Alumnos del IES Domingo Miral rescatan la memoria de mujeres relevantes en la Jacetania

Un grupo de alumnos del IES Domingo Miral de Jaca presentaba esta mañana un documento con los nombres de seis mujeres que, tras un intenso trabajo de investigación, merecen -tal y como han defendido- un reconocimiento por parte de la ciudad. En concreto, una calle que lleve su nombre y que impida que la historia de estas mujeres destacadas caiga en el olvido.

(FOTO. Rebeca Ruiz)

«Doña María Josefa Yzuel, física muy reconocida en el ámbito nacional e internacional; Doña Amparo Pacheco, cuya labor social no podemos dejar de reconocer; Doña Concha del Cacho, la campanera, con sus toques de campanas y su aportación al folclore jacetano; Doña Lola Pardo, Doña Pilar Ponzán, Las golondrinas… y tantas otras que, aunque no sean conocidas por su nombre propio, han aportado tanto al desarrollo de nuestra sociedad. Para todas ellas y para todas aquellas que siguen siendo invisibles, va dedicado nuestro proyecto Merezco una calle», destacan los autores de la propuesta.

Importante labor de investigación y coordinación

Los estudiantes, coordinados por las profesoras Lola Lacambra, Alicia Lafuente y Laura Pellicer, han desarrollado un importante trabajo de investigación y documentación, que daba como resultado la selección de seis mujeres (o colectivos) del siglo XX que, por su labor o significado en la Jacetania, pueden ser consideradas merecedoras de dar su nombre a una calle.

(FOTO: Rebeca Ruiz)

En Jaca, sólo cuatro calles tienen nombre de mujer. Algo totalmente desproporcionado, si se tiene en cuenta que el callejero de la ciudad cuenta con más de 300 vías y que pone de manifiesto que la ciudad sigue teniendo una asignatura pendiente en este ámbito. Ante esta situación, un grupo de alumnos de primero a cuarto de la ESO del instituto Domingo Miral de Jaca tomaba la iniciativa y, desde el Aula de Desarrollo de Capacidades del centro, desarrollaba un documento basado en el proyecto http:// www.merezcounacalle.com. El documento era entregado este lunes al alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, en el transcurso de un acto que ha contado con la presencia de familiares de las mujeres propuestas por los jóvenes, así como de otras personas que han ayudado al grupo con el trabajo. La concejala Susana Lacasa y la directora del centro, Carmen Bello, también ha estado presente en el emotivo acto.

«No hemos podido evitar preguntamos por qué nunca nos han contado sus historias, ni nos han mencionado nada en respecto a ellas. Por el contrario, la mayoría de nosotros conocemos la historia de algunos hombres que tienen una calle, no de todos, claro, por que hay muchos. Podemos afirmar que la mujer en Jaca no ha tenido el debido reconocimiento, dado que no hemos sido capaces de encontrar muchas calles en su honor», explicaban los alumnos, en referencia a la motivación que les ha llevado a realizar este trabajo. No se trata de cambiar nombres de calles, sino de tenerlas en consideración cuando haya que nombrar vías de nueva creación.

(FOTO: Rebeca Ruiz)

Las mujeres propuestas

A continuación, se recoge un extracto del dossier entregado por los estudiantes y sus profesoras al alcalde de Jaca y un resumen de los méritos que justifican su petición de una calle con el nombre de las citadas mujeres. El trabajo ha sido desarrollado por Santi Ayora, Rodrigo Azabal, Ollie Bell, Javier Calvo, Nadia González, Sara Liébana, Dena Naskova, Iván Rodríguez, María Solana, Carlos Ubieto, Íñigo Maluenda, Airam Salmerón, Paco Villacampa, Miguel Vivas, Brais Abalde, Mónica Ara, Ylenia Belda, Javier Cara, Tania Pérez, Xabier Domínguez, Rodrigo Díaz, Delia Ara, Lucas Juan, Ismael Mingorance, Paula Oliva, Carlota Tickner, Carmen Alvarado e Iker González.

Las golondrinas

Las golondrinas eran valientes mujeres mayoritariamente aragonesas que emigraban a Francia en la época otoñal y volvían a España en primavera, después de haber trabajado turnos diarios de hasta dieciséis horas haciendo alpargatas en la fábrica de Mauleón.

Estas mujeres cruzaban los Pirineos a pie. Seguían una ruta que pasaba por distintos pueblos hasta llegar a su destino, donde se iban sumando mujeres. Les costaba cuatro días y, al final, llegaban a la fábrica más de 700 aragonesas, donde tenían que desarrollar su trabajo en condiciones muy precarias. Salvatierra, Fago, Ansó, Berdún, Sigüés, Aísa, Jaca, Artieda o Aragüés de Puerto eran algunos de los pueblos de la Jacetania de donde procedían Las golondrinas. Unas mujeres gracias a cuyo sacrificio pudieron sobrevivir familias enteras.

Pilar Ponzán Vidal

Pilar Ponzán nació en Huesca en 1910. En 1936, se trasladó a Jaca para ejercer como maestra en la Ciudadela y allí pudo presenciar la rebelión en Jaca. Fue encarcelada hasta en tres ocasiones «por asistir poco a misa, votar y leer prensa de izquierdas». En Toulouse, junto a su hermano, creó el Grupo Ponzán para guiar a los inmigrantes de varios países sin que los interceptaran y así
darles refugio, con lo que salvó innumerables vidas.

Concha del Cacho Pérez (La Campanera)

Concha del Cacho Pérez fue la última campanera que tuvo Jaca. Las campanas eran uno de los medios de comunicación más importantes en Jaca, y eran responsabilidad de Concha del Cacho. También ayudaba en la sacristía y en todos los quehaceres de la Catedral junto a su esposo, Agustín Enrique Laguna, el sacristán de la Catedral de Jaca, como ocuparse del Museo Diocesano. Tras su aparición en un documental sobre el Camino de Santiago en el que aparecía tocando las famosas campanas de la Catedral, recibió una oferta de TVE, que consistía en salir en el famoso programa de la época Reina por un día. Concha del Cacho Pérez falleció en 1993 con 78 años. Dedicó toda su vida a trabajar en la Catedral de Jaca y fue la última generación de campaneras, que habían existido en Jaca durante más de 600 años.

Amparo Pacheco García

Amparo Pacheco nació el 9 de febrero de 1921 en Fuentetoba, en Soria. Viviendo ya en Jaca con su marido y sus dos hijas, decidió irse con ellas a Zaragoza para empezar con su carrera de comadrona. Hay que pensar que en aquella época (1946) a ninguna mujer se le ocurriría dejar a su marido solo y marcharse, pero ella siempre había sido independiente y muy valiente.
Pasados tres años, obtuvo el título de comadrona el 15 de julio de 1949 (a sus 28 años). Entonces, volvió a Jaca con su marido. Cuando regresó, los habitantes de Jaca empezaron a llamarle Doña. Era una típica mujer aragonesa: digna, humilde, luchadora, independiente, trabajadora y honesta. Trabajó 41 años, asistiendo más de 2.000 nacimientos de niñas y niños de Jaca.

Lola Pardo García

La espía de Canfranc, es decir, Lola Pardo García, fue una mujer que, junto a su hermana Pilar, cada día 15 del mes desde 1940 a 1942 pasó archivos secretos militares ocultos en la faja.

Estos documentos contenían información sobre los movimientos militares alemanes en el sur de Europa. La oferta de trabajar como espías aliadas en la II Guerra mundial a Lola y su hermana pequeña fue realizada por Albert Le Lay, quien en aquel momento era el jefe de la aduana francesa, colaboró en el paso de la primera radio usada por la resistencia francesa e hizo de enlace del correo entre los aliados y la resistencia.

Además de salvaguardar la vida de muchos judíos, que huían del régimen nazi impuesto en Francia. La ruta que estas dos jóvenes mujeres realizaban era de Canfranc a Zaragoza. Al ser hijas de un vigilante de túnel y cuñadas de un guardia civil, no levantaban sospecha alguna.

Josefa Yzuel Giménez

María Josefa Yzuel Giménez nació en Jaca en 1940 y es Hija Predilecta de la ciudad. su contribución a la ciencia es tan grande que un edificio del parque tecnlógico Walqa lleva su nombre. Nació en Jaca en 1940. Licenciada en Ciencias Físicas por la Universidad de Zaragoza (1957-1962), se doctoró en 1966. Simultáneamente estudió también Magisterio como alternativa, a la falta de salidas para su vocación. Amplió su formación con una estancia postdoctoral en la Universidad de Reading (Reino Unido). De vuelta a la Universidad de Zaragoza, en 1971, obtuvo la plaza de Profesora Agregada de Óptica y Estructura de la Materia, y en 1982, logra la Cátedra de Óptica de la Universidad Granada. En 1983, se incorporó a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) como Catedrática de Óptica, lugar donde desarrolló su carrera profesional.

Entre sus méritos, está haber sido galardonada con la Medalla de Física de la Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA en 2014, por ser la primera mujer española con plaza estable en la universidad en el área de Física, en 1971. Su investigación en procesado de imágenes y cristales líquidos es reconocida a escala mundial.

Desideria Giménez Moner (La Cazoleta)

La mujer que completa la propuesta de los jóvenes del IES Domingo Miral es Desideria Giménez Moner (La Cazoleta), que en Jaca ya tiene una calle, pero no aparece su nombre sino sólo su apodo. Nació en 1919 y fue fusilada el 7 de agosto de 1936 por defender los derechos y las libertades.

Por Rebeca Ruiz

(FOTO: Rebeca Ruiz)
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