El 17 de febrero de 1814, hace justo 210 años, y tras un exitoso cerco por parte de Espoz y Mina, y ante la imposibilidad de recibir refuerzos, las tropas de Napoleón que se habían hecho fuertes en la Ciudadela de Jaca se ven obligadas a capitular. La bandera de España volvía a ondear en la espadaña del Castillo de San Pedro -paradójicamente, concebido para frenar a los hugonotes- cinco años después de haber sido tomado por los franceses. Cada dos años, Jaca y el Castillo de San Pedro conmemoran estos acontecimientos con la Recreación Histórica de la Época Napoleónica, en la que han llegado a participar hasta 250 recreacionistas llegados de distintos puntos de Europa y Estados Unidos (su última edición fue en 2023).

LA CIUDADELA, EN MANOS DE LOS FRANCESES
Corría el 22 de marzo de 1809 cuando, en el contexto de la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte y con la Guerra de la Independencia como telón de fondo, una fracción francesa al mando de Le Faivre ocupó Jaca y su Ciudadela, tal y como recuerda el Instituto de Historia y Cultura Militar. Tras la toma de Zaragoza, Napoleón ordenó conquistar Jaca con el objetivo de dominar el Pirineo y fortalecer su estrategia en Europa.
Aquella madrugada, las tropas napoleónicas tomaron la Ciudadela de Jaca en lo que se convertiría en la mayor paradoja en la historia del monumento. Y es que cuando Felipe II levantó la fortaleza ante la amenaza de los franceses, nunca podía imaginar que el Castillo de San Pedro serviría a estos para defenderse frente a los españoles en el hecho de armas más importante de su historia.

La ubicación estratégica de la ciudad fue decisiva para poner a Jaca en el punto de mira. Y una serie de acontecimientos en las semanas previas, marcados por la capitulación de Zaragoza el 20 de febrero de 1809, derivaron en que los invasores se atrincheraran en el Castillo de San Pedro. Allí permanecerían cinco años, hasta el 17 de febrero de 2014 (se cumplen ahora 210 años), hasta que la bandera de España pudo volver a ondear en el monumento.
LOS FRANCESES TOMARON LA CIUDADELA DE JACA EL 22 DE MARZO DE 1809
«Tras la toma de Zaragoza, en 1809, Napoleón ordena tomar Jaca para mejorar sus comunicaciones en el Pirineo Central. Así, tropas enviadas por Junot desde Pamplona toman Jaca el 22 de marzo de 1809. La Ciudadela capitula tras una escaramuza con los franceses, ya que habían desertado los días previos 200 de sus 240 defensores, la mayoría milicias, al negarse Palafox a enviar tropas de línea a la plaza. Con 40 soldados -muchos de ellos enfermos de tifus que algunos habían traído del Sitio de Zaragoza-, la defensa fue imposible y la Ciudadela capituló. Durante cinco años los franceses tomaron Jaca.
Diego Fernández y Andrés Lloret, La Ciudadela de Jaca, baluarte de la historia
La reconquista de la Ciudadela de Jaca
Pero ni la ciudad ni la Ciudadela podían quedar en manos de los franceses. Así que en septiembre de 1813, y con Napoleón muy debilitado en Europa, los soldados españoles cercaron Jaca. Se produjeron entonces numerosos enfrentamientos y escaramuzas, hasta que finalmente, en un perfecto despliegue dispuesto por el coronel Oraa, las murallas de la ciudad fueron asaltadas en la madrugada del 5 de diciembre, en una precisa operación de 15 minutos y con muy pocas bajas.
Las calles se convirtieron en escenario de los combates entre las unidades españolas y francesas, que terminaron refugiándose en el interior de la Ciudadela. En ese momento, comenzó el asedio al Castillo de San Pedro, donde cuentan las crónicas que se refugiaron más de 700 soldados franceses a las órdenes del comandante Déshorties. Ante la falta de artillería capaz de derribar sus muros, las tropas de Napoleón mantuvieron la fortificación frente los españoles hasta el 17 de febrero de 1814. Ese día, tras un exitoso cerco por parte de Espoz y Mina, y ante la imposibilidad de recibir refuerzos, los franceses se vieron obligados a capitular y España recuperó la fortaleza.
La salida de los franceses hacia Somport
Desde los baluartes de la Ciudadela se cañonea la ciudad, que sufre los intensos bombardeos que destruyen gran cantidad de casas (esto obligó al desalojo de la población civil). En su interior, los franceses disponían de 45 cañones de diversos calibres, seis morteros y tres obuses además de munición, pólvora y víveres para resistir el asedio español durante varios meses. Finalmente, el 17 de febrero de 1814, se firman las condiciones de una capitulación honrosa, en virtud de la cual las tropas de Napoleón abandonan el Castillo de San Pedro con dirección a Francia a las siete de la mañana del día siguiente. Los franceses salen de la Ciudadela con todos los honores, conservando oficiales y suboficiales sus armas. Son escoltados hasta Francia y se les proporciona todos los suministros necesarios. Marchan hacia Francia, cruzando el Somport el 19 de febrero.
Recreación histórica de la época napoleónica de la Ciudadela de Jaca
En 2014, coincidiendo con el bicentenario de la recuperación de la Ciudadela de Jaca, se realizó la primera recreación histórica para conmemorar y poner en valor estos acontecimientos, con un gran éxito de público y participantes.

Desde entonces, con carácter bienal, se rememora este acontecimiento con la Recreación Histórica de la Época Napoleónica, que en 2023 alcanzó su cuarta edición (tras el parón de la pandemia). Su celebración se alterna con la Recreación de los Tercios Españoles. Un campamento instalado en el interior del castillo y exhibiciones de cambios de guardia, vida en campaña, manejo y disparo de fusilería o disparos de artillería, desfiles…, entre otros talleres y demostraciones, fueron algunas de las actividades que se pudieron disfrutar en la Ciudadela de Jaca durante este evento.
El 17 de febrero de 1814, el día en el que los españoles expulsaron a las tropas de Napoleón Bonaparte de la Ciudadela de Jaca
El 17 de febrero de 1814 pasaría a la historia como el día en el que los españoles expulsaron a las tropas de Napoleón Bonaparte de la Ciudadela de Jaca. Aquella fortaleza que en 1592 mandó construir Felipe II ante la amenaza de los hugonotes, y que el destino quiso que terminaran siendo los franceses los que la defendieran de los españoles durante cinco largos años.
Por Rebeca Ruiz
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