Félix de Azara y el origen de los ingenieros militares es el título de la exposición que se ha inaugurado este lunes en el Palacio de Villahermosa de Huesca, y que pone en valor la figura del multifacético naturalista e historiador y el legado de los ingenieros militares, también en su dimensión civil, que permitió el desarrollo y la modernización de la sociedad de su época. Una muestra donde está muy presente el Regimiento Galicia, al que perteneció Félix de Azara, a través de una réplica de su bandera Coronela, que se ha trasladado a Huesca para la ocasión.

Félix de Azara y el origen de los ingenieros militares
El coronel Rafael Matilla, subdelegado de Defensa en Huesca, inauguraba este lunes en el Palacio de Villahermosa de Huesca la exposición Félix de Azara y el origen de los ingenieros militares. Una propuesta cultural que reivindica la figura, muchas veces olvidada, del multifacético naturalista, historiador y cartógrafo que retrató Goya, del que bebió el mismo Darwin y cuya figura ensalzó el Nobel de Medicina Ramón y Cajal. Y que sirve de excusa para poner en valor la labor que desarrollaron los ingenieros militares, con la realización de obras públicas con las que introdujeron el desarrollo y la modernidad en la sociedad civil y, con ello, importantes avances en la calidad de vida de los ciudadanos.
La importante labor de los ingenieros militares
Se encargaba Matilla, en la puesta de largo de la exposición, de repasar la fascinante vida de Félix de Azara y los orígenes y la historia del Cuerpo de Ingenieros militares en España, pero también en América. Una labor que, «más allá de las fortificaciones defensivas, se materializó en la construcción de universidades, hospitales, puertos, carreteras, obras hidráulicas… un sinfín de obras públicas que facilitaron la cohesión entre los diferentes pueblos americanos y la perdurabilidad de un imperio», destacaba.
En este sentido, el subdelegado de Defensa recordaba que Lima, capital del Virreinato del Perú, llegó a tener más hospitales que iglesias, disponiendo de una cama hospitalaria por cada 101 habitantes, índice sensiblemente superior al que tienen hoy en día las ciudades españolas. O el caso de La Habana, que en 1837 ya dispuso de la primera línea de ferrocarril. «Ejemplos minúsculos -añadía el coronel Matilla- de un patrimonio ingente que no hace más que corroborar la impresionante labor desarrollada por España en América, en contra de la historiografía manipulada y perversa que pone a los españoles como destructores de civilización, enemigos de las ciencias y las matemáticas».
El coronel Matilla y el general de brigada José Jarne guiaban a los asistentes, entre los que se encontraba Félix Jordán de Urriés, descendiente de Félix de Azara, junto a su madre y su hermana, por la muestra, que se completa con información adicional a través de códigos QR.
El Regimiento Galicia en la exposición Félix de Azara y el origen de los ingenieros militares
El Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña de Jaca ocupa un lugar destacado en la exposición sobre Félix de Azara y los ingenieros militares. Una réplica de su bandera Coronela (la que tuvo el Regimiento en el periodo entre 1815 y 1823) se ha trasladado ex profeso para la ocasión al Palacio de Villahermosa.
Antonio Tena, suboficial mayor del Galicia 64, aseguraba que «para el Regimiento es un honor contar con personas como Félix de Azara. En 1764, ingresó como cadete en el Regimiento de Infantería Galicia. Hoy estamos en Jaca, pero en aquel momento, el Regimiento estaba en Barcelona. Unos años después ingresó en la Academia de Matemáticas de Barcelona, que era donde se formaban los ingenieros militares, y que es el antecedente inmediato de la actual Academia de Ingenieros. Allí mostró tal capacidad y rendimiento que lo que era una carrera de tres años, Félix de Azara la hizo en dos».
La familia de Félix de Azara manifestaba su interés por conocer la Sala Histórica del Regimiento Galicia, inaugurada en 2019 en el Acuartelamiento San Bernardo de Jaca, y que repasa la historia de una de las unidades más antiguas y prestigiosas del Ejército Español.
Por otra parte, en la exposición tampoco falta la Ciudadela de Jaca, cuya construcción fue encomendada por Felipe II al ingeniero italiano Tiburcio Spannocchi en 1592 y que es un exponente único de la traza a la italiana, un modelo de fortificación que responde a los nuevos esquemas de arquitectura militar derivados del uso de la artillería.
Félix de Azara, 20 años «en los confines de la tierra»
Durante el reinado de Carlos III, en la segunda mitad del siglo XVIII, la Corona española alcanzó su máxima extensión territorial en América, aunque quedaban espacios en los que la frontera permanecía indecisa, como fue el caso de los límites con Portugal en Brasil. Para definirlos con exactitud, el Gobierno español envió una comisión en la que destacó Félix de Azara, quien pasó veinte años de su vida, según sus palabras, «en los confines de la tierra, olvidado de mis amigos, sin libros, continuamente ocupado en viajar por desiertos o en inmensos y espantosos bosques, casi sin ninguna sociedad más que las de las aves del aire y los animales salvajes».
Félix de Azara nació en Barbuñales (Huesca) en mayo de 1742. Fue militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo y naturalista. Realizó sus primeros estudios en la Universidad Sertoriana de Huesca. La exposición, que se puede seguir a través de paneles, vídeos y audios explicativos, desarrolla su vida y su legado. También pone en valor la Academia de Matemáticas de Barcelona, el centro donde se forman los ingenieros militares, entre los cuales destaca Félix de Azara, y que tuvieron una gran importancia en el desarrollo de la ingeniería y arquitectura, civil y militar, en el siglo XVIII, tanto en España como en América.
Innumerables detalles y curiosidades históricas
La muestra está cargada de detalles, anécdotas y curiosidades. Por ejemplo, repasa los monumentos y los espacios públicos dedicados a Félix de Azara en Barbastro, Huesca, Barcelona, Buenos Aires o Asunción. Y, del mismo modo, las especies animales o los espacios naturales a los que el oscense da nombre. Es el legado de Félix de Azara, ingeniero militar, y uno de los personajes más importantes, y quizá también más desconocidos, que se esconden entre las páginas de la historia de España.
La exposición Félix de Azara y los ingenieros militares se puede contemplar hasta el próximo 12 de noviembre, en la Fundación Ibercaja (Palacio de Villahermosa) de Huesca.
Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)
ÚLTIMAS NOTICIAS:
- La puesta de largo de los cajones flamencos de Doña Sancha en Jaca se convierte en toda una fiesta
- Diversabi se reinventa en Sabiñánigo tras 29 años con un intenso programa para Navidad
- Trabajar para vivir. Artículo de opinión de Jesús Gericó, alcalde de Sallent de Gállego
- La Comarca de la Jacetania aprueba un presupuesto de más de 7 millones de euros para 2026
- El helipuerto de Jaca participa en 15 emergencias desde su estreno