Apenas llegan noticias ya desde Valencia -en un segundo plano en la actualidad informativa-, pero los militares del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña de Jaca continúan al pie del cañón en Alfafar. Las Tropas de Montaña, con la discreción que las caracteriza, se entregan cada día en uno de los pueblos que se llevaron la peor parte de las inundaciones que provocaba la dana del pasado mes de octubre. Allí, todavía queda mucho por hacer. Más allá de las imágenes de las zonas recuperadas y de la aparente vuelta a la normalidad, el Ejército de Tierra sigue trabajando a destajo, siempre al servicio de la población civil y allí donde se le necesita.

El trabajo del Regimiento Galicia de Jaca en Alfafar
A punto de cumplirse tres meses desde que comenzara el despliegue de las tropas de montaña en Valencia, los militares del Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña de Jaca siguen al pie del cañón en Alfafar, uno de los pueblos más afectados por la dana que arrasó Valencia el pasado 29 de octubre.
Entre las imágenes de las zonas recuperadas y la aparente vuelta a la normalidad en muchos de los lugares asolados por el barro y la destrucción, en otros, casi 90 días después, la estampa continúa siendo desoladora. Es allí, en el corazón de la zona cero, donde continúan dándolo todo los militares de Jaca. El Regimiento Galicia mantiene sus rotaciones desde su despliegue en tierras valencianas el pasado 3 de noviembre. Y allí permanecerá, como ha anunciado el Ejército de Tierra, «hasta que sea necesario».





En Alfafar, las Tropas de Montaña se vuelcan en las tareas, que parecen interminables, de desescombro y limpieza
En Alfafar, las Tropas de Montaña se vuelcan en las tareas, que parecen interminables, de desescombro y limpieza, principalmente. Lejos de las cámaras y fuera de las redes sociales, los militares de Jaca, dentro del dispositivo del Ejército de Tierra en la zona cero, ponen a prueba su exigente preparación y su vocación de servicio.
Las Tropas de Montaña llevan fama de ser una unidad austera y dura. Pero a sus hombres y mujeres no les falta la sonrisa ni un gesto de cariño hacia aquellos que se les acercan porque ven en ellos un rayo de esperanza. Gestos que la población civil, aquellos que lo perdieron todo, agradecía de mil formas en los momentos más críticos de la tragedia, poniendo en valor el durísimo trabajo, entregado, discreto y siempre abnegado de los militares del Galicia 64.
224 muertos y tres desaparecidos
Un trabajo que ahora, como aquellas primeras imágenes de la catástrofe que conmocionaron a todo el mundo, parece irse difuminando conforme pasa el tiempo ante la flagrante necesidad de recuperar la normalidad tras lo sucedido y de tratar de olvidar la tragedia que se saldó con 224 muertos y tres desaparecidos. Pero solo lo parece. Porque el día a día de los militares de Jaca en Valencia sigue siendo tan duro como indispensable. Basta echar una mirada al escenario que los rodea para darse cuenta de la magnitud de la catástrofe y de lo imprescindible que sigue siendo allí su presencia.
Es la singularidad de las tropas de montaña, y en especial, del Regimiento de Infantería de Cazadores de Montaña Galicia 64 de Jaca, lo que convierte a esta unidad es una de las más exigentes del Ejército de Tierra. Su capacidad de desplegar de manera inmediata y de afrontar cualquier situación en condiciones extremas es lo que hace de sus hombres y mujeres los más preparados para afrontar una misión como la que dejó tras de sí la dana de Valencia. Su versatilidad y la preparación de sus militares ante situaciones extremas en escenarios de frío y/o montaña y la media de edad de sus componentes -no supera los 24 años- son sus mejores armas.
De los picos del Pirineo a las calles de Alfafar
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradecía este jueves a los efectivos desplegados de las Fuerzas Armadas y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) «su implicación absoluta para recuperar la normalidad en los municipios afectados en la provincia de Valencia», en lo que Moncloa definía como «un despliegue militar histórico y sin precedentes en tiempos de paz». Según los datos oficiales, desde que empezaran a desplegar estas unidades, más de 25.000 efectivos y hasta 1.900 vehículos terrestres, aéreos y acuáticos -entre ellos, las Tropas de Montaña, con los regimientos Galicia 64 de Jaca y América 66 de Pamplona– han participado y continúan participando en tareas de ayuda y reconstrucción. Una labor que va «desde el rescate de personas, el reparto de alimentos, la atención sanitaria o tareas de limpieza, hasta la reparación y puesta en marcha de infraestructuras».
Los soldados del Regimiento Galicia no reblan. Como reza el himno de las Tropas de Montaña, el sol de cada amanecer sigue siendo testigo de sus hazañas… Aunque esta vez hayan cambiado el blanco de las nieves de los picos y las crestas del Pirineo por el barro de las calles de Alfafar.
Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)
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