
por Rebeca Ruiz
«Jaca no va a prescindir del Regimiento Galicia 64, ni el Regimiento va a prescindir de Jaca durante muchísimos años». Así de tajante se muestra el Coronel David Vaquerizo, nuevo Comandante Militar de Huesca y Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña. Sus palabras transmiten la estrecha relación que, desde siempre, ha existido entre la ciudad y el Ejército, una seña de identidad para los jacetanos que tiene su reflejo en el vínculo que existe entre las instituciones militares y civiles en la ciudad. Tras las últimas reorganizaciones militares, las Unidades de Montaña tienen más fuerza que nunca. Y Jaca es un referente indiscutible en este ámbito. En estos momentos, la guarnición militar de Jaca ronda el millar de efectivos.
Vaquerizo tomaba el relevo del mando en Jaca, de mano del Coronel Fernando Maté, hace poco más de un mes. Volvía después de casi dos décadas en Pamplona, fuera de la ciudad que le vio crecer. Con ascendencia militar (su padre estuvo destinado en la Escuela Militar de Montaña), Vaquerizo regresa a Jaca con el sentimiento de «volver a casa»; con la imagen en la memoria, entre otras, de las grandes nevadas que permitían esquiar en la Calle Mayor y en el Rompeolas, y tras pasar unos años muy complicados bajo la amenaza del terrorismo de ETA, en los que debió acostumbrarse -a la fuerza- «a llevar una pistola bajo la axila, mirar los bajos del vehículo y estar pendiente de quien venía detrás». A pesar de todo, a lo largo de su trayectoria, afrontando siempre todos los retos con una gran dosis de positividad y sabiendo buscar el mejor lado de allí donde le ha tocado desempeñar su labor.
David Vaquerizo llega a Jaca con la vista puesta en el Líbano. «El trabajo no es tan distinto; con sus particularidades y algunas connotaciones», explica, en referencia a estas últimas semanas, en las que ha debido adaptarse a su nuevo cargo. Una tarea que ha resultado más fácil, afirma, porque en el Galicia 64 cuenta con muchos compañeros y amigos de otras etapas de su trayectoria.
Lo primero que destaca el Coronel Vaquerizo del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña es «su preparación». Hay que recordar, en este sentido, que el Regimiento ha estado implicado, en el anterior periodo (durante todo un año), en la preparación del Battle Group de la Unión Europea (el Battle Group es una estructura operativa, una unidad que se forma en España y que está preparada para asumir un cometido determinado en la gestión de una crisis en el ámbito de la UE). «Una unidad militar, máxime de la naturaleza que es la nuestra, para lo que se forma es para combatir; ojalá no llegue el momento de hacerlo, pero si llega, hay que ir preparado al máximo nivel», recuerda el Coronel Vaquerizo. Y, en este sentido, el Regimiento está en lo más alto del ranking.
Precisamente, esta preparación de élite dentro del Battle Group es lo que ha condicionado la elección del Regimiento de Infantería Galicia 64 como parte integrante de la misión de mantenimiento de la paz en el Líbano. «Parece lógico pensar que si hemos de elegir alguna unidad para ir a realizar alguna operación al exterior, qué mejor que la que mejor preparada está; y en este caso, no es otra que el Batallón Pirineos», explica el Coronel Jefe del Galicia.
Operación Libre Hidalgo
A las fuerzas de paz desplegadas en Líbano se incorporará, el próximo mes de mayo, el grueso del Batallón Pirineos como fuerzas de la ONU en la misión humanitaria Libre Hidalgo. Este es el principal reto al que se enfrenta el nuevo jefe militar de Jaca: la generación de este contingente y su preparación desde el punto de vista profesional.
La agenda, en el día a día, ante una misión como la del Líbano responde a «un proceso estandarizado; cada vez que una unidad va a salir al exterior, la preparación específica supone seis meses», matiza Vaquerizo. En este periodo, se trabaja sobre aquello que habrá, después, en el lugar de destino. En el Líbano, «la cantidad de vehículos que vamos a emplear en esa zona y su especificidad es algo que va a condicionar esta formación», señala el coronel, que matiza que gran parte de la actual preparación irá destinada a dominar estos medios.
Situación «estancada»
Otra parte importante de esta instrucción pasa por conocer qué tipo de población se van a encontrar los soldados españoles cuando lleguen a la zona, cuál es su mentalidad, su religión o su cultura. En este sentido, Vaquerizo afirma que en Líbano «la situación está lo suficientemente estancada como para que no sea excesivamente preocupante desde el punto de vista de conflictividad; es evidente que, después, la realidad se impone, y que los últimos acontecimientos apuntan a que en cualquier momento puede haber algún problema… pero creo que ahora mismo la situación está lo suficientemente tranquila como para no esperar ningún sobresalto».

José Luis Sánchez Martínez-Falero, General Jefe de la Brigada Aragón I, de la que forma parte el Galicia 64, anunciaba precisamente durante el acto de toma de mando de Vaquerizo al frente del Regimiento que será ésta la que constituya «la vigésimo novena Brigada de Líbano –BRILIB XXIX-, para lo que se cuenta con personal del Batallón Pirineos para formar el Grupo Táctico Ligero Protegido que va dentro de esa brigada». En total, serán unas 700 personas las que se desplazarán al Líbano, durante seis meses (desde mayo hasta noviembre de 2018), en esta misión integrada el despliegue UNIFIL (Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano) -de Jaca, posiblemente, entre 200 y 300 militares-.
Jaca en el Líbano
La misión del contingente del Regimiento proyectado al Líbano «es una misión de patrullaje, de reconocimiento, de interposición,… una misión de Infantería», matiza el coronel Vaquerizo, una labor para la que el Galicia 64 «está perfectamente diseñado y preparado para afrontar».
«Una de las claves del éxito para que la misión llegue a buen término es la selección de personal», explica el jefe militar de Jaca. Por eso, en un grupo relativamente reducido, hay cierta capacidad de margen, partiendo siempre de un mínimo razonable y de las compañías operativas -frente a las de apoyo de combate-. «Teniendo en cuenta que uno de los principales valores de este Regimiento es, precisamente, su instrucción como consecuencia de su preparación en el Battle Group, partimos de un nivel óptimo» desde el que, posteriormente, ya se entra a valorar «el factor humano». Es decir, la designación va a estar directamente relacionada con aquellos «que no van a tener problemas». Cuestiones como estar esperando un hijo o dejar un familiar enfermo puede condicionar la labor del mejor profesional cuando se trata de misiones de estas características.
El reto que se plantea el coronel David Vaquerizo es «poder contribuir de alguna manera a que el Regimiento mejore; algo que es fácil -dice-, porque, cada vez, los oficiales, los cuadros de mando y las tropas están mejor preparados».
Es su objetivo para los próximos dos años, en los que deberá desempeñar su labor como Comandante Militar de Huesca y Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña. Un objetivo marcado por la misión Libre Hidalgo en el Líbano y en el que su responsabilidad no pasa sólo por los hombres y mujeres que se marchan -y los que se quedan-, si no también, asegura, por velar por la «retaguardia»: por las familias de todos los que formarán parte de la próxima operación en Oriente Medio.