Cada vez hay más hogares que han dado el salto al autoconsumo para ahorrar en la factura de la luz. Las opciones para hacerlo son muchas y muy variadas, tanto si se opta por llevar a cabo la instalación por componentes individuales, como por un kit solar. Los expertos, explican qué tipos de kits solares de autoconsumo hay y cuándo optar por uno con batería o sin ella.

Kit solar de autoconsumo
La transición energética hacia modelos más sostenibles ha impulsado en los últimos años la instalación de kits solares de autoconsumo en hogares y empresas. La posibilidad de producir electricidad limpia desde el propio tejado ya no es un escenario de futuro, sino una realidad al alcance de miles de familias. La elección de un sistema u otro puede determinar no solo el ahorro económico, sino también la eficiencia y la independencia energética de los usuarios. En este sentido, los kits sin batería ofrecen una solución más asequible y suficiente para muchos usuarios, mientras que los sistemas con almacenamiento aportan un plus de autonomía que se valora cada vez más en un contexto de precios eléctricos volátiles y de búsqueda de resiliencia energética.
Ahora bien, aunque los expertos subrayan que el futuro del sector apunta a un aumento en la eficiencia y en la reducción de costes de las baterías, hasta el momento, el análisis de los hábitos de consumo y de los objetivos personales sigue siendo la clave para decidir qué kit solar se adapta mejor a cada caso.
Lo primero de todo, ¿qué tipo de kits solares hay?
Los kits solares de autoconsumo se presentan en dos modalidades principales: con batería y sin batería. Los primeros de ellos, los kits sin batería son los más sencillos y accesibles en términos de precio. Se componen de paneles solares, inversor y el cableado necesario para conectar la instalación a la red eléctrica del inmueble. Su funcionamiento es directo, ya que durante las horas de sol los paneles generan electricidad que se consume en el mismo momento. Además, si se produce más energía de la que se necesita, el excedente se vierte a la red y puede compensarse en la factura gracias al sistema de compensación simplificada.
En cambio, los kits con batería añaden un elemento esencial, el sistema de almacenamiento que permite guardar la energía sobrante para utilizarla más tarde, cuando ya no hay radiación solar. Esta opción aporta mayor autonomía, ya que el usuario puede seguir consumiendo electricidad de origen solar durante la noche o en días nublados, reduciendo su dependencia de la red eléctrica. Ambas soluciones comparten el mismo objetivo, que es el de aprovechar la energía solar para cubrir el consumo eléctrico propio. No obstante, la presencia o ausencia de batería cambia radicalmente el comportamiento, los costes y los beneficios del sistema.
Kits solares para el autoconsumo con o sin batería: ¿Cuándo elegir cada uno?
La decisión entre instalar un kit solar con batería o sin ella depende de varios factores, como son los hábitos de consumo, la inversión inicial disponible y los objetivos a largo plazo, aparte de la relación calidad-precio. En este último sentido, los expertos recomiendan optar por marcas fabricantes avaladas por su reconocimiento y la utilización de materiales de calidad. Sobre todo, por aquellas que fabriquen paneles solares monocristalinos, como los de los kits solares de Cuenca Solar, una de las tiendas online más populares en la actualidad. Pero también, por aquellos que ofrecen una vida útil alrededor de los 25 años.
En el caso de los kits sin batería, señalan que estos son recomendables para hogares o negocios que concentran gran parte de su consumo durante las horas de sol. Por ejemplo, familias que pasan mucho tiempo en casa a mediodía, oficinas con actividad en horario laboral o pequeños comercios que abren principalmente durante el día. En estas situaciones, la electricidad generada se aprovecha directamente, reduciendo la factura sin necesidad de almacenamiento adicional. Además, la inversión inicial es más baja, lo que facilita amortizar el sistema en un plazo más corto.
Por su parte, los kits con batería son idóneos para quienes no cuentan con acceso a la red eléctrica, es decir, en instalaciones solares aisladas, como puede ser una residencia rural o una segunda vivienda. Pero también, para quienes buscan un mayor nivel de independencia energética o en viviendas donde gran parte del consumo se da por la noche —como hogares en los que los miembros de la familia trabajan durante el día y utilizan electrodomésticos al volver—.
El coste, sin embargo, es un factor a tener en cuenta. Los kits con batería requieren una inversión superior, tanto por el propio sistema de almacenamiento como por el mantenimiento asociado y la vida útil de las baterías. En definitiva, optar por un kit con o sin batería dependerá de si el objetivo principal es ahorrar en la factura de la luz (sin batería) o ganar autonomía y seguridad energética (con batería).
¿En qué debo fijarme al elegir un kit solar para el autoconsumo?
Más allá de la presencia de batería, la elección de un kit solar debe basarse en varios criterios técnicos y económicos. En primer lugar, es fundamental evaluar el perfil de consumo eléctrico. Analizar en qué momentos del día se concentra la mayor parte de la demanda es útil para determinar si es necesario un sistema de almacenamiento o si basta con aprovechar directamente la energía solar generada en horas de sol, matizan los profesionales del sector. Otro aspecto clave es el tamaño de la instalación. La potencia de los paneles debe ajustarse tanto al espacio disponible en la cubierta como a las necesidades de consumo. Instalar más paneles de los necesarios puede no ser rentable, mientras que quedarse corto limitará el ahorro.
En cuanto al inversor (el componente que convierte la corriente continua producida por los paneles en corriente alterna apta para el consumo doméstico) es fundamental analizar su capacidad. Este debe ser compatible con la potencia total del sistema y, en caso de contar con batería, debe estar preparado para gestionar la carga y descarga del almacenamiento, evitando así descargas profundas o sobrecargas que puedan afectar a su vida útil. Por último, es necesario considerar la regulación y las ayudas disponibles. En España, las subvenciones y deducciones fiscales para la instalación de sistemas de autoconsumo pueden reducir significativamente la inversión inicial, especialmente en kits con batería, que suelen tener un coste más elevado, concluyen los expertos.
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