El fuego purificador volvió a iluminar la noche en San Benito de Orante, donde vecinos y visitantes cumplieron con la tradición y se reunieron, un año más, en torno a la hoguera que se prende frente a esta singular ermita.
La hoguera y el fuego en la ermita de San Benito de Orante
Los vecinos de Orante cumplieron con la tradición. Este jueves volvían a disfrutar de una velada de confraternidad y fiesta marcada por el fuego purificador. Lo hacían en torno a la hoguera que cada año se enciende frente a la ermita. Previamente, y como se viene haciendo desde hace casi tres décadas, el pueblo de Orante protagonizaba el pasado domingo su romería, que abre el calendario comarcal.
El rezo del rosario y el reparto de vino y torta acompañaron a la hoguera de San Benito. Un año más, brilló en la oscuridad de la noche jacetana.
Sobre Orante y San Benito de Orante
La pequeña localidad de Orante está situada a 931 metros de altura, justo en el centro de la Val Ancha. Fue lugar dependiente, durante siglos, del monasterio de San Juan de la Peña. Desde el tozal de la ermita de San Benito, escenario de romerías, se dice que se divisa la ciudad de Jaca, más de 40 pueblos de la redolada, la Peña Oroel, los Capitiellos y, en días claros, hasta el monasterio de Leyre en Navarra. Esta romería, que es la primera en el calendario comarcal, marca el inicio de la primavera. Considerado por algunos como lugar de magnetismo y fuerzas telúricas, se cree también que San Benito de Orante es el centro de una cruz formada por cinco santuarios benedictinos. (FUENTE: Visitjaca)
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