por Rebeca Ruiz
El Ayuntamiento de Jaca ampliará el plazo para colocar los contadores de agua, cuya fecha límite se había fijado en un principio para el 31 de diciembre de 2016, de acuerdo con la correspondiente resolución que se debata y acuerde en el próximo pleno municipal que se celebra el próximo miércoles, 16 de noviembre. Parece ser que este es el camino que queda ante la imposibilidad de llevar a cabo, dentro de fecha, todas las instalaciones pendientes, que se calculan en torno a algo más de 16.500 unidades. Cuando falta apenas dos meses para que termine el plazo, hay aproximadamente 5.600 solicitudes de los usuarios pendientes de la instalación, y hay colocados algo más de 3.700 contadores. Ello se traduce en que unos 7.000 usuarios, aproximadamente, ni siquiera han solicitado la instalación por lo que resulta difícil que en algo más de un mes de tiempo hábil pueda llevarse a cabo esa cantidad de instalaciones pendientes. Ante esta situación, los grupos políticos en el Ayuntamiento han planteado buscar una solución al asunto, aportando cada uno de los grupos municipales diferentes formas de evitar el problema para resolverlo.
En la última comisión de Medio Ambiente, los distintos grupos se manifestaron sobre la necesidad de llevar a cabo esta ampliación de plazos al próximo pleno para su debate, por lo que es un hecho que, por cuestiones técnicas y lógicas, la fecha límite se deberá ampliar, ya que en la práctica es imposible instalar todos los contadores necesarios antes de final de año. Las discrepancias surgen a la hora de determinar las condiciones y características de dicha ampliación o prórroga que afectará a, por ejemplo, asuntos como la medición del consumo (por estimación –como se hace hasta ahora– o por medición real) ya que en 2017 deberán convivir las dos fórmulas de cálculo para el Impuesto de Contaminación de Aguas. Pueden producirse dificultades en los servicios municipales ante el caso de que durante cierto periodo de tiempo los usuarios que ya cuentan con los nuevos contadores instalados podrán administrarse con el cálculo real del consumo, mientras que los lugares que todavía no cuentan con la instalación realizada seguirán con el cálculo estimado de agua, como hasta ahora. Para ello también se contemplan todas las posibilidades que no provoquen ni produzcan problemas técnicos ni administrativos, buscándose la mejor solución que impida que aparezcan esas contrariedades. En las comisiones y reuniones que ya se han celebrado se baraja la posibilidad de que el aplazamiento sea de un año o que sea tan sólo de seis meses a partir del próximo 1 de enero ya que esta última fórmula parece ser la más adecuada, según se está considerando, para evitar los inconvenientes técnicos y, además, también puede resultar más eficaz ya que no permitirá “olvidarse” o relajarse de nuevo a los usuarios pendientes de la instalación de su contador.
