Flores Benedé: comercio ‘con corazón’ en Sabiñánigo desde 1947

Decir Benedé en Sabiñánigo es evocar al comercio con corazón: desde 1947, generación tras generación, su buen hacer, su profesionalidad y el amor hacia su trabajo han convertido a la familia Benedé en toda una institución. Y le han hecho ganarse el cariño de sus vecinos.

Florés Benedé: comercio con corazón en Sabiñánigo desde 1947

Benedé, desde 1947 en Sabiñánigo

Desde marzo de 1947 nuestra familia tiene un comercio abierto en Sabiñánigo. Al principio era Ultramarinos Benedé. Lo regentaban Julián y Julia, y se vendía «cacharrería y verduras», según reza en la licencia de apertura. Se compaginó durante muchos años con la venta ambulante por los pueblos de los alrededores de frutas y verduras, de vajillas, cerámicas… Todavía hay gente que a Julián lo recuerda como ‘Julián el trapero’, debido a que también recogía trapos, pieles, chatarras…

Con el paso de los años, se incorporaron al comercio sus hijas, Berta y Pili. Progresivamente las frutas y verduras fueron dejando paso a las semillas, a las plantas y por fin a las flores. En aquellos momentos, parecía una forma fácil de conciliar la vida laboral y familiar, ya que también tenían que criar a cuatro hijos.

Su carácter inconformista las llevó a muchos aprendizajes, cursos, exposiciones de técnicas florales, búsqueda de nuevos proveedores… Las llevó a conocer a otros floristas, a compartir experiencias y conocimientos… Las llevó a trabajar mucho, a ganarse la confianza de los clientes, a ganar amigos, a ‘casar’ a varias generaciones, a hacer decoraciones para eventos, para las fiestas, ramos para ofrendas, a hacer centros para gente querida que se ha ido marchado (es lo más difícil de nuestro trabajo…)

Las llevó a cambiar de local, de estar ‘frente al Alpino’ de toda la vida pasaron a lo que era ‘Casa Cebollero’, a ser conocidas como ‘las Bertas’, a incorporar trabajadores (que con el tiempo pasaron a ser igual que familia) y nuevos miembros de la familia que cogen el relevo… Las llevó a incorporar el ordenador (casi con miedo, pero la necesidad obliga), a navegar en Internet, a cambiar el coche por la furgoneta, a tener una segunda tienda en Jaca…

Nuestro trabajo actual tiene sus raíces en esas energías y en esos conocimientos y nos hemos seguido formando con grandes maestros de arte floral para poder estar presentes con nuestras flores en vuestros momentos especiales. Nos habéis hecho partícipes de vuestras celebraciones, bodas, cumpleaños, comuniones, fiestas sorpresa… Nos habéis abierto las puertas de vuestras casas y jardines, nos habéis enseñado vuestras terrazas, nos habéis pedido consejo y lo mejor… ¡nos hacéis caso! Nos enseñáis las fotos de vuestros hijos, de vuestros nietos,…

Nos encanta cuando nos decís «quiero unas flores, las que más os gusten a vosotras». Porque es cuando nuestra personalidad y cariño se refleja por entero en nuestros trabajos. ¡Gracias por vuestra confianza!

Por Flores Benedé

Florés Benedé: comercio 'con corazón' en Sabiñánigo desde 1947

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