«A mi familia y a mí nos encanta Jaca. Nos sentimos felices a la sombra del Monte Oroel», asegura el general José Manuel Vivas Urieta, jefe de la División Castillejos. El general jacetano, que guarda también muy buenos recuerdos de su adolescencia en Sabiñánigo y de los veranos que pasó de niño en Casa Clavetaire, el hogar de su abuelo en Sallent de Gállego, está al frente de la unidad con mayor potencia de combate del Ejército, integrada por aproximadamente 20.000 militares, y que cuenta con los sistemas de armas más potentes y avanzados. Una fuerza que han podido conocer de cerca las miles de personas que han pasado este domingo por el Acuartelamiento Sancho Ramírez en la jornada de Puertas Abiertas que, en el marco de los actos conmemorativos del Día de las Fuerzas Armadas (Difas 2024), se ha celebrado en la capital oscense.
«La División Castillejos es la unidad con mayor potencia de combate del Ejército»
- ¿Qué es la División Castillejos y por qué es tan importante? ¿Qué capacidades la diferencian de otras unidades del Ejército?
La División Castillejos es la unidad con mayor potencia de combate del Ejército. Por eso es tan importante. Pero también lo es porque su Cuartel General es el único del Ejército que es capaz de constituir puestos de mando tácticos para planear y conducir operaciones de entidad ‘División’ en combate de alta intensidad contra un adversario avanzado tecnológicamente. Además, la División Castillejos está integrada aproximadamente por 20.000 hombres -un 10% de ellos son mujeres-. Y en sus unidades se encuentran los sistemas de armas más potentes, como son los carros de combate Leopardo, los VCI Pizarro o los VRC Centauro.
«Supone un honor, un privilegio y una gran responsabilidad» estar al frente de la División Castillejos, asegura el General Vivas
- ¿Qué supone mandar una unidad como la División Castillejos?
Supone un honor, un privilegio y una gran responsabilidad. La responsabilidad de ser capaz de impulsar y facilitar la consecución del mayor grado de preparación para el combate de todas las unidades que componen la división y de todos los militares que la integran, cada uno, en su puesto táctico.
- ¿Cómo es el día a día de un general que está al frente nada menos que de 20.000 hombres?
Los días suelen ser intensos, con frecuentes reuniones de coordinación presenciales con el Jefe de Estado Mayor de la División. Él es mi principal asesor, mi mano derecha. En la agenda hay constantes conversaciones y reuniones con los jefes de las brigadas y regimientos independientes. Cada uno de ellos son excelentes profesionales de gran capacidad y prestigio, lo que me facilitar enormemente el mando de la División. También realizo inspecciones a las unidades subordinadas, lo que supone algunos viajes largos por la geografía nacional. La verdad es que el día a día está lleno de incidencias y vicisitudes, por la gran cantidad de personas que componen la unidad.
Una unidad grande y compleja
- Desde la complejidad de mandar una unidad tan grande y dispersa geográficamente, ¿dónde radica la mayor dificultad?
La mayor dificultad para el Cuartel General radica, precisamente, en la gran esfera de control que asumimos. Son muchas unidades, muchas personas, muchas vicisitudes que ocurren cada día. Muchos apoyos mutuos a coordinar siempre en beneficio de la preparación para el combate. Por ello, el trabajo es mucho, pero lo asumimos con buen ánimo y el orgullo de ser la mayor fuerza de combate del Ejército.
- ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la División Castillejos?
Para mí es muy importante conseguir que el Cuartel General de la División Castillejos en Huesca se consolide como un destino prestigiado, meritorio y atractivo para cualquier militar. Aquí se trabaja mucho, en cantidad y en calidad. Y para un militar, estar destinado en un puesto exigente y operativo es siempre un reto motivador. Las vacantes de este Cuartel General de Huesca ya comienzan a ser bastante demandadas, y confío en que así siga siendo en el futuro.
«Todavía hace falta difundir más entre los oscenses la importancia de que desde esta ciudad se dirija la fuerza con mayor potencia de combate del Ejército», señala Vivas urieta
- ¿La sociedad civil es consciente de lo que supone que el Cuartel General de la División Castillejos esté en Huesca?
Pues yo creo que todavía hace falta difundir más entre los oscenses la importancia que tiene el hecho de que desde esta ciudad se dirija la fuerza con mayor potencia de combate del Ejército. Desde aquí se mandan seis brigadas: la Aragón, la Brileg, la Galicia, la Guzmán el Bueno, la Extremadura y la Guadarrama, además de los regimientos España 11 y Transmisiones nº 1.
- ¿Cómo es la relación con la ciudad y con la provincia de Huesca, y con la sociedad civil en general?
Extraordinaria. La sociedad oscense, de la que nos sentimos miembros, nos acoge a todos los militares con afecto y hospitalidad. Nos sentimos en casa, es la verdad. Huesca es una ciudad acogedora y con una gran calidad de vida. Nos sentimos bienvenidos y afortunados de estar ubicados en esta hermosísima provincia, que además es muy especial para mí, pues soy nacido y criado en Jaca y Sabiñánigo.
El Acuartelamiento Sancho Ramírez de Huesca ha celebrado este domingo una jornada de Puertas Abiertas en el contexto de la conmemoración del Día de las Fuerzas Armadas (Difas 2024), cuyo acto central tuvo lugar en Oviedo el pasado 25 de mayo. La jornada estaba organizada por el Cuartel General de la División Castillejos. Ha coincidido con la primera edición de la carrera La Sertoriana, organizada, en este caso, por el Regimiento de Transmisiones º1 (RT-1), el Ayuntamiento de Huesca y Peña Guara. Una exposición estática de carros de combate, vehículos y materiales; la exhibición de una tabla de combate; la música de la Banda de Guerra; pistas y estaciones para niños -además del rocódromo del Regimiento Galicia de Jaca y un estand de la Guardia Civil- o la proyección de vídeos de las distintas unidades que integran la División Castillejos han centrado la jornada. Miles de personas han disfrutado de las actividades.
«Mis recuerdos de Jaca son maravillosos»
- Cuando regresó a Huesca para ponerse al frente de la División Castillejos, ¿cuál fue su percepción de la ciudad?
Para mí la ciudad de Huesca fue un descubrimiento, debo reconocerlo con cierto rubor, ya que a pesar de ser la capital de mi provincia era muy desconocida por mí. Es una ciudad llena de historia, cultura, increíble gastronomía y gentes amables, buenas y generosas. Me está encantando conocerla mejor.
- Muy vinculado a Jaca, su relación con ‘la perla del Pirineo’ sigue siendo muy especial…
Jaca es mi ciudad. Nací allí y allí pasé mi infancia. Y mi adolescencia, entre Jaca y Sabiñánigo. Mi padre también nació en Jaca, y del mismo modo, mis tíos y primos por parte paterna. Mis recuerdos de Jaca son maravillosos, puesto que los recuerdos de la infancia y la juventud son muy especiales y se quedan grabados a fuego en la memoria. En Jaca fui muy feliz.
- ¿Continúa manteniendo vínculos con La Jacetania y el Alto Gállego?
Claro que sí. Tengo casa en Jaca, y también voy con cierta frecuencia a Sallent de Gállego y a visitar a mis familiares por parte materna, y a pasar algún rato con ellos. De niño, algunos veranos pasaba bastantes días en Sallent, en Casa Clavetaire, que es la casa donde nació mi abuelo, Pepe Urieta. Él fue para mí un referente, pues era una persona extraordinaria y enamorada de su Valle de Tena. Recuerdo que cuando íbamos en coche desde Sabiñánigo a Sallent, cuando pasábamos por Santa Elena, decía: «José Manuel, estamos atravesando las puertas del paraíso».
José Manuel Vivas: «Ojalá yo haya podido llegar a ser, al menos, la mitad de buen militar que fue mi padre…»
«Yo creo que mi vocación por el Ejército surgió algo tardíamente. No fue desde muy niño. Yo quería hacer algo vinculado con la actividad al aire libre, con la naturaleza, con la montaña. Entonces, como era buen estudiante, mi padre me dijo que quizá me podría gustar ser ingeniero de montes. Me arreglaron una entrevista con un ingeniero de montes conocido de mis padres, que me habló de lo que hacía y me llevó a su lugar de trabajo. La verdad es que no fue lo que me esperaba, porque me pareció mucho trabajo de laboratorio y papeleo y poco contacto con el monte como yo lo entendía. Poco a poco me salió la vocación militar, que igual ya tenía latente por ser hijo de militar y por haber visto cómo mi padre salía de maniobras por el Pirineo, ya que era diplomado para el Mando de Tropas de Montaña. También mi padre era una persona muy carismática, un jefe que era muy querido por sus subordinados. Creo que me motivó mucho seguir sus pasos. Ojalá yo haya podido llegar a ser al menos la mitad de buen militar que lo fue él…»
Jaca y el Monte Oroel, siempre presentes para el general Vivas
- ¿Volverá a Jaca?
Por supuesto, y muy frecuentemente, porque tanto a mi mujer como a mis hijos y a mí nos encanta Jaca. Nos sentimos felices a la sombra del Monte Oroel.
El general jacetano José Manuel Vivas Urieta es el jefe de la División Castillejos de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra desde el año pasado. Vivas Urieta nació en Jaca e ingresó en la
Academia General Militar en 1982. En los empleos de teniente y capitán ocupó destinos en Unidades de Montaña y Centros de Enseñanza, como la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales o la Academia General Militar. En el empleo de teniente coronel, ejerció el mando del BIEM IV y del Estado Mayor de la Unidad Militar de Emergencias. Posteriormente, ocupó el cargo de Adjunto para Operaciones al Jefe de Estado Mayor del MOPS. Ha participado en las misiones Unprofor en Sarajevo, Campaña Antártica del Ejército de Tierra, República Democrática del Congo y EUTM Mali en Bamako.
Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)
Galería completa de fotos de la jornada de Puertas Abiertas de la División Castillejos en el perfil de Facebook de JACETANIA EXPRESS
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