Gracias

Aunque no lo parezca, no resulta tarea sencilla expresar con palabras un agradecimiento que esté a la altura del reconocimiento que acabo de recibir por parte del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña, en la celebración del CXX Aniversario de la Creación de las Unidades de Montaña.

Con David Vaquerizo, Coronel Jefe del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña. (FOTO: Ricardo Grasa)

Recoger el Diploma de Cazadora de Montaña Honoraria ha sido toda una satisfacción para mí. Como periodista, recibir este reconocimiento supone todo un honor, sobre todo teniendo en cuenta que procede de una institución tan importante como el Ejército Español y, en concreto, del Galicia 64, al que, personalmente, guardo un gran respeto y una profunda admiración. El Diploma de Cazadora de Montaña y la boina verde, que acepto y custodiaré con mucho cariño, refuerzan aún más, si cabe, mi compromiso moral hacia los hombres y las mujeres que forman nuestras Fuerzas Armadas.

El Diploma de Cazadora de Montaña Honoraria no es sólo mío. Es un poco de todos los compañeros periodistas honrados y valientes que tienen que desarrollar su profesión en los tiempos que corren; cada uno y cada una, a su nivel. Y es también de mi familia: de Carlos, que siempre ha estado conmigo y me ha apoyado incondicionalmente, maestro y amigo; compañero y mi principal apoyo; y de nuestros hijos, Javi y Carlos, a los que tanto tiempo he robado desde que nacieron para dedicarlo a mi profesión. Y por supuesto, de todos los que han confiado en mi trabajo y creyeron en mí y en mi proyecto, Jacetania Express. Gracias por las innumerables felicitaciones que, llenas de afecto, he recibido en las últimas horas.

No sería de justicia dejar pasar la oportunidad de recordar el papel tan importante, y a veces desconocido, que desempeñan las Unidades de Montaña -y, en concreto, los militares del RICZM 64– en nuestra sociedad. Hombres y mujeres con un espíritu de sacrificio y entrega sin igual. Mis particulares herederos de Oreo. Hombres y mujeres que me han abierto todas las puertas y entre los que hoy puedo presumir de tener grandes amigos. Ellos y Ellas, con mayúscula, son los que hacen todos los méritos. Yo sólo he tenido el privilegio de poder estar ahí para contarlo.

El 31 de mayo de 2019 quedará por siempre en mi memoria, y la flor del edelweiss ya no se apartará de mi pecho. El diploma de Cazadora de Montaña ocupará un lugar privilegiado en mi hogar y el Galicia 64 ya está, para siempre, en mi corazón. Eternamente agradecida.

por Rebeca Ruiz

(FOTO: RICZM 64)
(FOTO: RICZM 64)
(FOTO: RICZM 64)
(FOTO: RICZM 64)