En Isla Decepción, en medio de una gran nevada en pleno verano y desplegados en la XXXVII Campaña Antártica, el teniente coronel Prado, el subteniente Martín y el capitán Álvarez señalan el letrero que les recuerda que están a más de 13.000 kilómetros de casa. Su labor es fundamental para que los científicos españoles puedan desarrollar investigaciones y proyectos punteros a nivel mundial. Aislados de la civilización, entre pingüinos y sobre un volcán, cuando se cumple un mes de su desembarco en este inhóspito lugar, reconocen cuánto echan de menos a sus familias y a sus amigos. Así viven y trabajan los militares jacetanos en La Antártida.