Sabiñánigo celebraba este jueves, por todo lo alto, la llegada de la primera locomotora a la localidad, cuando se cumplen 125 años de este hecho histórico que supuso el desarrollo de esta parte del Pirineo y un impulso determinante para su economía. Un acto que contaba con la participación del consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, que era recibido por Jesús Lasierra, alcalde de Sabiñánigo y anfitrión -junto a otros miembros de la Corporación Municipal y al alcalde de Sabiñánigo Alto-, y de ediles y representantes de la vida política, social y económica de la Comarca del Alto Gállego, de la vecina Jacetania, del resto de la región y de ADIF. Asimismo, decenas de vecinos de Sabiñánigo han querido respaldar, con su acto, esta importante efemérides, que es la primera de un intenso programa que el Ayuntamiento serrablés tiene previsto desarrollar a lo largo de 2018.
El muelle de la estacion de ferrocarril de Sabiñánigo se convertía en el escenario principal del evento, donde los asistentes recibían con aplausos la llegada del tren, al ritmo marcado por los acordes de jazz de Dixie Rue del Percebe. José María Cajal era el encargado de presentar el acto solemne en el vestíbulo de la estación, relatando la historia de la llegada del ferrocarril a Sabiñánigo de una forma cercana y entrañable; un acto donde Jesús Lasierra y José Luis Soro se han congratulado de esta celebración y han apostado firmemente por el mantenimiento y el desarrollo del ferrocarril como elemento de vertebración del territorio y por la reapertura del Canfranc.
Un momento determinante
Para Jesús Lasierra, fue determinante para la historia de la localidad la llegada en tren de los primeros turistas con destino al Balneario de Panticosa -los aguistas– algo que, posteriormente, «con el enlace con Jaca, con Canfranc y con Francia», se tradujo en «la llegada de la industria a una población de alta montaña como Sabiñánigo; en aquel momento, gracias al ferrocarril, gracias al agua y gracias a la energía eléctrica» que entonces se producía en la zona. Por eso, el Ayuntamiento ha querido hacer de este acto conmemorativo «algo muy sencillo, pero muy simbólico y muy representativo». «Era martes, 1893, 8 de febrero, cuando llegó la primera locomotora a Sabiñánigo», recordaba el alcalde, que mostraba su agradecimiento a ADIF por la colaboración para poder instalar la placa que recuerda estos orígenes. Lasierra invitaba a todos a trabajar «para nuestras generaciones futuras; pero para nuestros hijos, no para nuestros tataranietos, para que puedan seguir teniendo un futuro en la montaña y el medio rural».
En aquel momento, hace 125 años y unas horas, Sabiñánigo pueblo tenía unos 250 habitantes. Cuando se construyó la estación, en 1910, se consolidaron al otro lado de la vía 77 habitantes, y a partir de ahí comenzó el auge de la localidad. «En cien años, una población que no existía, alcanzó en torno a 10.000 habitantes», recordaba Lasierra.
Este momento quedaba reflejado en una placa en piedra que se descubría, como colofón a este gran acontecimiento que ha vivido Sabiñánigo este jueves, en el andén de la estación, y que ha sido tallada por la artesana local Teresa Pueyo.
Para Soro, el acto de este jueves servía para recordar con orgullo el pasado y para mirar al futuro con la obligación de mantener muy viva la reivindicación de seguir apostando por el ferrocarril. «El ferrocarril -señalaba- es fundamental para el transporte de mercancías y de viajeros, para el desarrollo de Aragón y para hacer frente a la despoblación». En este sentido, Soro explicaba que «los trenes no solo deben llegar a Sabiñánigo y Canfranc sino que debe cruzar a Francia» y afirmaba que «el ferrocarril del siglo XXI vertebra tanto como en el XX y el XIX».
Por otra parte, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda señalaba en Sabiñánigo que Zaragoza debería estar a la altura de Barcelona y Madrid, debería ser una conexión desde el principio de esta propuesta. Soro se ha mostrado indignado con el planteamiento realizado y señala que «no hay ninguna justificación técnica para que Zaragoza y Calatayud no estén en los programas pilotos».
Para Soro, la tibieza y la docilidad del PP en Aragón todavía le preocupa más y ha explicado que «no sé qué más necesita el PP para saber que no podemos ceder, para entender que hay masa crítica y para entender que Zaragoza y Calatayud son nodos turísticos y económicos de primer orden». «No tiene sentido» ni justificación, indicaba Soro, «que cuando se pretende acercar la alta velocidad a la población, se excluya a las personas de Aragón y su área de influencia». Añadía que, tras escuchar «las excusas de mal pagador del ministro, todavía se quedó más preocupado, porque lo que dice es que esta petición ya se irá viendo».
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