En Panticosa, como sucede en gran parte de los pueblos turísticos del Pirineo, la falta de vivienda se ha convertido en los últimos años en un hándicap importante para su desarrollo. Consciente de esta problemática, el Ayuntamiento panticuto ha decidido plantar cara a esta dificultad y ha impulsado la construcción de viviendas destinadas a ofrecer una solución a las familias que quieran desarrollar su proyecto de vida en el pueblo y a los trabajadores del sector turístico. Ya se está en marcha la construcción de 36 viviendas que estarán terminadas, si se cumplen los plazos previstos, en los próximos dos años. Las primeras, en verano de 2026.
Panticosa afronta el problema de la vivienda con la construcción de pisos de alquiler social
El Ayuntamiento de Panticosa ha decidido hacer frente al problema de la falta de vivienda en el pueblo, un hándicap para su desarrollo que comparte con muchos otros enclaves turísticos del Pirineo, con la promoción de viviendas de alquiler social. En unos meses, la localidad dispondrá de los primeros diez pisos de los 36 que hay planificados para los próximos dos años.
Serán viviendas asequibles, dirigidas a familias que quieran asentarse y desarrollar su proyecto de vida en el pueblo. Y, especialmente, a dar respuesta a una necesidad de los trabajadores del sector turístico y a las empresas del territorio que los contratan. Y que en la actualidad se enfrentan a una importante carencia de profesionales que en algunos casos, incluso, les lleva a cerrar sus puertas o a replantearse los horarios de apertura por falta de personal.
Panticosa todo el año
En los últimos tiempos, la política del actual equipo de Gobierno panticuto ha ido encaminada a dotar a la localidad de recursos novedosos y pioneros dirigidos a desestacionalizar el turismo y a consolidar un tejido económico y empresarial estable durante todo el año, más allá del modelo turístico asentado en las temporadas altas de esquí y de verano.
La creación de las pasarelas sobre el Caldarés y, más recientemente, el ya famoso tobogán de montaña, que estará en funcionamiento en 2026, han posicionado en un tiempo récord a Panticosa -y a todo el Valle de Tena- en el panorama turístico nacional.
Punta de lanza en el desarrollo de proyectos turísticos -no hay que olvidar otras propuestas novedosas como los senderos para BTT o el tren El Sarrio-, Panticosa se ha convertido, en los últimos años, en uno de los motores de desarrollo del Valle de Tena.
36 viviendas de alquiler social y para trabajadores del sector turístico
En el antiguo Preventorio las obras no paran. Jesús Mari Úriz, alcalde de Panticosa, recuerda la historia de este emblemático edificio que en origen fue un sanatorio, funcionó como inclusa y posteriormente, como residencia y albergue. Pertenecía a la Diputación Provincial de Huesca, que lo cedió hace unos años al Ayuntamiento panticuto con el compromiso de que lo convirtiera en un bloque de viviendas de protección oficial o viviendas sociales.
«Teníamos cinco años para sacar adelante el proyecto, que en un principio, contaba con un presupuesto de un millón y medio de euros. En estos momentos -tras las actualizaciones correspondientes-, estamos haciendo una primera fase que asciende a 1,7 millones, que cuenta con financiación de fondos europeos. Y ya está en marcha la segunda fase. En este caso, nos va a dar dinero la Diputación General de Aragón para más pisos de alquiler social, para trabajadores turísticos», explica Úriz.
Hay que tener en cuenta en el pueblo ya se levantaron, en su día, tres promociones de viviendas protegidas. Sin embargo, el desarrollo de Panticosa marcaba ya la necesidad de nuevas soluciones de alojamiento ante la falta de vivienda a precio asequible en la localidad.
Las primeras viviendas estarán construidas en verano de 2026
Tal y como apunta el alcalde, la primera fase, que contempla diez viviendas, estará terminada en el verano de 2026. Las obras van a buen ritmo y se espera que se puedan cumplir los plazos previstos. La segunda fase, con diez viviendas más, comenzará de manera inminente, a principios de 2027. 20 viviendas de alquiler social que, en los próximos dos años, paliarán la falta de alojamiento atajando el principal problema al que se enfrenta en la actualidad el Ayuntamiento panticuto.
«En este pueblo, prácticamente todos los trabajadores pertenecen al sector turístico. El que no es monitor de esquí, es empleado de los medio mecánicos, camarero, trabaja en hoteles,… Aquí no hay industria; dependemos todos del turismo», recuerda el alcalde. «El problema aquí es que el alquiler de la vivienda, al ser turísticas, en un sitio, además, caro de construcción, pues tiene un precio muy alto para el trabajador», añade.
El proyecto de Suelo y Vivienda de Aragón
A estas 20 viviendas hay que añadir otras 16 que construirá Suelo y Vivienda de Aragón. «En estos momentos habrá unas 25 personas que están pagando precios ‘turísticos’ y trabajando aquí; compartiendo incluso apartamentos para poder trabajar», señala Jesús Mari Úriz. Con las nuevas viviendas mejorará, si duda, su calidad de vida.
Pero, además, «podrán venir parejas y familias a vivir aquí», que es lo que necesita el pueblo y garantiza su futuro. Con todo ello, y pese a la situación actual de la vivienda, hay que destacar que Panticosa es uno de los pocos pueblos del Pirineo que ha aumentado su población considerablemente en los últimos años.
Un pueblo que crece
«Cuando yo entré como alcalde estábamos 800 habitantes; ahora somos 940. En cinco años ha aumentado la población un 25%; y eso no es porque haya aumentado la natalidad, sino que es gente que ha venido de fuera. Se han formado parejas mixtas, de personas de aquí con las que vienen de fuera. E incluso parejas en las que los dos vienen de fuera porque los dos han encontrado trabajo aquí», asegura Úriz.
Este aumento en el padrón no hubiera sido posible, o hubiera sido más moderado, sin los nuevos recursos turísticos ya mencionados. Por ejemplo, solo en 2021, el año que se inauguraron las pasarelas sobre el Caldarés, 55.000 personas las recorrieron. Sin duda, un beneficio económico importante para la economía local. Según las cifras que maneja el Gobierno de Aragón, 500.000 personas visitan cada invierno Formigal y Panticosa para disfrutar de la nieve y casi 20.000 lo hacen cada verano para subir en la telecabina. En este sentido, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, explicaba en la colocación de la primera piedra del tobogán que «podrá dar servicio a los turistas durante 10 meses al año».
El concejal de Turismo, Jose Pueyo, lo tiene claro: diversificación turística y trabajo en equipo son las claves del éxito.
El edil resalta «la importancia de diversificar la oferta turística para atraer a perfiles de visitantes más amplios y fomentar la economía local. Queremos que Panticosa sea sinónimo de experiencias únicas en cualquier época del año, combinando deporte, naturaleza y cultura, con opciones para todos los gustos y edades. Este esfuerzo no solo beneficia al visitante, sino que también impulsa el desarrollo sostenible del valle y el asentamiento de población en la zona», dice Pueyo.
Más turistas, más trabajo
Como explica el alcalde, en Panticosa no falta trabajo. Al contrario, «hay problemas para encontrar gente. Los empresarios no pueden encontrar camareros ni camareros de piso; por ejemplo. Y el que lo encuentra, como ocurre en el Balneario, es a base de ofrecerles habitaciones que por esa razón no pueden vender a sus clientes».
Por eso, «lo ideal» sería que estos trabajadores pudieran disponer de pisos con alquileres que pudieran asumir. Y al mismo tiempo las empresas encontrarían esa mano de obra que en estos momentos es prácticamente imposible contratar. Un problema al que el Ayuntamiento de Panticosa ha decidido hacer frente con la promoción de estas 36 viviendas, consciente de que su desarrollo depende, en primer término, de que sus habitantes puedan tener acceso a una vivienda digna a un precio que puedan asumir.
Por Rebeca Ruiz
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