La subida de los precios, las dificultades de acceso a una vivienda y la falta de trabajo son los principales problemas a los que se enfrenta Cáritas Diocesana de Jaca en su día a día en La Jacetania y el Alto Gállego, donde «sigue creciendo la pobreza» y donde los índices que reflejan la realidad de las necesidades en el territorio continúan muy por encima de las cifras previas a la pandemia.

Aumenta la pobreza en La Jacetania y el Alto Gállego
Unas cifras alarmantes detrás de las que se esconden personas -como explica el delegado de Cáritas, Fernando Jordán– «hombres y mujeres con derechos que a veces quedan pisoteados por una sociedad de consumo»; y donde por primera vez se está atendiendo a más familias que llegan de otros países que a familias españolas. Es la «consecuencia de la guerra de Ucrania» y de los «problemas internos en países latinoamericanos», explican desde Cáritas Diocesana.
«Los trabajos son cada vez más precarios y la inflación hace que cada vez más familias no puedan afrontar los gastos para llegar a fin de mes», advierte Marcos Lera, director de Cáritas. Incluso, la situación actual ha llevado a que «estemos ante familias que han bajado un escalón» y se encuentran en una situación cada vez más vulnerable. «No son datos buenos», reconoce el director de Cáritas que, no obstante, pone el acento en el agradecimiento a todos los que hacen posible, de una forma u otra, que la organización pueda realizar su labor entre los más desfavorecidos.
La pobreza cada vez llega a más familias
Antonio Miñana, miembro de la junta directiva, desglosaba la memoria de 2022. Un año donde las familias que se dieron de alta en el programa de acogida de Cáritas fueron 210 (420 personas). De ellas, 76 españolas. Un número muy superior al del año anterior, donde Cáritas atendieron a 138 familias, con 254 participantes. Y muy preocupante, si se tiene en cuenta que este programa es el que atiende las «necesidades primarias», motivado por la emergencia.
Tal y como refleja el informe anual de la organización, Cáritas distribuyó ayudas económicas por valor de 43.263, 86 euros en 2022. La mayor parte de destinó al pago de alimentación, vivienda y suministros. Además, se repartieron 279 lotes de ropa entre 376 personas (127 hogares). El año pasado se entregaron 56.126 kilos de alimentos en la despensa solidaria, y se distribuyeron 3.529 lotes a las familias más necesitadas.
Erradicación del chabolismo y otros programas de ayuda humanitaria
Además, Cáritas aportó 16.593,91 euros a la erradicación del chabolismo y la infravivienda a través de la Fundación Thomas de Sabba, que conforma junto al Ayuntamiento de Jaca y la asociación gitana Mixtós. En este sentido, tras las últimas familias de San Jorge realojadas, quedan en este barrio 17 familias (60 personas, entre las que hay 16 menores).
En cuanto a ayudas al desarrollo y emergencias, Cáritas destinó en 2022 30.000 euros a la crisis de Ucrania; 26.757,10 procedentes del Ayuntamiento de Jaca a ayuda humanitaria a Nador; y 11.111,12 euros del Ayuntamiento de Sallent de Gállego, a proyectos en Bolivia. Asimismo, la organización tiene en marcha otros programas desde hace años, como un curso para mujeres en exclusión social -en el que participaron 51 personas-; el programa Conectados, a través del que 53 escolares pueden acceder a un ordenador durante el curso escolar; o el programa de acompañamiento de personas en soledad, entre otros.
Una labor, como explican los responsables de Cáritas, que sería inviable sin el apoyo de los 44 voluntarios de Jaca y 37 de Sabiñánigo que colaboran en todo lo que se les requiere a lo largo del año.
Por Rebeca Ruiz


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