Borau se convertía este lunes en el escenario para una puesta en servicio sin precedentes que instalará fibra óptica de forma simultánea en 321 localidades del Alto Aragón. La consejera de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón, Pilar Alegría, y el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, daban a conocer en esta pequeña localidad jacetana, que apenas cuenta con 80 habitantes censados, los planes para llevar la conexión de alta velocidad a todos los rincones de la Jacetania y el Alto Gállego, entre otras comarcas que también se beneficiarán del proyecto. Tanto la consejera como el presidente de la DPH coincidían en señalar que este proyecto sitúa a Huesca como pionera en España y permitirá que el 99% de su población esté conectada a alta velocidad.
Un presupuesto de 4,5 millones de euros
El presupuesto para este proyecto asciende a 4,5 millones de euros. «En las primeras semanas de diciembre comenzará el trabajo sobre el terreno de la operadora aragonesa Embou, adjudicataria del servicio, en esta zona de la Jacetania, e irá dotando de una instalación de fibra óptica y de forma simultánea a todas las localidades; para cubrir las viviendas fuera del núcleo urbano, habrá otra red vía radio utilizando la tecnología WiMAX o LTE», se matiza desde la DPH. En todos los casos, se trata de núcleos con al menos 20 vecinos, que no disponen de cobertura de nueva generación ni previsión de tenerla en los próximos años.
El alcalde de Borau, Daniel López, y Jorge Blasco, director general de la operadora Embou, también participaban en el evento. La jornada, a la que han asistido numerosos representantes de la vida social, empresarial y política de la Jacetania, comenzaba con una visita a tres de los lugares que se van a beneficiar de las mejoras en las comunicaciones: el consultorio médico, una casa de turismo rural y una empresa de turismo de aventura.
En marzo, las primeras 50 localidades ya disfrutarán de banda ancha
Pilar Alegría anunciaba que, cuando finalice la legislatura, «la banda ancha habrá llegado a más de 900 entidades singulares de población» en todo Aragón. Un «derecho» -señalaba la consejera- que “nos hace más iguales y más libres vivamos donde vivamos”. En este sentido, el plan lanzado hoy por la Diputación Provincial de Huesca llegará con una conexión de 100 megas a las 321 poblaciones previstas, mientras que las «zonas diseminadas» tendrán garantizada la alta velocidad con más de 30 megas. La implantación completa del plan se desarrollará, por parte de Embou, en poco más de un año y medio -20 meses-.
De esta manera, está previsto que en marzo de 2019 las primeras 50 localidades puedan disfrutar ya de banda ancha. Al finalizar el próximo año, ya habrá más de 200 nuevos pueblos conectados.
Por su parte, el presidente de la DPH, Miguel Gracia, destacaba «el esfuerzo que ha supuesto, sobre todo, para los técnicos de la Diputación Provincial para poder sacar adelante un concurso novedoso, con muchas dificultades». Tras un proceso «largo y difícil», Gracia aseguraba que la de Huesca «es la primera Diputación de España que saca adelante el primer plan de banda ancha de esta dimensión».
Oportunidad para el despegue turístico de Borau
Borau se convertía este lunes en el ejemplo de uno de los pueblos de origen agrícola, ganadero y forestal que quiere despegar turísticamente con hasta 7 viviendas de turismo rural, empresas de turismo activo y una recién creada red senderos, tal y como recuerda la DPH. La lucha contra la despoblación aparece como telón de fondo para la implantación de la banda ancha, algo de lo que el alcalde, Daniel López, es consciente. En los últimos años, se han renovado las redes de abastecimiento y se han pavimentado las calles, además de modernizarse los espacios públicos. Ahora, la capacidad de conectividad llega como «una oportunidad» de desarrollo para la economía local, en igualdad con las grandes ciudades, explica el primer edil.
En este sentido, Luis Sarasa, propietario de una de una casa de turismo rural en Borau, explicaba que la banda ancha era una «necesidad». «Los clientes lo solicitan, porque, aunque tenemos conexión vía satélite», no es suficiente. «Hoy en día se necesita para buscar todo tipo de información», señala Sarasa, a lo que añade que la banda ancha también mejorará las gestiones propias de su actividad empresarial.
Mejoras en la atención sanitaria
El plan también supondrá un avance importante, por ejemplo, en el ámbito sanitario. Lourdes Cavero, enfermera del consultorio de Borau, explicaba que, hasta ahora, se veían obligados a tomar nota y gestionar los datos desde Aísa. «Se van a poder agilizar los registros y facilitar las citas, tanto para analíticas como para otras visitas». También permitirá acceder directamente y de forma inmediata al historial de los pacientes, algo que hasta ahora no era posible.
Para David Ruiz de Gopegui, propietario de una de las dos empresas de turismo activo de viajes y aventuras de Borau, supondrá, igualmente, un gran avance: «Nuestra problemática es que, a veces, tenemos que bajarnos hasta una localidad como Jaca para poder hacer algún trámite online que requiera de más capacidad» de la que hay habitualmente. Por eso, la llegada de la banda ancha es recibida como una muy buena noticia. «Nuestra oficina es una página web, donde están todos nuestros servicios y productos; día a día, trabajamos hasta tres horas en mantener actualizada esta página, y el problema que había es que muchos días no funciona», señala. En este caso, la única solución para el empresario pasaba, hasta ahora, por desplazarse hasta una localidad con una conectividad aceptable.
Un orgullo y un reto para Embou
Jorge Blasco señalaba que «es un orgullo, como empresa aragonesa que somos, abordar este proyecto. hace 16 años estábamos desplegando redes de un mega y era impensable que a día de hoy vayamos a desplegar uno de los proyectos más pioneros de Aragón y de España». Pero también supone «un reto, porque desplegar 321 poblaciones de menos de 100 habitantes de media en menos de 20 meses supone ir a unas 14 poblaciones al mes», señalaba el director de Embou.
Por Rebeca Ruiz
