«Hay mucho de romántico en el proyecto personal de abrir una librería» y así fue en el caso de la Librería Monimar que, fruto del amor por la lectura de dos generaciones de mujeres, de la mano de Vicenta Beired, y su hija, Mary Piedrafita, abrió sus puertas en la calle Serrablo de Sabiñánigo en 1977. Desde el principio, Monimar surgió con la idea de crear un lugar de encuentro alrededor de la lectura, un espacio donde charlar sobre los libros y la vida en un clima de confianza y cercanía.
La ampliación de Monimar
«Durante el confinamiento fueron muchas las personas que se reencontraron con la lectura, se rescataron textos pendientes y también, fue tiempo de reflexión que, en nuestro caso, nos llevó a decidirnos a cambiar de local y ampliar así nuestra tienda», explica Mónica Salvador, su actual propietaria. Ella es hija de Mary y nieta de Vicenta, y la tercera generación que comparte, con sus antecesoras y con todo Sabiñánigo, su amor por la lectura.
«Seguimos apostando por la librería de pueblo, una librería cercana por la que ya han pasado varias generaciones de personas lectoras que se han ido convirtiendo en nuestras amistades. Cada persona es distinta y cuando llega a la librería analizamos su necesidad concreta para así recomendarle una lectura adecuada poniendo en sus manos un abanico de opciones. Esa es la fuerza de la cercanía, de la conversación de tú a tú, del intercambio de experiencias lectoras que nos enriquece a todas y que nos hace madurar como personas y como comunidad», asegura la librera.
«intentamos abrir una ventana a otras realidades, otros imaginarios, descubrir y proponer lecturas que nos hagan aprender, conocer y reconocerse, imaginar, sanar, reír y llorar y en definitiva, disfrutar con la lectura»
Es, precisamente, esa cercanía, ese amor a su oficio, lo que marca el carácter diferenciador de Monimar. «Entre nuestra oferta -explica Mónica Salvador- se puede encontrar tanto literatura clásica, como las novedades más interesantes, para personas adultas y en edad infantil, prestando siempre especial atención a los sellos independientes».
«En nuestras estanterías y escaparate intentamos abrir una ventana a otras realidades, otros imaginarios, descubrir y proponer lecturas que nos hagan aprender, conocer y reconocerse, imaginar, sanar, reír y llorar y en definitiva, disfrutar con la lectura», añade.
A todo ello, y en su afán por dar respuesta a los intereses de su clientela, Monimar ha añadido a su catálogo «una gran selección de juegos educativos que complementan nuestra oferta para todas las edades», explica su responsable.
Servicio de encargo en Monimar
«Además -continúa-, disponemos de un servicio ágil de encargo que permite que, si entre nuestra amplia oferta no disponemos de lo que alguien busca, lo encargamos y en dos o tres días está en nuestra librería listo para ser devorado».
«A quienes no nos conocéis, os invitamos a pasaros por nuestra librería, y a nuestra clientela os deseamos que podamos seguir disfrutando juntas del placer de la lectura», concluye Mónica Salvador.
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