Castillos de papel es el nombre de una exposición que, en el Salón Panadería de la Ciudadela de Jaca, repasa la historia de la fortificación, a partir de más de medio centenar de recortables y maquetas realizadas por José Manuel Clúa, presidente de la Asociación para la Recuperación de los Castillos de Aragón (ARCA). La muestra, en cuyo contexto se ha presentado el nuevo recortable del Castillo de San Pedro, de Jesús Godina, se podrá visitar hasta el próximo 26 de noviembre, y protagonizaba su puesta de largo este fin de semana con una conferencia de Clúa.
Los recortables de papel tienen su origen en el siglo XVIII
Los recortables de papel tienen su origen en el siglo XVIII, siendo en sus inicios modelos planos, de los cuales las muñecas eran su mayor exponente. Pronto alcanzaron una gran popularidad, y fueron los de temática militar los que tuvieron mayor protagonismo. Con el paso del tiempo, el recortable fue adquiriendo mayor dinamismo, aparecieron recortables de carácter modular, especialmente las casitas, a los que siguieron otros que representaban edificios emblemáticos de nuestro patrimonio como los castillos. Posteriormente se diversificaron creando modelos de trenes, coches, aviones e incluso se utilizó el recortable como elemento ideológico y publicitario.
«Quizás los castillos han sido uno de los modelos más tratados dentro del mundo del papel recortable porque nos trasladan a otra época y su realización se convierte en un juego», explica la organización de la muestra, donde se expone, entre otras, la nueva maqueta del Castillo de San Pedro.
Castillos de papel: Desde un asentamiento de la protohistoria hasta los asentamientos fortificados del siglo XX
Esta muestra o exposición pretende dar a conocer, de manera sencilla, la evolución de la arquitectura fortificada. Por ello se incluyen modelos desde un asentamiento de la protohistoria hasta asentamientos fortificados del siglo XX. Sin pasar por alto los castillos de fantasía que tanto gustaban en la infancia.
Los tamaños son variados. Se exponen maquetas pequeñas de apenas 20×20 centímetros; medianas de hasta 55×55 y alguna excepcional de más de un metro de altura. En el espacio expositivo se muestran también algunos pliegos de recortables de los años 70 y principios de los 80 destinados a un público infantil.
En Aragón se ha tratado de manera breve este tipo de divertimento. No obstante hay diversos autores que con sus creaciones, desde hace mucho tiempo, han acercado al público en general al mundo del recortable. En esta muestra se incluyen algunos castillos aragoneses editados por diferentes instituciones o editoriales.
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