Unos 450 participantes se enfrentan este fin de semana al reto que supone la Canfranc-Canfranc, que este año cumple una década superando, en cada edición todas las expectativas, en esta ocasión enmarcado en el proyecto Alpinultras.
La Canfranc-Canfranc llega consolidada como una de las ultras más exigentes y atractivas del panorama nacional, con unas características de gran dureza y que discurre por paisajes únicos, por lo que ya se ha hecho un lugar con nombre propio en las agendas de los corredores del más alto nivel.Es la única del mundo con 100 kilómetros que ha sido reconocida con seis puntos por la organización del Ultra Trail Mont Blanc, y se encuentra entre los primeros puestos del ránking internacional en las pruebas de su categoría.
ULTRA 100 kilómetros. 8.848 metros de desnivel positivo. 150 corredores. 33 horas máximo.
Una carrera tan bella como dura. Es difícil determinar cuál de estos dos adjetivos sería el más apropiado. 8.848 metros de desnivel positivo son los que ofrecen los impresionantes parajes de este recorrido. Para entender en qué consiste la carrera se puede hablar de 4 segmentos: Valle de Ip con su Peña Collarada, Valle de Izas y la Canal Roya, el Valle de Astún y el Macizo del Aspe. Es, además, una carrera de una gran exigencia técnica en la mayor parte de su trazado. Estamos ante un gran reto.
ULTRA 80 KMS. 6.496 metros de desnivel positivo. 250 corredores. 27 horas máximo.
Requiere tanta técnica como la Ultra-Trail® Canfranc-Canfranc, pero cuenta con un recorrido ligeramente más corto. El trazado únicamente se diferencia del de la anterior en que no se asciende a Peña Collarada ni al Pico de Aspe. Sí se recorren en cambio el Valle de Ip, Valle de Izas, la Canal Roya, el Valle de Astún y el Macizo del Aspe, lo que asegura que es una carrera altamente exigente, con un desnivel de 6.250 metros. Es la oportunidad perfecta para familiarizarse con el terreno y tomar conciencia de la extremada dureza de esta prueba. La parte positiva radica en la belleza del paisaje, ya que se asciende a picos tan emblemáticos como La Moleta, el Vértice del Anayet o La Raca. Son sólo algunos de los ejemplos de las maravillas que se encuentran en el recorrido. Además finalizar esta prueba concede el curriculum directo para competir el siguiente año en la de 100kms.
MARATÓN 43 KMS. 3.910 metros de desnivel positivo. 300 corredores. 12 horas máximo.
No se trata de otra maratón de montaña más, puesto que está catalogada como la de mayor desnivel del mundo. De ella dicen que no da un respiro, pero que el reto merece muchísimo la pena porque después de concluida la carrera lo único que se recuerda es el buen sabor de boca que queda gracias a la espectacularidad del recorrido, cuyo trazado está cuidado hasta el último detalle. Los corredores podrán disfrutar, aunque sea rápidamente, de la increíble panorámica que ofrece el Pico de La Moleta, a 2.572 m, o del Pico de Larraca, igualmente espectacular a pesar de su menor altitud. Otro punto destacable de la carrera es el ascenso por Loma Verde, que lejos de ofrecer un descanso como podría sugerir su nombre, se convertirá en uno de los tramos más duros antes de salir victorioso de la carrera.
CARRERA 16 KMS. 1.674 metros de desnivel positivo. 100 corredores. 8 horas máximo.
Si comparamos esta prueba con las otras de más distancia que organiza Canfranc-Canfranc, ésta podría parecer un reto baladí. Pero si bien es cierto que el número de kilómetros es significativamente menor, también se trata de una carrera que merece respeto por su gran desnivel: 1.800 metros en 18 kilómetros. Estas cifras pueden ayudar a hacernos una idea de la dureza de la ascensión. La carrera parte de la Estación de Canfranc y desde allí rápidamente comienza la pronunciada subida hasta el Pico de La Moleta, a 2.572 metros de altitud, desde donde ya se puede contemplar el Ibón de Iserías, siguiente objetivo antes de descender hasta la Cascada de Las Negras. Una vez ya en este sitio se desciende por el valle de Izas para, tras los tres kilómetros más suaves de la carrera, llegar a la meta.
VERTICAL 3,9 KMS. 966 metros de desnivel negativo.100 corredores. 1 hora máximo.
Lo que podría ser una típica excursión de fin de semana que comienza con la subida en telesilla al Pico de La Raca, se convierte en un vertiginoso descenso en línea recta por la ladera de la montaña, y después en un desafiante zig-zag hasta la meta. No hay tiempo para dudar. En menos de 4 kms los participantes tendrán que superar este KM Vertical de descenso. Una bajada tan pronunciada exige mucha técnica y concentración. Esta carrera pone a prueba la destreza de los corredores que lucharán contra el crono en su empeño de lograr la mejor marca. Se trata de una carrera muy rápida, capaz de dejar sin respiración ya no al que la corre, sino también al que la ve. No podía faltar una carrera tan emocionante en Canfranc-Canfranc. Este será el primer año, y seguro que no será el último.
