Cinco bandas de guerra, pertenecientes a otras tantas unidades de la División Castillejos, junto a la Banda de Música de Huesca, protagonizaban este fin de semana una retreta que tuvo como escenario distintas calles y plazas de la ciudad. En la céntrica Plaza de Navarra, los oscenses se volcaron con un concierto que llegaba con sorpresa: los dances de San Lorenzo, antes de un emocionante arriado de Bandera.

La Plaza de Navarra de Huesca acogía el pasado sábado el I Encuentro de bandas de guerra de la División Castillejos
La Plaza de Navarra de Huesca acogía el pasado sábado el I Encuentro de bandas de guerra de la División Castillejos. Autoridades civiles y militares de la provincia, junto a cientos de oscenses, arroparon el acto, presidido por el jefe de la División Castillejos, el general Luis Francisco Cepeda. Un emocionante arriado de Bandera, junto al desfile de los músicos militares, cerraba el acto entre los aplausos del público.
El evento se enmarcaba en los actos de celebración del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS25) en Huesca. Previamente, las bandas recorrían en una llamativa retreta diferentes calles del casco histórico. Con este Encuentro de Bandas -que se celebraba por primera vez en la ciudad- y el posterior arriado de Bandera, la División Castillejos pretende contribuir a la difusión de la cultura de defensa y dar a conocer a la sociedad oscense la labor de su Ejército.
I Concierto de Bandas de la División Castillejos
Era la primera vez que cinco bandas de guerra de otras tantas unidades se reunían para recorrer las calles de la ciudad y ofrecer un concierto conjunto. Más de una hora antes del inicio del acto, numeroso público ocupaba ya su sitio para no perderse detalle del evento.
Las bandas de la Brigada Aragón I (Zaragoza), del Regimiento de Infantería Garellano 45 (Munguía -Vizcaya-), del Regimiento de Infantería Arapiles 62 (San Clemente de Sasebas -Gerona-), del Regimiento de Infantería Barcelona 63 (Barcelona) y del Regimiento de Transmisiones 1 (Huesca) partían al mismo tiempo desde distintos puntos de la ciudad, interpretando conocidas marchas militares, para encontrarse en la Plaza de Navarra.
Un emocionante concierto
Allí, junto a la Banda de Música de Huesca, protagonizaban un concierto que emocionaba a los oscenses, que no dudaron en sumarse con aplausos y palmas cuando sonaron los primeros acordes de los dances de San Lorenzo.
El sitio de Zaragoza, de Cristóbal Oudrid; el conocido pasodoble Montearagón, de Miguel Ballabriga; o Las Corsarias -La Banderita de Francisco Alonso- fueron algunos de los temas que se escucharon en la calurosa tarde oscense. Sin embargo, el momento álgido llegó con la sorpresa de la tarde: el Dance de las Espadas en homenaje a la ciudad.
El arriado de Bandera
A continuación, tenía lugar el arriado de la Bandera instalada para la ocasión en un lateral de la Plaza de Navarra. Con la interpretación de La Retreta de Burón, otro clásico, las bandas se retiraban desfilando bajo los acordes de la Marcha de San Quintín, del maestro Ricardo Dorado.
El arriado de Bandera constituye un acto que se realiza diariamente en todos los acuartelamientos y unidades militares, en el momento del ocaso, previo al toque de oración. Marca el final de las actividades de las unidades dentro de la jornada militar. Es ejecutado de manera sencilla, pero con la solemnidad que merece todo acto militar. Ante la presencia de un piquete de honor, la Bandera de España es arriada mientras suena el Himno Nacional.
El concierto de las bandas de guerra y el arriado de Bandera en Huesca, en imágenes













































Por Rebeca Ruiz (texto y fotos)
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