
A última hora de este miércoles, continúa en paradero desconocido Cédric Tauleygne, el ex militar francés de 34 años que huyó a Aragón y abandonó su motocicleta en la carretera del puerto de Oroel (A-1205), cerca de Bernués, después de presuntamente cometer el asesinato de dos personas -una de ellas su ex pareja- este pasado lunes en Pouyastruc, un pequeño núcleo cercano a Tarbes.
Pese a los continuos esfuerzos realizados por la Guardia Civil y la Policía Nacional, en el marco de un operativo de búsqueda establecido en colaboración con la Gendarmerie, esta noche sigue sin ser detenido este peligroso fugitivo, que aún podría encontrarse en poder de la pistola con la que ejecutó un doble crimen que generó consternación en ambas vertientes del Pirineo.
Gran inquietud en Bernués
La posible cercanía del prófugo francés genera cierta inquietud entre los propios habitantes de los núcleos rurales próximos a la peña Oroel, especialmente en Bernués, como explicó la alcaldesa pedánea, Ana Celsa Lacosta, para la que «esto es un sinvivir» y sin duda alguna, «el momento más duro y el peor» de los 15 años que lleva ocupando su cargo.
«Estamos preocupados y esperamos que se solucione pronto. Ojalá lo encuentren ya, porque hay nervios en el pueblo. Sientes que te lo puedes encontrar en cualquier curva», apuntó la portavoz de los entre 15 y 20 vecinos del pueblo, que recibieron la consigna de los agentes de «avisar si ven algo raro», además de «tener cuidado, porque no se sabe si está armado».
Se desconoce el paradero del prófugo
Durante las últimas horas, se han propagado una serie de rumores y bulos que sitúan al fugitivo en diversos pueblos del entorno de Jaca, a tenor de la señal que emite su teléfono móvil, con el que llegó a contactar con la Gendarmerie, a cuyos agentes, al parecer, habría comunicado que su intención era suicidarse. En la noche de este miércoles, se desconoce tanto su paradero, como si sigue con vida.
Mientras tanto, Francia llora la muerte de Aurélie Pardon y Gabriel Fourmigué, maestros del colegio Desaix, de Tarbes, en el que impartían Francés y Educación Física. Aurélie, de 32 años, se encontraba en proceso de separación del fugitivo, con el que tenía dos hijos pequeños. Fue encontrada herida grave, con heridas de bala, cerca de la casa de la otra víctima. Recibió asistencia médica, pero falleció poco después.
Gabriel, de 55 años, fue asesinado en su propio hogar, que fue registrado por la policía francesa. Se le encontraron diversas armas, que estaban declaradas y registradas. El hombre era un consumado deportista, que destacó en bobsleigh y llegó a participar en dos ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno: la de Albertville (Francia) en 1992 y la de Lillehammer (Noruega) en 1994.
Por Ricardo Grasa (texto y fotos)
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