Un momento de la visita a Aragüés. (FOTO: Rebeca Ruiz)
por Rebeca Ruiz
El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, ha «invitado» a los alcaldes a que compartan sus necesidades con la institución provincial, porque «son ellos mejor que nadie los que saben qué es lo que necesitan» sus pueblos. En este sentido, la Diputación intenta cubrir todas aquellas necesidades que les van surgiendo a los ayuntamientos, colaborando, en muchos casos, en asuntos que no son de su competencia, explica su máximo responsable.
«Tenemos 1.600 kilómetros de accesos que mantiene la Diputación Provincial, a pesar de que son de titularidad municipal», recordaba el presidente de la Diputación. Precisamente, Gracia podía conocer este martes las obras que la DPH ha llevado a cabo en los últimos 700 metros de la carretera de acceso a Aragüés del Puerto (con un presupuesto de más de 200.000 euros). Estos últimos son de titularidad municipal, siendo el resto, hasta ocho kilómetros, vía autonómica.

El presidente provincial, junto a la vicepresidenta de la institución, Elisa Sancho, y el diputado por la Jacetania, Fernando Sánchez, se desplazaban este miércoles a la localidad de Aragüés del Puerto, donde se acaba de reconstruir, con ayuda de la DPH, la Casa de la Villa. Allí eran recibidos por el alcalde, Ángel Casajús, y los concejales Maite Ípas (exalcaldesa) y Andrés Larraz, y el presidente firmaba en el libro de honor del Ayuntamiento.
Cuatro años después de que un incendio destruyera este edificio, el inmueble ya ha recuperado toda su actividad, gracias al respaldo de la Diputación. La Casa de la Villa mantiene hoy sus tres plantas: en la primera, se ha instalado una tienda de productos de primera necesidad; otro espacio se ha destinado a centro cultural, y, el tercero, enmarcado en el Plan de Impulso de la Diputación de Huesca, comprende dos viviendas, ya habitadas por nuevos vecinos. La inversión realizada supera los 500.000 euros (la mitad, aportados por la DPH; 230.000 euros los aporta el Ayuntamiento, procedentes del seguro de incendios y, el resto, de Adecuara -lo correspondiente a la tienda-.
El presidente de la Diputación valoraba positivamente la recuperación de este tipo de servicios e infraestructuras que permiten asentar población, como es el caso de las dos viviendas habilitadas en la Casa de la Villa, y de ofrecer servicios de proximidad y que eviten desplazamientos, como ocurre con la tienda.

Miguel Gracia hacía hincapié en las «relaciones entre instituciones», lo que hace posible que se generen proyectos que redunden en lo que necesitan los pueblos más pequeños: que sea factible el asentamiento de familias jóvenes que garanticen su supervivencia. «Una labor fundamental de los pequeños ayuntamientos que permite cuestionar todo el discurso en torno a las duplicidades de competencias», ha explicado Gracia, a lo que ha añadido que «si desaparecieran la mitad de los ayuntamientos de la provincia también desaparecerían muchos pueblos».
Además, el presidente de la Diputación anunciaba que, si se cumplen los plazos previstos, todos los pueblos de la provincia podrían mejorar sus comunicaciones y entrar en el mundo de las nuevas tecnologías en un periodo no superior a dos años, una vez rubricado el convenio que, en esta materia, firmaron los representantes de las diputaciones de Huesca, Zaragoza y Teruel con el Gobierno de Aragón. La mitad de la financiación necesaria está comprometida con fondos europeos, «una vez avanzado y ejecutado por la Diputación el montante» correspondiente. Este plan permitirá llevar a los pueblos más grandes la banda ancha, y a los más pequeños, la mejora de comunicaciones a través de satélite, «para que todos puedan tener una conexión digna que permita trabajar a las personas que se instalen en pueblos pequeños en la globalización».

Por su parte, el alcalde de Aragüés agradecía al presidente provincial el apoyo a los pueblos más pequeños. «Tenemos vecinos nuevos, gracias a las ayudas de la Diputación», explicaba Ángel Casajús.
El problema al que se enfrentan municipios como Aragüés pasa por la necesidad de que lleguen jóvenes que puedan quedarse en el pueblo, para lo que es fundamental crear empleo. «Aquí es muy difícil conseguir trabajo», señala el alcalde, que cree que la implantación de las nuevas tecnologías y la mejora de las comunicaciones en la zona va a ser un paso muy importante.
Además, muchas veces, cuando se crean puestos de trabajo, dependen de otras empresas cuyos intereses no coinciden con los de los pueblos. Es el caso, por ejemplo, de Sarga, que gestiona el Parque de los Valles Occidentales, con la contratación de brigadas para las que no se cuenta con los trabajadores locales. De hecho, el Ayuntamiento tiene varias casas en disposición de alquilar a precios casi simbólicos a disposición de familias que quieran trasladarse a vivir a Aragüés. Todo para luchar contra la despoblación del medio rural.