Tras la marcha de las últimas monjas del Monasterio de las Benedictinas de Jaca, han surgido distintas voces que proponen diferentes alternativas encaminadas a proteger este patrimonio. Entre ellas, la de la Asociación Sancho Ramírez, que ha solicitado la declaración de Bien de Interés Cultural para el Monasterio de Santa Cruz de Jaca. Por otra parte, el Ayuntamiento de Santa Cruz de la Serós, donde llegaron las monjas hace siglos, antes de trasladarse a Jaca en 1555, reclama el sarcófago de Doña Sancha.
La Asociación Sancho Ramírez solicita la declaración como Bien de Interés Cultural del Real Monasterio de Santa Cruz de la Serós de Jaca
La Asociación Sancho Ramírez ha solicitado formalmente al Gobierno de Aragón la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del conjunto formado por el Real Monasterio de Santa Cruz de la Serós de Jaca, su arte mueble y su archivo histórico, ante el riesgo de deterioro o expolio tras la marcha reciente de la comunidad benedictina.
Este emblemático monasterio, erigido en el siglo XVI sobre el solar del antiguo palacio de los reyes de Aragón, es uno de los enclaves patrimoniales más singulares de la ciudad de Jaca y de la Comunidad Autónoma. En él residió hasta fechas recientes la institución viva más antigua de Aragón: la comunidad femenina benedictina fundada en el siglo XI en Santa Cruz de la Serós.
«El conjunto destaca por su valor arquitectónico, artístico, documental y emocional»
El conjunto destaca por su valor arquitectónico, artístico, documental y emocional. Entre sus tesoros figuran el sarcófago románico de doña Sancha, un antifonario del siglo XII, el claustro renacentista, varias obras de arte medievales y barrocas y el archivo del monasterio, que incluye parte del fondo documental del Monasterio de San Juan de la Peña.
El edificio ha sido modificado a lo largo de los siglos, conservando elementos esenciales de su configuración monástica. No obstante, a día de hoy, sólo el sarcófago de doña Sancha y un tramo de las antiguas murallas de Jaca cuentan con protección legal específica.
Dado el profundo arraigo del monasterio en la vida cultural y espiritual de Jaca y la Jacetania, la asociación promotora hace un llamamiento a instituciones, expertos ya la ciudadanía para recabar apoyos que garantizan su preservación y puesta en valor como parte esencial del patrimonio aragonés.
Por Asociación Sancho Ramírez
El Ayuntamiento de Santa Cruz de la Serós reclama el sarcófago de Doña Sancha y que se le consulte sobre el futuro del patrimonio del Monasterio
Con tristeza pero con gratitud, recibimos la noticia de la marcha de las Madres Benedictinas del Monasterio que habitaban en Jaca desde que se trasladaron desde Santa Cruz en el año 1555.
Desde este anuncio, el pueblo de Santa Cruz, y esta representante en su nombre, se puso en contacto con el Gobierno de Aragón sobre la situación en la que quedaba el Monasterio y los Bienes de Interés Cultural propiedad de las Madres Benedictinas, con las cuales, y por respeto al momento emocional que están viviendo por su marcha, todavía no hemos hablado.
No ha pasado un mes, y vemos con preocupación las noticias y peticiones y la utilización mediática y hasta política de una circunstancia y un asunto tan privado.
Como alcaldesa del pueblo de Santa Cruz de la Serós, y como representante del pueblo, se ha solicitado una reunión con las Madres Benedictinas, así como con los Departamentos oportunos del Gobierno de Aragón, para hablar no solo de los Bienes de Interés Cultural que en sí encierra el Monasterio que hoy se queda vacío y que es propiedad de las Madres Benedictinas, sino para que se nos tenga en cuenta a la hora de tomar decisiones, ya que somos inicio y continuación de la Historia de Aragón, del respeto que merecen nuestras figuras históricas y nuestros monumentos, nuestro patrimonio cultural e inmaterial, de la utilización de figuras históricas como personajes de ficción, y de todo lo que Santa Cruz de la Serós ha conservado, y sobre todo puesto en valor, quizá de manera demasiado reservada.
«Su sepulcro, sus pertenencias, deberían volver al origen»
Pues si un día la Infanta Doña Sancha, hija de Ramiro I, después Condesa, dejó constancia “de descansar junto a sus hermanas”; su sepulcro, sus pertenencias, deberían volver al origen, al lugar donde están sus coetáneas, en el Monasterio de Santa Cruz de la Serós, Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.
Por todo ello, y para seguir preservando nuestra memoria y la de las fundadoras de este cenobio que preside nuestro hermoso lugar, nuestra historia y nuestro futuro, desde el Ayuntamiento de Santa Cruz se inicia procedimiento para que su nombre administrativo y oficial pase a llamarse Santa Cruz de las Sorors, como antes, a las que llevaron, llevamos y tendremos con orgullo en el corazón.
Por Marifé Vinacua, alcaldesa de Santa Cruz de la Serós
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