Las carreteras de La Jacetania y el Alto Gállego volvían a sufrir una nueva jornada de atascos y retenciones para despedir el puente festivo de San Valero. Colas de varios kilómetros y circulación lenta era la situación que se encontraban miles de zaragozanos que, durante la tarde del lunes, regresaban a su ciudad de origen tras disfrutar de unos días de descanso en los pueblos del Pirineo.
Atascos y complicaciones desde el pasado viernes
Las primeras complicaciones en la circulación se registraban ya, en sentido contrario, el pasado viernes. Uno de los tramos más afectados volvía a ser el final de la A-23, a la altura de Lanave, donde la vía se llegaba a colapsar en distintos momentos ante la llegada de vehículos en dirección al Pirineo, con tráfico muy lento prácticamente hasta Sabiñánigo. Incluso, bien entrada ya la noche.
La situación se repetía este domingo, cuando muchos esquiadores regresaban a sus lugares de origen. De nuevo, la Autovía Mudéjar y la A-136 (que une Biescas con Panticosa y Formigal) se llevaban la peor parte. El Valle del Aragón tampoco era ajeno a las complicaciones de tráfico. También se registraban problemas puntuales en la salida de Jaca hacia la A-21, la Autovía del Pirineo.
Durante la tarde del lunes, última jornada del puente festivo en Zaragoza, regresaban los atascos y retenciones a la A-23. Una situación que se repite en temporada alta, especialmente en época de esquí, y que afecta principalmente a los tramos de la N-330 en los que se están desarrollando las obras de construcción de la autovía.
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