Alberto Ayora, un jaqués candidato a presidir la FEDME

Alberto Ayora Hirsch, aragonés de adopción desde su más tierna infancia, coronel del Ejército de Tierra, ha desarrollado su carrera militar en diversos destinos, entre ellos, el más relevante, en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, con sede en el Acuartelamiento de San Bernardo de Jaca.

En ella fue el responsable de la planificación de las actividades del Departamento de Instrucción y Adiestramiento en Montaña de la propia escuela, y del Grupo Militar de Alta Montaña, del que fue miembro, participando en numerosas expediciones militares en grandes proyectos como los 14 ocho miles o las 7 mayores cumbres continentales. También en expediciones cívico-militares, como con el equipo de Al Filo de lo Imposible, u otra no menos exitosa con el jaqués Club Pirineísta Mayencos en 2006 al GII, de la que tuve la inmensa fortuna de formar parte, y de la que tengo muy gratos recuerdos, a pesar de su dureza.

(FOTO: Colección Alberto Ayora)
(FOTO: Colección Alberto Ayora)

Alberto Ayora, toda una vida profesional y personal dedicada a la montaña

Toda una vida profesional y personal dedicada a la montaña, y en concreto, en los últimos años, a una faceta que cada vez adquiere más relevancia, la de la seguridad, avalada por un abrumador currículo. Máster en Derecho de Deportes de Montaña, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales y Responsable del Área de Prevención y Formación del Grupo de Investigación Salud y Seguridad en Montaña, reconocido por el Gobierno de Aragón.

Profesor de diversos másteres relacionados con la seguridad y la prevención, incluso en posesión del premio europeo Galileo 2010 de la European Satellite Competition por el proyecto científico Safemountain. Miembro del Consejo Asesor Científico de las Montañas de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME). Además de una interminable lista de colaboraciones en cursos y participaciones en cantidad de expediciones por todas las cordilleras del planeta, cuyas experiencias se ven plasmadas en dos publicaciones: Gestión del Riesgo en Montaña y en actividades al aire libre y Riesgo y Liderazgo, ambas editadas por Desnivel, al margen de innumerables colaboraciones literarias y en medios de comunicación.

Alberto Ayora. (FOTO: Chema Tapia)
Alberto Ayora. (FOTO: Chema Tapia)

Ayora: «Iniciamos un proyecto con ilusión y motivación»

Alberto, no sé si me dejo algo, pero vaya mochila para acometer esta última expedición que te has propuesto, la de presidir la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada.

Bueno… El currículo no es lo más importante. Al final es cuestión de dedicación, personal y profesional, pero sobre todo de mucho tiempo robado a la familia. Lo importante ahora es que iniciamos un proyecto para andar con ilusión y motivación. El reto es de envergadura y eso lo hace más atrayente y estimulante.

«Vivimos un retorno a la naturaleza. Y eso es fantástico»

Pero dejemos ese punto para más adelante, porque antes vamos a tratar otros temas, todos de máxima actualidad, y seguro que te los vas a encontrar si sales elegido. Todo un bagaje el tuyo, decimos, de una gran relevancia, especialmente en estos tiempos que corren, en los que parece evidente una banalización de la montaña, con la consiguiente popularización y el aumento de «accidentes», y lo entrecomillamos.

Efectivamente, podemos decir que vivimos un retorno a la naturaleza. Y eso es fantástico. Es la mejor de las noticias para tener una sociedad más sana. Lo que sucede es que a la montaña debemos respetarla. Cuando se conjugan fatalmente una gran accesibilidad, falta de experiencia y preparación, y un entorno en ocasiones muy hostil, tenemos todos los factores para que aumenten los accidentes. Las estadísticas están ahí.

(FOTO: Colección Alberto Ayora)
(FOTO: Colección Alberto Ayora)

Ayora: «En Aragón tenemos que estar orgullosos de muchas de las acciones que venimos realizando en prevención«

Hace cinco años se celebró en Zaragoza el Congreso Internacional de las Montañas, y a una de las conclusiones que se llegó fue la necesidad de unificar el análisis y la valoración de los accidentes, ya que cada comunidad autónoma tiene su propio modelo. ¿Ha habido algún avance en ese terreno? Por cierto, en Aragón somos modélicos a nivel internacional, y es algo de lo que no sé si nos sentimos lo suficientemente orgullosos.

En Aragón tenemos que estar orgullosos de muchas de las acciones que venimos realizando en prevención. Pero como siempre digo no debemos confiarnos. La complacencia en una organización no conduce más que a futuros accidentes. Sinceramente, creo que, como dice la jota, los aragoneses somos ‘gigantes’, pero también ‘cabezudos’.

En prevención debemos avanzar más. Hace dos años se creó el Observatorio de Montaña en Aragón, y creo que ahora sería el momento de evaluar honestamente qué ha supuesto, qué ha conseguido mejorar, o qué debemos modificar para seguir avanzando en seguridad. El mismo apunte que haces es una realidad tangible. Tenemos que lograr que desde Aragón se apoye decididamente una unificación de la recogida de datos a nivel nacional. En Aragón estamos teniendo una gran casuística de accidentes y rescates de los cuales una gran mayoría son de personas de fuera de la comunidad. Debemos mirar hacia afuera. La prevención se debe hacer en el lugar de origen de estas personas. 

Como bien nos recuerdas, el Observatorio de la Montaña de Aragón se constituyó con la finalidad más concreta de impulsar políticas de seguridad en el medio natural, analizar la casuística de accidentes y establecer estrategias de prevención. Por lo que dices, no ha habido muchos avances. La Mesa de la Montaña de Aragón se creó en 2009 con el objetivo de crear una Ley de la Montaña, que salvaguardara y coordinara los intereses de la libre práctica deportiva, con la protección del medio y con el desarrollo de las zonas de montaña y sus habitantes. Difícil reto. Ha pasado una década desde que, tras un año de debates, se entregaron las conclusiones a las Cortes de Aragón. ¿Algún avance en estos diez años?

Es un reto muy, muy difícil. Pero no es imposible si hay voluntad y espíritu montañero y montañés. Voy a hablar con sinceridad como es mi costumbre. Al igual que ocurre con el Observatorio de la Montaña, unas acciones y otras no dejan de ser instrumentos legislativos mediante los que se intenta regular de una forma consensuada el futuro modelo de desarrollo de los territorios de montaña.

(FOTO: Colección Alberto Ayora)
(FOTO: Colección Alberto Ayora)

Ayora: «El diálogo entre todos es fundamental»

Se intenta hacer compatible un modelo de desarrollo económico que permita vivir con dignidad en el territorio, pero con el que algunos aprovechan para especular, con otro modelo de desarrollo sostenible, fundamentalmente desde el punto de vista medioambiental, aunque también social y económico. En el fondo, son dos modelos contrapuestos no solo de desarrollo del Pirineo Aragonés sino también de otros territorios con características similares. Un ‘modelo turístico’ que entiende que la reactivación económica pasa por el impulso del turismo y la industria de la nieve, y un ‘modelo ecologista’, que se opone a la ampliación y construcción de nuevas instalaciones por su impacto sobre los ecosistemas de montaña. Creo que hay un punto intermedio. El diálogo entre todos es fundamental.

La montaña sigue siendo la misma a lo largo del tiempo, pero no así la forma de abordarla, de considerarla. La sociedad ha cambiado mucho en estas últimas décadas, y el mundo que rodea a las montañas no es ajeno.

Todo cambia… Como dijo Heráclito, «todo fluye, todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos descender dos veces el mismo río pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni el río ni yo somos los mismos». Y, ante esto, las mejores estrategias de supervivencia son la adaptación y la anticipación. Por un lado, no nos queda más remedio que aceptar algunos cambios; otros que avecinamos y no nos gustan, los tenemos que combatir antes de que sea demasiado tarde; y otros tenemos que intentar anticiparnos a ellos.

(FOTO: Colección Alberto Ayora)
(FOTO: Colección Alberto Ayora)

«Todos tenemos derechos, pero también obligaciones en la montaña»

Con el derecho innegable que todos tenemos a acudir a las montañas, llega la masificación, especialmente a lugares emblemáticos, muchos de ellos con altos niveles de fragilidad en sus valores medioambientales y paisajísticos, abriendo el debate entre el proteccionismo y la regulación, incluso la prohibición.

Todos tenemos derechos, pero también obligaciones, y de estas no podemos olvidarnos. Cuando se olvidan los derechos que tienen nuestros hijos, las generaciones futuras y no asumimos nuestras obligaciones y los límites que no debemos cruzar, no vamos bien. Y entonces, por el mal hacer de una minoría, vemos afectados los derechos de una mayoría. Tenemos la obligación de respetar y proteger el medio ambiente.  Cuando se trabaja desde el respeto y la cooperación, gana el bien común. No soy partidario de prohibir sino de regular en aras del bien común.

«Los límites los marca la ética», señala Ayora

Y no solo ese acercamiento para el público en general, sino que también se han creado nuevas modalidades que tienen como escenario el mundo natural. Vemos gente corriendo por los caminos, incluso ciclando por ellos, en ocasiones asistidos por elementos externos… Y lo último, promocionando la Heli-BTT. ¿Dónde está el límite?

Creo que los límites los marca la ética. La ética parte del reconocimiento de que todos y cada uno de nosotros tenemos límites. Uno puede vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir a otros. Vive y deja vivir, pero que siempre haya libertad y una asunción de la responsabilidad de cada uno de nuestros actos realizados libremente. Lo inaceptable es hacer daño a los demás y sobre todo a los más débiles.

Algunas de estas modalidades han abierto el campo de la competición en los deportes de montaña, algo que no existía, ya que la práctica tradicional estaba basada no en la competencia, sino en la colaboración, en la solidaridad, en la amistad, en el compartir, en la entrega, en los valores, en definitiva. Siempre nos hemos puesto retos, sí, pero con uno mismo, no con los demás.

En cierta manera también existía. El deporte de competición no es malo. Yo mismo he competido durante años. El valor moral de la competición reside en que es un medio para alcanzar la propia excelencia. Compitiendo, esforzándose al máximo, uno saca lo mejor de sí mismo. En el fondo es un partido que jugamos contra nosotros mismos. No contra los demás. Te comparas a ti mismo, y fruto de esta comparación valoras tu progreso y tu crecimiento.  Y en eso reside también la esencia del alpinismo.

(FOTO: Colección Alberto Ayora)
(FOTO: Colección Alberto Ayora)

Otro frente abierto hace unos años y que, lejos de cerrarse, cada vez cuenta con mayores desafíos, es el competencial con otras federaciones deportivas, inferiores en licencias, pero no así en su potencial mediático y, por consiguiente, económico. Comenzó con alguna modalidad de ‘Carreras por Montaña’, que ya se reguló al crear el concepto de ‘Carreras de Montaña’; ha seguido con la invención de nuevas modalidades, veladas tras anglicismos; y, lo último, la ‘Marcha Nórdica’, también en entredicho. ¿No hay un organismo suprafederativo que ponga orden?

Buena pregunta. Y la respuesta es que ese organismo ya existe y es el Consejo Superior de Deportes. El tema es muy complicado por la enorme presión que existe en cuanto a la implicación de diferentes, variados y, a veces, contrapuestos, intereses a todos los niveles. Sinceramente creo que hay que volver a apelar al diálogo global de los implicados y hacer un ‘reset’.

Alberto Ayora. (FOTO: Chema Tapia)
Alberto Ayora. (FOTO: Chema Tapia)

«Hay personas en los clubes con una experiencia tremenda, que no tendrán ciertas titulaciones, pero que son unos excelentes organizadores y gestores de la seguridad de las salidas del club»

Con los nuevos tiempos que hablábamos ha venido el incremento en la profesionalización en la práctica de los deportes de montaña, algo que indudablemente le aporta seguridad, pero que quizá ha ido en detrimento de esa labor altruista que se realiza en el seno de los clubes de montaña. Qué duda cabe que los guías de montaña profesionales son montañeros, y del mismo modo pueden, y deben, transmitir esos valores, pero el aspecto mercantil… Otro inconveniente añadido es el escaso cambio generacional, la aparente falta de compromiso, en general, que vivimos en los clubes, ¿qué queda del ambiente romántico del montañismo?

Los clubes tienen como objetivo la promoción del deporte y siempre han organizado actividades en esa línea. Actividades deportivas seguras, saludables y donde se viven los valores del montañismo. Esto no se debe olvidar. Los clubes tienen que poder seguir organizando actividades gratuitas para personas que no son socias ni federadas, de modo que estas personas una vez realizada la actividad se aficionen e inscriban como socias o federadas en las entidades deportivas. El problema es que ahora están apareciendo regulaciones que van a acabar con los clubes de montaña. El legislador tiene que permitir que los clubes realicen actividades de iniciación. Si no es así el ambiente romántico del montañismo puede llegar a desaparecer. Y eso no lo podemos permitir.

Se dice que hay sitio para todos, sí, pero la Ley de la Actividad Física y el Deporte en Aragón, no sé si es muy ecuánime en esa delimitación de espacios.

Hay que saber convivir. Hay personas en los clubes con una experiencia tremenda, que no tendrán ciertas titulaciones, pero que son unos excelentes organizadores y gestores de la seguridad de las salidas del club. Creo que es un error obligar a los clubes a que para organizar actividades tengan que acudir imperiosamente a contratar técnicos deportivos. Son los propios monitores cuando organicen una actividad los que deben poder considerar o no la contratación de estos técnicos deportivos para la actividad docente o de otro rango que desarrollen. Creo que es lo que marca la UIAA, y las necesidades de nuestro tejido asociativo en cuanto a organización de actividades. Esperemos que con la colaboración de todos asumamos una regulación del ejercicio profesional.

El Alpinismo, alma mater de la candidatura de Ayora

El año pasado, el Alpinismo fue incluido en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A priori, parece un reconocimiento a sus valores tradicionales, pero ¿crees que va a tener un efecto práctico?

Estoy convencido de que ayudará. Además, precisamente, es el ‘alma mater’ de esta candidatura. Potenciar al máximo los valores del alpinismo en nuestra sociedad y entre ellos, el espíritu de equipo, simbolizado por la cordada. Ese va a ser uno de nuestros principales objetivos.

Por último, hablemos de tu candidatura a la presidencia de la FEDME, porque ya llevas tiempo formando parte de la directiva, ¿no? ¿Qué te ha movido para presentarte? ¿Hay más candidatos? ¿Con qué apoyos cuentas? ¿Son estables? Porque también hay elecciones en las territoriales. ¿Qué objetivos te has propuesto, a corto, medio y largo plazo?

Son muchas las preguntas que me haces y todas darían para hablar largo y tendido. Hace tiempo que aprendí que si quieres cambiar algo te tienes que implicar. No puedes esperar a que lo hagan otros por ti. Digamos que en el fondo no es más que la vocación de servicio público y compromiso de la que estamos hablando al referirnos al voluntariado. Lo que sí tengo claro es que nunca habría dado este paso si no tuviera un gran equipo detrás como el que tengo conmigo. Entre todas las personas implicadas y con el apoyo de la mayor parte de presidentes de las federaciones autonómicas, estamos trabajando en el programa que pronto daremos a conocer.

«Es posible una FEDME más descentralizada»

Entiendo que los puestos de la directiva no son remunerados, pero para que funcione la maquinaria sí que se cuenta con asalariados, profesionales que desarrollan su cometido en la sede que, por cierto, está en Barcelona, que no sé si es la comunidad autónoma más montañosa/montañera del país. ¿Algún plan sobre la estructura laboral, incluso sobre la propia sede?

Exactamente no es así. Hasta ahora parecía que existía una sola oficina en Barcelona y toda la FEDME estaba allí. Pero senderismo, por ejemplo, se lleva con un trabajador desde Huesca o Accesos y Naturaleza con otro desde Asturias. Parece y es posible una FEDME más descentralizada. Y nuestra candidatura tiene claro que deben primar los criterios de eficiencia. No obstante son decisiones que se tomarán con los órganos que tienen las competencias para tomarlas.

Alberto, nadie puede decir que no tengas ante ti un gran reto que, a pesar de ello, es inferior a la ilusión con la que lo abordas a juzgar por tus respuestas. Desde este club, del que formas parte, desde esta tierra en la que has desarrollado gran parte de tu vida profesional íntimamente ligada a tu pasión como montañero, te deseamos los mayores éxitos a tu candidatura y, de cualquier manera, en tu futuro como investigador y divulgador de algo siempre tan importante, pero mucho más en los tiempos que corren, como es la prevención y seguridad en la práctica de los deportes de montaña. Muchas gracias.

Por Chema Tapia. Vocal Montaña Club Pirineísta Mayencos

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