Pintura al fresco en Jaca para reivindicar el Románico en un taller único en el mundo

Durante esta semana, el hall de la pista de hielo de Jaca regresan a la Edad Media con la celebración del XVI Taller de Pintura al Fresco de la asociación Sancho Ramírez y el Museo Diocesano de Jaca. Bajo la dirección de los profesionales de Artesa, los alumnos están realizando un fresco románico -en concreto, la reproducción de motivos florales de la Sala Capitular del Monasterio de Sijena- siguiendo las mismas técnicas con las que se trabajaba hace cientos de años. Se trata de un taller único en el mundo.

XIV Taller de Pintura al Fresco

Un total de 37 participantes comparten, hasta este domingo, una nueva edición del Taller de Pintura al Fresco organizado por la asociación Sancho Ramírez y el Museo Diocesano de Jaca. El taller, impartido por  Juan Manuel Bote y Pilar Cano (Artesa), es único en el mundo y está consolidado tras 14 ediciones. Este año se ha celebrado por primera vez en el hall de la pista de hielo, debido a las obras del centro cultural La Paz, su escenario habitual. De nuevo, los motivos de la Sala Capitular del Monasterio de Santa María de Sijena se han convertido en los grandes protagonistas.

«Este año hemos dividido el taller en dos fases, porque son 37 alumnos, y sería imposible impartirlo en grupos de más de 20», explica el presidente de la asociación Sancho Ramírez, Francisco González Puértolas. «Estamos haciendo motivos vegetales de Sijena. Hubo otros dos talleres anteriores también sobre Sijena, uno con el bestiario y otros con personas (…). Intentamos que el ambiente sea lo más agradable posible. Los alumnos son magníficos y los profesores que tenemos llevan ya neuve años con nosotros y son inmejorables», añade.

Pintura al fresco en Jaca para reivindicar el Románico en un taller único en el mundo

Pintura al fresco en Jaca para reivindicar el Románico en un taller único en el mundo

Pintura al fresco en Jaca para reivindicar el Románico en un taller único en el mundo

Un fresco románico en dimensiones reducidas

Este año, el curso presentaba una mayor dificultad que en ocasiones anteriores. Cada dos alumnos han pintado un único motivo vegetal, pero en cuadros separados de 50×50 centímetros que después se podrán llevar a sus casas. «Este año es una técnica distinta -apunta González Puértolas-, porque queríamos conseguir que los colores fueran uniformes y los dibujos casaran unos con otros, para que luego, en talleres sucesivos, cuando nos enfrentemos a otros retos, los alumnos pudieran compaginar su trabajo».

De los 37 alumnos de este año -el taller comenzó su andadura con 20 participantes-, 17 son nuevos. Proceden de lugares tan dispares como Cádiz, el País Vasco o Madrid. Al ser el único taller de estas características que se hace en España y posiblemente en el resto del mundo, la demanda es muy grande y las plazas se cubren rápidamente.

Tras horas de trabajo, convivencia y cultura, las obras se darán por concluidas tras la aplicación de la técnica de pintura al graso. En esta ocasión, la conferencia de clausura del taller correrá a cargo de Ana Ulargui (Museo de Navarra). Será este domingo, 8 de septiembre, a las 12.00 horas, en el Museo Diocesano de Jaca.

Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)

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