La ermita de Santa Elena y su entorno se han convertido en los protagonistas de la Navidad en El Salvador, en Biescas. Este año, el belén que se ha instalado en la iglesia parroquial -en origen, del siglo XII, pero que tuvo que ser reconstruida casi totalmente tras su destrucción durante la Guerra Civil- hace un guiño a uno de los lugares más emblemáticos y queridos de la Tierra de Biescas.

El belén, situado en el altar mayor, es una original composición de Antonio Cid, miembro de la Asociación Belenista Oscense, descendiente de guardia civil y muy vinculado a Biescas, donde pasó su infancia. No es la primera vez que Cid realiza un nacimiento que se expone en la localidad: el año pasado ya construyó otro belén, de estética diferente al actual, para la iglesia de San Pedro, que se puede contemplar también estos días.



El escenario del belén de El Salvador es el paisaje de la ermita de Santa Elena
El escenario del belén de El Salvador es el paisaje de la ermita de Santa Elena, con La Gloriosa, el río Gállego y todo su privilegiado entorno. Con todo lujo de detalles, la composición no deja nada al azar. El resultado: una composición diferente y muy entrañable, sobre todo, por el significado de Santa Elena para los pelaires. «Seguro que no hay ningún belén igual en varios kilómetros a la redonda. Será un buen complemento para estas Navidades tan diferentes», explica Ricardo Mur, párroco de Biescas.

El belén se puede ver a cualquier hora, ya que la iglesia está abierta todo el día. No obstante, el mejor momento para contemplarlo y apreciar todo su realismo es coincidiendo con las misas programadas, pues es cuando cuenta con iluminación. Además, puede ser la oportunidad para contemplar la talla original de Santa Elena, datada en el Románico tardío, que se custodia en este templo (la imagen que está en el santuario es una reproducción que hace años se trasladó a Biescas, junto a las las jocalias procedentes de la ermita, por cuestiones de seguridad y conservación). Precisamente, junto a ella, también hay otro pequeño diorama navideño que representa la ermita y que fue donado hace algún tiempo.


Un belén diferente para despedir unas navidades distintas
El nacimiento que se puede ver en El Salvador sirve para despedir el año del COVID en Biescas, una localidad que fue especialmente castigada por la pandemia, sobre todo, en primavera. El sacerdote tiene un recuerdo para los 38 fallecidos que se llevó el virus. Demasiadas ausencias en un pueblo «en el que habitualmente vivimos -recuerda- durante todo el año 600 habitantes» (que en temporada alta se multiplican).
Ricardo Mur es consciente de los duros momentos por los que ha pasado Biescas durante los últimos meses. «Están siendo unas navidades totalmente diferentes. Este año solo estaremos los del pueblo, porque no puede venir nadie de fuera. No hay el ambiente de otros años… Y tampoco se pueden hacer actividades culturales ni de otro tipo, y estaremos muy tranquilos. Así que solo nos queda tomarlas como vienen, y seguir adelante», explica el párroco.



«Aunque no haya villancicos, ni comilonas ni otras fiestas a las que estamos acostumbrados, lo más importante es que celebramos el Nacimiento de Jesús. Los creyentes nos tenemos que fijar en eso y no en otros detalles, que también nos gustan, pero que no son lo fundamental de la Navidad», apunta Mur. Su deseo para 2021, es, sin duda, compartido por todos: «Que volvamos a ser lo que éramos y a vivir como vivíamos, y que se acabe esta pesadilla de una vez».
Actividades navideñas en el contexto del COVID
En cuanto a las actividades que habitualmente se realizan durante estas fechas, todas han sufrido modificaciones para adaptarse a los protocolos COVID. Sin público en los tradicionales belenes montañeros (el de la ermita de San Benito, en la cima de Erata, y el del interior de la ermita de Santa Elena). Y, entre otras medidas, las celebraciones religiosas se están realizando manteniendo las distancias de seguridad y contemplando estrictamente el resto de recomendaciones sanitarias para evitar contagios.
La vela solidaria de Manos Unidas, la campaña Libros por alimentos -desarrollada por la Biblioteca de Biescas-, la recogida de donativos destinados al Banco de Alimentos o la recogida de juguetes y ropa para Cáritas son algunas de las acciones que actualmente se están llevando a cabo en Biescas, en un año en el que la colaboración y la ayuda hacia los demás son más necesarias que nunca.
Por Rebeca Ruiz

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