Ni el mal tiempo logra acallar el grito por la paz de Escolapios de Jaca

Ni la nevada de esta mañana ni el mal tiempo lograban acallar el grito unánime de Escuelas Pías de Jaca en el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, donde la tradicional Marcha por la Paz que recorre el centro de la ciudad cada 30 de enero tenía que ser suspendida ante las inclemencias meteorológicas.

Sin embargo, esta circunstancia no suponía impedimento para que cientos de personas, entre alumnos, profesores y otros miembros de la comunidad educativa, y familias se hayan sumado a la conmemoración internacional de esta entrañable jornada secundando en el acto por la paz organizado en las instalaciones del centro educativo. Un evento que, bajo el slogan La paz está en tus manos, tenía como protagonistas a los alumnos de Educación Primaria, ESO y Ciclo Formativo del colegio.

La Marcha por la Paz, que hoy tenía que ser suspendida, se celebra en Jaca ya desde hace varios años el 30 de enero, y secunda la conmemoración internacional de esta jornada que recuerda la muerte de Gandhi desde 1964.

El compromiso de cambiar el mundo comenzando por mantener la paz en las aulas

La directora académica del centro, Pilar Moreno, era la encargada de abrir el acto agradeciendo la presencia en el mismo de niños y jóvenes, en cuyas manos, recordaba, «queda el futuro». «En vuestras manos viven todas las posibilidades que le quedan a la humanidad de ser cada día un poquito mejor; en vuestras manos recae la responsabilidad de luchar por hacer un mundo menos materialista y más humano. Vosotros sois los que debéis manifestar vuestro inconformismo y las ganas de querer romper con las injusticias», señalaba la responsable del centro.

En esta ocasión, el Día de la Paz en Escuelas Pías se centraba en un llamamiento a fomentar la paz en las aulas: «Este año y de forma muy especial queremos mirar con mayor atención a nuestro entorno más cercano, nuestro colegio. Queremos que sea un lugar modelo de respeto, de tolerancia y de acogida a todos. Una casa para todos en la que nadie sobre y nadie se sienta de menos. Es por eso que queremos compartir nuestro compromiso y gritarlo fuerte para que todo el mundo se entere», anunciaba la directora, al tiempo de que advertía de que la comunidad educativa también es consciente de que hay que cambiar «un mundo con demasiadas experiencias de guerra y violencia».

Música, manifiesto y presentación de mediadores

En el transcurso del acto, los alumnos del Movimiento Calasanz subían al escenario para poner la nota musical e interpretar la canción Los niños queremos la paz, mientras que escolares de todos los cursos se encargaban de poner voz a un manifiesto.

Por otra parte, también tenía lugar, durante la celebración de la jornada escolar por la paz, la presentación de algunos de los mediadores del Programa de Convivencia, Mediación y Resolución de Conflictos que se desarrolla en el centro. Se trata de chicos y chicas elegidos por sus compañeros, a los que éstos pueden acudir para que les ayuden a solucionar cualquier incidente que pueda surgir en el colegio.

MANIFIESTO POR LA PAZ LEÍDO POR LOS ALUMNOS DE ESCUELAS PÍAS

Cuando ayudo a los amigos que lo necesitan, estoy haciendo la paz.
Cuando juego para divertirme, participar y cooperar y quiero lograr lo mejor de cada uno, estoy fomentando la paz en el deporte.
Cuando en clase atiendo, trabajo con responsabilidad y me relaciono desde el respeto con mis compañeros, estoy contribuyendo a que la paz en mi aula se haga realidad.
Cuando confío en mis padres, mis profes, mis amigos y mis hermanos y comparto lo que soy y lo que tengo con ellos, estoy construyendo la paz.
Cuando ayudamos a los necesitados: pobres, enfermos, marginados…estamos mejorando el mundo y siguiendo el camino de la paz.
Cuando nos damos cuenta de que algo que hemos hecho no está bien y pedimos perdón, eso es la paz verdadera. A partir de ese momento, empieza una nueva historia en la que todos nos esforzamos por hacer las cosas mejor.
Cuando soy auténtico y sincero y valoro a los demás por lo que son y no por lo que tienen, estoy siendo ejemplo de paz.
Cuando en mi tiempo libre soy creativo y realizo aquello que en el fondo deseo sin dejarme manipular por lo que todos hacen o dicen, estoy generando paz en mi entorno.
Cuando ayudamos en casa y compartimos responsabilidades juntos, aprendemos la importancia que tiene el trabajar en equipo deseando hacer felices a los demás. Esto también es un signo de paz.
Si yo creo en mí, me acepto y me respeto y veo a los demás como personas con diferentes gustos, inquietudes, pensamientos, sentimientos…pero de las cuales puedo aprender cada día, estoy siendo signo e instrumento de paz.

Alumnos de Escuelas Pías de Jaca