Con un alegato en defensa de la poesía y de la reflexión frente a la vorágine de una sociedad en la que "el conocimiento y la información pueden ser sustituidos por la comunicación de bulos y por la separación de la realidad y las creaciones virtuales que falsean la mirada", el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, inauguró el pasado viernes los Cursos Extraordinarios de Verano de la Universidad de Zaragoza en Jaca. El escritor, al que el recuerdo de las conversaciones con su padre le traslada al momento en el que Federico García Lorca terminó cantando al piano en la residencia universitaria tras suspenderse el estreno con La Barraca, reivindica la necesidad de que "las humanidades nos enseñen a conservar la memoria y la experiencia humana, en diálogo después con la ciencia y con la técnica, resistiéndose a convertir el tiempo en una mercancía de usar y tirar".