recibir financiación privada es una fórmula que requiere la autorización del gobierno central.

El presidente de Aragón también se ha mostrado optimista ante la posibilidad de obtener apoyos para este proyecto. En este sentido ha señalado que en Europa la reapertura de la línea internacional del Canfranc se ve de forma positiva por sus características medioambientales y el nivel de inversión que requiere, tal como se lo manifestó el comisario de Transportes de la Unión Europea en la reunión que mantuvieron en Bruselas hace unos meses.

Por todo ello, los presidentes de Aquitania y Aragón han firmado una carta que se enviará a los gobiernos francés y español, en la que se pide su apoyo al proyecto de reapertura de la línea.

El presidente Alain Rousset ha destacado que es la primera vez que se celebra una reunión para acceder de forma conjunta a esta convocatoria. Considera que aunque puedan existir empresas privadas que hayan mostrado interés en invertir en la línea, es fundamental que sea Bruselas quien aporte financiación a este proyecto conjunto.

La Línea Ferroviaria Internacional Pau-Canfranc-Zaragoza forma parte de la Red Global de las Redes Transeuropeas de Transporte RTE-T.

El Mecanismo Conectar Europa está planteado para la ejecución de proyectos de interés común en el marco de las redes transeuropeas en los sectores del transporte, las telecomunicaciones y la energía. Da prioridad a los enlaces inexistentes en materia de transporte y valora aquellos proyectos con ventajas sociales y pocos apoyos económicos.

Se trata de unas ayudas con las que, previsiblemente y a espera de que se publique la convocatoria, se puede financiar el 50% de los estudios y proyectos preliminares para la ejecución de las obras, y el 40% de las obras en los tramos transfronterizos. Supondrá un impulso muy interesante para continuar los trabajos.

En el caso del gobierno central de España se reclama un compromiso con la inversión recogida ya en los Presupuestos Generales del Estado, de forma plurianual, y que asciende a 80 millones.

Otra de las cuestiones tratadas ha sido el proyecto de recuperación de la explanada de Arañones, la antigua estación de Canfranc, como un proyecto que viene a reforzar todo el trabajo de reapertura de la línea. Nouvelle Aquitaine ha mostrado también su interés por este proyecto impulsado por el Gobierno de Aragón.

En estos momentos la línea internacional del Canfranc cuenta ya con el apoyo de Europa a través del programa POCTEFA. Está prevista una inversión de 556.419, 97 euros de los cuales el 65% provendrá de fondos FEDER y el resto será aportación del Gobierno de Aragón, el Gobierno de Nouvelle Aquitaine y la Fundación Transpirenaica.

Con este proyecto se busca la ejecución de estudios que pongan de manifiesto la viabilidad del proyecto entendiendo que es clave para el desarrollo económico del eje Zaragoza- Canfranc –Pau.

Por otro lado, con el Canfraneus II se quieren realizar también los estudios relacionados con la seguridad en el túnel internacional.

Esta iniciativa es la continuación del proyecto CANFRANEUS que fue fundamental para la reapertura del tramo francés de la línea entre Olorón y Bedous.