La historia de Regimiento Galicia 64 no se entiende si no es ligada a la ciudad de Jaca”. Son las palabras de Francisco Javier Lucas de Soto, nuevo Coronel Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña y Comandante Militar de Huesca (o lo que es lo mismo, el representante institucional del Ejército de Tierra y el responsable de las relaciones con las instituciones civiles en la provincia).
“Las relaciones con la población civil en Jaca son muy sólidas y creo que están muy asentadas -añade-; desde 1918 hasta hoy se ha creado un vínculo muy especial, que se traduce en un apoyo absoluto: nosotros nos sentimos muy queridos en Jaca y tratamos de apoyar en lo posible a la ciudad, con lo que hay un equilibrio muy bueno y una relación excelente; y uno de mis objetivos es mantenerla y potenciarla”.

Lucas de Soto tomó el mando del Galicia 64 el pasado 16 de diciembre
Lucas de Soto tomaba el mando del Regimiento el pasado 16 de diciembre, en sustitución del coronel David Vaquerizo, que ha estado al frente del mismo los últimos dos años. Nacido hace 51 años en Cartagena, pero criado en Asturias, hijo de militar y con un perfil muy vocacional, el nuevo Coronel Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña no es nuevo en Jaca, donde ya ocupó cargos de responsabilidad en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE). Precisamente, es en este ámbito, en Operaciones Especiales, y también al frente de las Tropas de Montaña, donde se ha desarrollado gran parte de su extensa trayectoria profesional.
Una gran vinculación con Jaca
La relación de Lucas de Soto con Jaca viene de muy atrás, “desde cuando subía a esquiar, con 18 años, con la Academia General”. El coronel ha estado destinado en numerosos lugares, pero donde más continuidad ha tenido ha sido en Jaca, donde ha pasado más de ocho años -como teniente, capitán y comandante-. De hecho, su vinculación con Aragón -donde vive su familia- es muy grande. Zaragoza, Toledo, Melilla, Ronda, Alicante, Burgos y Madrid, además de Jaca, han sido escenarios de su dilatada carrera militar desde que forma parte del Ejército Español.

Fuera de nuestras fronteras, ha estado al frente de distintas misiones en Afganistán, en Irak y en la República Centroafricana, ésta última, de la que se siente especialmente orgulloso: “Mientras en Afganistán e Irak parecía que nuestra presencia no cambiaba las cosas, en Centroáfrica, cuando llegamos, morían 8 personas a la semana; a los dos meses, y con una relación directa con nuestro trabajo, moría 1 cada 30 días”. Una gran satisfacción para todo el personal desplegado y “la mejor experiencia militar de mi vida”, explica Lucas de Soto.
El Galicia, Un Regimiento muy profesional, cohesionado y motivado
El nuevo Jefe del Galicia 64 se encuentra en periodo de valoración y evaluación del Regimiento, ya que se incorporó a su nueva tarea hace apenas unos días. Sin embargo, sus primeras impresiones son muy positivas: “Lo que estoy viendo me gusta mucho: gente muy profesional, muy motivada, con cuadros de mando excepcionales y una tropa muy equilibrada, con una buena combinación de juventud y veteranía”, explica, a lo que hay que sumar otros aspectos destacados, como “la cohesión o el ambiente, las ganas de trabajar y la solera que le da la montaña a las unidades”.
Por eso, en principio, “la prudencia aconseja la continuidad” en la gestión, apunta Lucas de Soto. Una línea que marcará, al menos los primeros meses, su responsabilidad al frente del Regimiento de Jaca. “Siempre se pueden hacer cosas; siempre hay margen para mejorar las unidades y, en base a mi experiencia, trataré, en la medida de lo posible, de mejorar lo que hay”, señala el nuevo Jefe del Galicia. Y es que no hay que olvidar que el coronel cuenta con una vasta experiencia en Operaciones Especiales, pero también en destinos de Estado Mayor, en la Legión o en Montaña, entre otros ámbitos, lo que le otorga una visión global del Ejército que le ayudará, sin duda, y tal y como él mantiene, a realizar nuevas aportaciones al Regimiento. “Mi misión ahora es identificar dónde puedo aportar más, dónde puedo ayudar más, y dónde puedo mejorar el Regimiento”, asegura.
Mantener la operatividad del Regimiento Galicia 64
“En la formación de una unidad, lo más importante, siempre, es la operatividad, y mantener su disponibilidad para ser empleada por el Mando donde se aconseje, -explica Lucas de Soto, como ya señalara el día de su nombramiento-. Nosotros –el Regimiento– entramos ahora en un periodo de disponibilidad en el que el Mando puede emplearnos dónde y cuándo considere oportuno, por lo que mi principal reto es mantener esa disponibilidad”, advierte.
Mantener ese nivel de operatividad; incrementarlo, en la medida de lo posible, y preservar una unidad adiestrada -es decir, salvaguardar las capacidades tan específicas de una Unidad de Montaña (que, actualmente, sólo tienen el Galicia 64 y el América 66 de Pamplona), con una disponibilidad total y absoluta y en las mejores condiciones en el momento en el que sean requeridas, es el principal objetivo del coronel. Una labor, la del mantenimiento de la operatividad del Regimiento -“que es muy alta”, insiste Lucas de Soto-, que el Jefe del Galicia deberá compaginar con el cuidado y la motivación de sus hombres y mujeres, dentro del plano del desarrollo y las expectativas profesionales de cada uno, pero también con aspectos más personales que afectan a la tropa, como es la atención a sus familias.



En este sentido, una de las inquietudes del máximo responsable del Galicia es “tratar de mantener viva la memoria de las personas que se han dejado la vida en acto de servicio; es una responsabilidad de cualquier jefe”, un deber moral al que ya se refirió en su discurso de toma de mando. Así, próximamente, el Regimiento tiene previsto realizar un homenaje al Sargento Primero Francisco Benítez, en el primer aniversario de su muerte.
Diferentes frentes abiertos que, en función de cómo se gestionen, definen el funcionamiento de una unidad. Además, su labor pasa también por dar a conocer las Fuerzas Armadas y mostrar el trabajo que realiza el Ejército, muchas veces desconocido.
De Compañía de Esquiadores Escaladores a Compañía de Reconocimiento de Montaña
Actualmente, existe un proyecto de convertir la Compañía de Esquiadores Escaladores en Compañía de Reconocimiento de Montaña, que supondrá potenciar la especialidad tal y como se entiende hoy en día. “Dentro de estos años queremos profundizar en el nuevo concepto de empleo de la Compañía de Esquiadores Escaladores, en su transición a la Compañía de Reconocimiento de Montaña”, avanza el Lucas de Soto. Esta modificación se traducirá en que, a las misiones actuales, se les sumarán algunas más de reconocimiento en profundidad en beneficio de brigadas o divisiones, con lo que sus integrantes verán ampliadas sus capacidades.
Un Regimiento joven: 625 hombres y mujeres y una media de edad de 28 años
Dentro del plan de disponibilidad del Ejército de Tierra, no hay misiones previstas para el Galicia 64 en 2020. Sin embargo, ello no quiere decir que no haya “misiones emergentes”, es decir, una nueva misión en un nuevo escenario que requiera la intervención del Regimiento de Jaca.
En la actualidad, Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña está formado por 625 hombres y mujeres. En el último periodo se han incorporado 93 militares procedentes del Centro de Formación de Extremadura -recibirán su boina verde el próximo 7 de enero, tras una formación específica de seis semanas-, y está prevista la llegada de otros 30. “Un pulmón de oxígeno importante”, pues supone una tendencia ligeramente al alza. En Montaña, un escenario muy exigente, “es importante tener veteranía y experiencia, pero también es importante que la media de edad no se dispare”, recuerda Lucas de Soto. La media de edad del Galicia 64 es de 28 años, bastante por debajo de la del Ejército de Tierra.

Francisco Javier Lucas de Soto ingresó en las Fuerzas Armadas en 1987. Está condecorado con la Cruz, Encomienda y Placa de la Real Orden de San Hermenegildo. A lo largo de su carrera, ha recibido cuatro Cruces al Mérito Militar con Distintivo Blanco y una Cruz al Mérito Aeronáutico con Distintivo Blanco, además de una mención honorífica y varias felicitaciones individuales. Cuenta con dos medallas OTAN (Afganistán), la Medalla de Oro de la Defensa Nacional de Francia y la Medalla de la Unión Europea para la República Centroafricana, y es Caballero de la Orden de Reconocimiento de la RCA.
Por Rebeca Ruiz
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