JACETANIA EXPRESS

Un homenaje pendiente. In memoriam Ángel Zamorano Rojo

Coincidiendo con el 44º aniversario de la creación de la COE (Compañía de Operaciones Especiales) de la EMMOE, recientemente se rendía homenaje al exsoldado Ángel Zamorano Rojo, fallecido en acto de servicio el 10 de junio de 1984 en la zona de Las Batiellas. En un emotivo encuentro, que contó con la presencia de sus familiares, la Asociación de la COE de la EMMOE recordó a su compañero.

Un homenaje pendiente. In memoriam Ángel Zamorano Rojo.
Un homenaje pendiente. In memoriam Ángel Zamorano Rojo.

Un homenaje pendiente. In memoriam Ángel Zamorano Rojo

El pasado 9 de noviembre, la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) acogió la celebración del XLIV aniversario de la fundación de la COE de la EMMOE, un acto que este año adquirió una relevancia especial: el merecido homenaje al exsoldado Ángel Zamorano Rojo, fallecido en acto de servicio el 10 de junio de 1984 en la zona de Las Batiellas. La ceremonia contó con la presencia de su familia, que regresaba por primera vez a Jaca desde aquel trágico suceso.

Un reencuentro tras más de cuatro décadas

Meses antes del acto, miembros de la Asociación de la COE de la EMMOE iniciaron la búsqueda de los familiares de Ángel en su localidad natal, El Romeral (Toledo). Tras varios días de gestiones, lograron contactar con su hermano Santiago, a quien trasladaron la intención de descubrir una placa conmemorativa en la antigua ubicación de la COE, donde Ángel sirvió.

Aunque habían pasado más de 41 años, nunca se había podido celebrar un reconocimiento oficial. Finalmente, se desplazaron hasta Jaca cinco familiares: los hermanos Santiago y Eva Zamorano Rojo, los sobrinos Santiago y Miguel, y el tío Jesús Rojo Palacio.

El encuentro, celebrado el sábado 8 de noviembre en el hotel donde se alojaban, resultó especialmente emotivo. Los familiares pudieron escuchar, por primera vez con detalle, el relato del accidente narrado por quienes estuvieron junto a Ángel en sus últimos instantes. El ambiente se cargó aún más de simbolismo cuando Eva recitó de memoria los versos inscritos en la lápida de su hermano, escritos por su madre, amante de la poesía; uno de los sobrinos llevaba incluso tatuadas estas mismas palabras en el pecho:

El acto oficial en la EMMOE

La ceremonia principal tuvo lugar el domingo, 9 de noviembre, en el salón de actos del acuartelamiento San Bernardo, presidida por el coronel director de la EMMOE, junto con el director del Departamento del Curso de Operaciones Especiales y el suboficial mayor. Asistieron antiguos jefes, oficiales, suboficiales y personal de tropa de la COE y de la MOE, así como las asociaciones de veteranos -entre ellas, la Asociación de la COE de la EMMOE, artífice de la iniciativa-.

Tras la proyección de un vídeo sobre el último Curso de Operaciones Especiales, un miembro de la asociación pronunció unas palabras en memoria de Ángel Zamorano Rojo. A continuación, se hizo entrega a sus hermanos Santiago y Eva de una Bandera de Percha o de Mochila, acompañada de una explicación sobre su profundo significado como símbolo póstumo de honor. Eva recibió también el carné de Socio de Honor de su hermano por parte de dicha asociación.

Placa conmemorativa en honor de Ángel Zamorano Rojo

Posteriormente, los asistentes se trasladaron a las instalaciones de la antigua COE de la EMMOE, donde se descubrió la placa conmemorativa dedicada a Ángel. El coronel director entregó a Eva un recuerdo institucional con el nombre de su hermano, así como la bandera que había cubierto la placa. Ella dirigió unas emotivas palabras de agradecimiento a la EMMOE y a los presentes.

El recorrido concluyó en la capilla de Nuestra Señora de las Nieves, donde en 1984 se celebró el funeral de cuerpo presente del soldado. A la entrada, un cuadro con los nombres de todos los fallecidos en acto de servicio en la EMMOE provocó una mezcla de orgullo y emoción entre los familiares.

Un capítulo que por fin se cierra

Tras un vino de honor, la familia emprendió el regreso a Toledo profundamente emocionada. Para ellos, el acto significó cerrar un capítulo que había permanecido abierto durante más de cuatro décadas. Por parte de la EMMOE y de la Asociación de la COE de la EMMOE, se reiteró el agradecimiento por la presencia de los familiares, destacando el estrecho vínculo que se generó entre ambas partes.

Ángel Zamorano Rojo, siempre presente.

Nota final

La Asociación de la COE de la EMMOE actuó como intermediaria entre la familia y la Escuela, impulsando este homenaje largamente aplazado. Además, se hizo cargo íntegramente de los gastos de alojamiento y desplazamiento de los familiares.

Por Asociación de la COE de la EMMOE. Fotos gentileza de la Asociación de la COE de la EMMOE (Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales)

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