Los alpinistas de Mayencos comienzan la conquista de la montaña nepalí Ama Dablam

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Los tres alpinistas, antes de emprender el ascenso, con el Ama Dablam al fondo.

por Rebeca Ruiz

Los alpinistas de Mayencos Nacho Merino, Manolo Rodríguez y Jesús Roberto Antolín han comenzado la conquista de la cumbre nepalí de Ama Dablam, “la montaña perfecta”, con 6.812 metros de altura. Este martes enviaban un mensaje para comunicar que todo se desarrollaba según lo previsto, y que habían instalado el Campo Base Avanzado a 5.400 metros, para regresar después al Campo Base, en el “entrenamiento” previo para conseguir alcanzar esta cima. Una preparación que han realizado durante las últimas horas y que continuará hasta que comience el ascenso definitivo a la mítica montaña.
Los tres experimentados alpinistas intentarán hacer cumbre en el Ama Dablam siguiendo una vía abierta en 1991, y de la que no hay constancia se haya vuelto a utilizar desde esa fecha, lo que supone todo un reto al intentar el ascenso por la cara oeste de la emblemática montaña, ubicada en el Valle del Khumbu, por una vía “prácticamente virgen”. El equipo de cima está formado por estos tres expertos. Serán varias jornadas de ascenso, de escalada estilo alpino, sin porteadores. Una hazaña que está muy determinada por las condiciones meteorológicas que se pueda encontrar el grupo sobre el terreno, con un 80% de hielo y nieve.
En total, la expedición dura 33 días. La aventura comenzaba el pasado 15 de octubre con la salida del vuelo hacia Dubai-Nepal. Un grupo de trekkers ha acompañado a los tres expedicionarios al Valle del Khumbu, presidido por el Everest y rodeado de cumbres como el L’Hotse (más de 8.000 metros) o el Ama Dablam, durante las primeras jornadas. Los dos grupos, el de cima y el de los trekkers, se separaron ya el pasado domingo. El objetivo principal es llegar a la cima del Ama Dablam por una vía de extrema dificultad (la denominada “Directa Americana”), algo para lo que los tres expedicionarios se han preparado durante más de dos años.

Los próximos días serán de aclimatación a las condiciones de la montaña, por lo que se encuentran realizando la ruta habitual hasta la cumbre. Después, deberán esperar el momento preciso y adecuado, en que las condiciones sean las idóneas, para emprender la hazaña, en una zona en la que apenas hay 5 horas de sol al día y en la que las temperaturas alcanzan los 20 grados bajo cero.
La comunicación, una vez iniciado el ascenso, será muy limitada, ya que, aunque los expedicionarios portan un teléfono por satélite, las condiciones propias de la zona y las situaciones que se puedan dar allí hacen que su uso quede restringido a posibles emergencias.