Nadie hace nada o es que la sociedad está ya saturada de otros problemas. Preocupantes. Alarmantes son los datos y los números que salen en estudios continuamente en nuestra sociedad actual tanto en prensa como en televisión sobre el consumo, por parte de muchos de nuestros jóvenes, cada vez en mayor cantidad, de sustancias estupefacientes, alcohol o tabaco.
Según estos estudios, la droga más consumida es esa que por lo general y por lo social solemos tomarla como acompañante tradicional de comidas y demás, el alcohol. De un 50 a un 60 por ciento consumen alcohol sobremanera en fines de semana largos. Algo a tener muy en cuenta. Seguidamente, está el tabaco, cuyo consumo es de un casi un 25 por ciento y, cada vez más, en jóvenes femeninas. Luego, pasamos al cannabis, con un consumo de cerca de un 16%. Y nosotros mirando a otro lado.
Estudios que nos hacen ver y ratificar, una y otra vez, que las edades de inicio para todos los tipos de sustancias son cada vez más inferiores, año tras año. Incluso podemos decir y asegurar que aparecen ya jóvenes o adolescentes entre 10 y 11 años que consumen ansiolíticos de manera frecuente. Otro frente abierto contra el que luchar de manera urgente. Lo que faltaba.
Y me pregunto: ¿Por qué muchos de nuestros adolescentes y jóvenes tienen el alcohol, el tabaco o el cannabis como sus “amigos” más recurrentes y necesarios para relacionarse y convivir con otros? ¿Qué falla en nuestra sociedad para que esto esté pasando y hagamos nada o casi nada para remediarlo? ¿Hay solución aún o es imparable el aumento de estos consumos?
Muchas preguntas para una sociedad que parece mirar para otro lado y parece no ver el problema que se avecina en un futuro no tan lejano: adultos enfermos, gasto sanitario, problemas mentales, etc…. Hagamos algo más.
