La vida a bordo del buque escuela Elcano, contada por el capellán del barco en la Ciudadela de Jaca

La vida a bordo del buque escuela Elcano, contada por el capellán del barco en la Ciudadela de Jaca. El Coronel Mariano Alonso, junto a Alberto Gatón, durante la conferencia.
La vida a bordo del buque escuela Elcano, contada por el capellán del barco en la Ciudadela de Jaca. El Coronel Mariano Alonso, junto a Alberto Gatón, durante la conferencia.

El comandante Alberto Gatón, capellán militar, contó en la Ciudadela de Jaca sus experiencias vitales a lo largo de sus viajes en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. El comandante Gatón es el capellán militar del buque escuela de la Armada Española.

La charla tuvo lugar con motivo de la conmemoración del 500 aniversario de la llegada a España del insigne marino Juan Sebastián Elcano a bordo de la Nao Victoria tras dar la primera vuelta al mundo por mar. El Salón de Panadería del castillo de San Pedro jaqués se llenó (primordialmente con público castrense) para escuchar los relatos del comandante Gatón, conocido como páter en el ambiente militar.

El buque escuela de la Armada Española, un vivo ejemplo de la dureza de la vida en el mar

Alberto Gatón contó sus experiencias humanas a bordo del buque escuela, una embarcación a vela, con 95 años de vida, que surca los mares de todas las latitudes marítimas para enseñar la apasionante profesión de marinero a los alumnos de la Escuela de Marina. Unas 200 personas se embarcan en la travesía del buque escuela, un bergantín-goleta de 113 metros de eslora y 13 metros de manga, lo que hace que la vida a bordo no resulte precisamente cómoda y exija un alto nivel de disciplina, compromiso, respeto y responsabilidad.

El cántabro Alberto Gatón es sacerdote, doctor en Derecho, licenciado en Ciencias Sagradas y escritor, publicando artículos de colaboración en el diario ABC y en El Diario Montañés de Santander. El comandante Gatón fue el jefe de los capellanes castrenses de toda España. Es el páter del Regimiento Galicia y de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca. Además de cura, también es profesor en la Escuela de Marina a bordo del barco.

200 personas conviven en el Juan Sebastián Elcano, de 113 metros de eslora, durante seis meses

A lo largo de los seis meses que duran los viajes de Elcano, se suceden los momentos duros y los entrañables. Con una tripulación joven y una escuela por licenciar, la vida en Elcano se hace amena. El interminable, duro y arriesgado trabajo cotidiano en el buque aumenta la tensión de las jornadas a bordo, lo que se intenta compensar con algo de relajación cuando se toca puerto, además de proceder a las correspondientes funciones diplomáticas que se realizan en cada escala.

También se organizan dentro de la embarcación variadas y originales actividades de diversión y fiesta cuando el tiempo y las obligaciones lo permiten. Sobre todo con música, amenizadas por la banda. El interior de la nave cuenta con cinco pisos, con las máquinas al fondo. El paso por Elcano es una experiencia de la que se puede aprender mucho.

El buque escuela tiene cuatro mástiles que alcanzan los 50 metros de altura y llevan los nombres de cuatro de sus predecesores: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus. Las 20 velas que iza el velero bergantín completan un velamen superior a los 3.150 metros cuadrados de superficie de desplazamiento.

Numeroso público siguió la conferencia ofrecida por el páter Alberto Gatón sobre sus vivencias a bordo del Elcano.
Numeroso público siguió la conferencia ofrecida por el páter Alberto Gatón sobre sus vivencias a bordo del Elcano.

EL capellán castrense intenta elevar la moral de los guardamarinas, que viven momentos duros en alta mar

El capellán Gatón cuenta como él, al lado de los médicos y del resto de oficiales y mandos del barco, deben llevar a cabo una profunda labor de apoyo y asistencia personal con los marineros y guardamarinas ya que se encuentran, en muchas ocasiones, en circunstancias extremas con el peligro que representa navegar por altamar. Además, todos se hallan lejos de casa, donde han dejado sus vidas, sus seres queridos y sus historias personales.

La labor del capellán sirve, en algunos casos, para elevar la moral de todos esos jóvenes que componen la tripulación y la escuela, según relata el comandante Gatón. «Muchos de ellos, al cabo de los años, me llaman para que los case», comenta el capellán castrense. «Intentamos convertirnos en uno más entre la marinería, un compañero, para que confíen en nosotros y podamos ayudarles», agrega Alberto Gatón.

La Ciudadela, inmejorable escenario para contar las experiencias a bordo del buque escuela Elcano

La charla del páter estuvo trufada por una magnífica serie de fotografías únicas de la vida en el barco, de la majestuosa figura del buque por los océanos y de los lugares que se encuentran durante el periplo, realizadas por el propio sacerdote, algunas de ellas ganadoras de premios, y proyectadas en la pantalla de la Sala de Panadería de la Ciudadela de Jaca. Al acto asistieron, entre otros, el coronel director del castillo, Francisco Rubio, y el coronel de la Escuela Militar de Montaña (EMMOE), Mariano Alonso, que fue el encargado de presentar al conferenciante.

Por Carlos del Pueyo

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