Jaca se vestía de gala esta mañana para la celebración del Día de la Inmaculada Concepción, patrona de España y del arma de Infantería y a quien el Regimiento Galicia 64 honraba con distintos actos. En una mañana muy soleada, vecinos y visitantes arropaban a los militares en el tradicional evento en el interior de la Ciudadela de Jaca. Una jornada muy emotiva, en la que la misión a Líbano en 2026 estaba muy presente. Posteriormente, todas las tropas salían a las calles de Jaca en el tradicional desfile ante la atenta mirada de cientos de personas.

Honores a la Inmaculada en la Ciudadela de Jaca entre nieve y agua

Jaca se despertaba esta mañana para celebrar el Día de la Inmaculada, patrona del arma de Infantería y de España. El patio de armas del Castillo de San Pedro volvía a convertirse en el escenario del acto castrense con motivo de la festividad.

El Regimiento de Infantería Galicia 64 de Cazadores de Montaña rendía, un año más y fiel a la tradición, honores a la Virgen de la Inmaculada Concepción con una parada militar presidida por el general jefe del Mando de Tropas de Montaña Roncesvalles, Antonio Ortiz.

Autoridades militares y civiles participaban en el evento, al que precedía la tradicional misa en la Catedral. Entre ellas, se encontraban el alcalde de la ciudad, Carlos Serrano, acompañado por otros miembros de la Corporación municipal.

Alocución del Coronel Jefe del Regimiento Galicia, Francisco de Asís Iranzo

«En primer lugar quiero agradecer la presencia de todos vosotros en este acto militar. Lejos de hablar de la gloria de nuestros Tercios, quisiera agradecer a los Cazadores del Galicia los valores que con orgullo practican, como la infantería más sufrida: la de montaña», con estas palabras, el coronel Francisco de Asís Iranzo comenzaba su discurso.

El jefe del Regimiento de Galicia enaltecía «el trabajo durante los dos años, en los que he visto reflejado en vosotros el auténtico espíritu del servicio». «No hay oficio más bonito que el de Capitán de Infantería. Mis capitanes, os he visto preocupados por vuestra gente, estudiar con detalle, valorar los riesgos y dormir poco. Sois los más generosos de cada compañía», proseguía Iranzo.

El coronel jefe también se acordaba de los condecorados en el día de hoy: «Quiero felicitar a todos los que han recibido conmemoraciones hoy. Son ejemplo y muestra de lo que se debe hacer. Gracias por la implicación». Así como de los que se despedían hoy de la vida militar: «Su legado honra la milicia, y nuestra misión es seguir el camino que han preparado».

La próxima misión a Líbano, protagonista del acto en honor a la Inmaculada

La próxima misión al Líbano, en la que decenas de militares hoy presentes en la Ciudadela de Jaca se embarcarán en 2026, protagonizaba parte del discurso de Iranzo. «En estos dos años, he visto vuestro sentido del deber, el mismo que os llevará en los próximos meses a dejar atrás a vuestras familias en una nueva misión en el extranjero, en el Líbano», destacaba.

«Allí tendréis que poner en práctica vuestra otra virtud, el valor, mostrando una vez más a los riesgos que se demanden en esa labor de estabilidad. Hoy, 8 de diciembre, al igual que hace 440 años, pedimos a nuestra Madre la Inmaculada Concepción que proteja a la mejor infantería del mundo, que con una sonrisa desafía la adversidad», añadía.

Lectura del Milagro de Empel

La Inmaculada Concepción fue proclamada Patrona de los Tercios españoles y actual Infantería Española en el año 1892. Cada año, el Regimiento de Jaca, como Unidad de Infantería, conmemora la festividad de su Santa Patrona. En el transcurso del acto se daba lectura, como cada año este día, a un fragmento histórico del Milagro de la Batalla de Empel.

El Milagro de Empel o la Batalla de Empel ocurrió los días 7 y 8 de diciembre de 1585 durante la Guerra de los Ochenta Años. Un Tercio del Ejército Español, el Tercio Viejo de Zamora, comandado por el maestre de campo Francisco Arias de Bobadilla, se enfrentó y derrotó contra todo pronóstico a una flota de diez navíos de los rebeldes de los Estados Generales de los Países Bajos, bajo mando del almirante Felipe de Hohenlohe-Neuenstein. El hallazgo de una tabla de la Virgen por parte de uno de los soldados y la oportuna congelación de un río hizo que la victoria (que hasta el momento había sido impensable) se atribuyera a la intercesión de la Inmaculada Concepción. Y por ello, la Concepción fue proclamada patrona de los Tercios Españoles, actual Infantería Española.

Desfile por las calles de Jaca

Tras el emotivo acto en el interior de la Ciudadela de Jaca, todos los militares presentes se echaban a las calles de la ciudad para el tradicional desfile. Cientos de personas se agolpaban en las inmediaciones del Castillo de San Pedro para presenciar el evento. Entre vítores y aplausos, acompañados por el radiante sol, las tropas rendían homenaje a su patrona.