Por la fachada sur del macizo de Collarada

Por la fachada sur del macizo de Collarada. En la cima de Collaradeta. (FOTO: Chema Tapia)
Por la fachada sur del macizo de Collarada. En la cima de Collaradeta. (FOTO: Chema Tapia)

La Sección de Montaña del Club Pirineísta Mayencos de Jaca vivía otra gran jornada de alta montaña visitando varias de las cotas de la fachada sur del macizo de Collarada. Una salida organizada como intercambio y convivencia con el Club Excursionista Ribagorza (CER), de Graus, agrupación que aportaba cuatro miembros a los 12 del club jacetano.

Desde el cubilar de La Espata

La ruta daba comienzo en el cubilar de La Espata, donde se abría la circular subiendo por el barranco de Bozuelo hasta las proximidades del collado de Marañán. Desde allí, el grupo se dirigía hacia el primer objetivo del día, la Somola Baja (2.568 msnm), desde donde se tenían unas magníficas vistas sobre el barranco que se abre entre este macizo y la sierra de la Partacua.

Con el segundo objetivo a la vista, la Somola Alta (2.685 msnm), se tenía que descender por terreno pedregoso hasta un pequeño collado. Se acometía el ascenso a esta cota por una sucesión de chimeneas en la misma arista, con pasos algo comprometidos.

Tras disfrutar de unas extraordinarias vistas sobre el entorno, se descendía por un corto, pero delicado corredor. Ya por terreno más llano, el grupo se dirigía hacia la Peña Nevera (2.715 msnm), una elegante pala escorada hacia el norte sobre la misma cuenca de Ip.

Collaradeta, con sus 2.724 msnm, sería el techo de la jornada, con la vista puesta en la reina del lugar, Collarada, a la que finalmente no se ascendería.

Había que echar manos, de nuevo, para descabalgar de esta tercera cota, y dirigirse seguidamente hacia el conjunto Collaradeta-El Fraile (2.702 msnm), ascendiendo primeramente a este último, que también se asoma hacia el norte. Se descendía a un collado para continuar la ruta con el ascenso a Collaradeta. Con sus 2.724 msnm, sería el techo de la jornada, con la vista puesta en la reina del lugar, Collarada, a la que finalmente no se ascendería.

El descenso se haría por la ruta normal para proseguir por el paso de L’Abeté y dar a la pista de La Trapa unos metros por encima del punto de arranque donde se llegaba después de casi diez horas y media, tras haber recorrido 10,8 kilómetros y haber salvado un desnivel acumulado en torno a los 1.380 m D+/-, dando así por concluida una espectacular jornada de alta montaña. 

ÚLTIMAS NOTICIAS: