El Orfeón Jacetano acaba de regresar de Astorga, donde participaba en el Festival Coral Reino de León. Antes, hacía parada en Aísa, donde causaba sensación y dejaba al público con ganas de más.
De Jaca a León
El Orfeón Jacetano ha disfrutado un intenso fin de semana en Astorga (León), invitado por la Coral Ciudad de Astorga Excelsior, que desde 2010 organiza el Festival Coral Reino de León. Evento con el que quisieron conmemorar los 1.200 años del Reino de León, y que quedó instaurado como festival coral, celebrando en esta ocasión su décimo quinto aniversario.
Por ello, el Orfeón Jacetano partió de Jaca el viernes, 17 de octubre, hacia tierras leonesas. El encuentro lo conformaban cuatro coros de diferentes localidades, y los conciertos se desarrollaron en el Seminario de Astorga. Un imponente edificio, con un amplio claustro que brindó un cálido escenario, y cuyo aforo se vio sobrepasado por la gran afluencia de público.
La primera jornada, el mismo viernes, la abrió el coro anfitrión, ofreciendo un repertorio con varias composiciones de la zona, marcando un claro acento leonés. Les acompañó el Coro Regina Angelorum, llegados desde Palencia para compartir estas jornadas, con canciones más espirituales y algunas versiones muy conocidas.
La actuación del Orfeón Jacetano en León
El sábado, abrió la Coral El Bierzo Canta, que se desplazó desde Ponferrada. Ofreció un concierto de música popular, dejando un público muy receptivo para la actuación del Orfeón Jacetano, que inició su apartado con dos obras sacras. Después, ofreció un concierto variado con algún tema bien conocido y alguna obra más rompedora que sorprendió, siendo todas muy bien recibidas por el público asistente. Finalizó con la Serenata Altoaragonesa de Tomás Asiain, dejando con ella un sabor aragonés en el ambiente.
Las dos jornadas finalizaron con la obra Viva la montaña, tema popular armonizada por el leonés Ángel Barja, con la que, como es tradición en este festival, los dos coros participantes de cada día, comparten escenario, unificando voces y dando un sentido más fraternal al encuentro, y que permitió la participación del público que, aunque tímidamente, se unió al canto.
Durante el fin de semana se compartieron buenos momento con los componentes de los demás coros participantes, celebrando unas jornadas de convivencia con la música como denominador común, y donde surgió la firme promesa de volver a encontrarse.
El viaje para el Orfeón Jacetano finalizó con la participación en la misa mayor de la Catedral de Santa María de Astorga, ocupando el coro y disfrutando del marco incomparable que ofrece ese rincón.
Antes, parada en Aísa
Por otra parte, el Orfeón Jacetano, invitado por la Comarca de la Jacetania, participaba en el Otoño Musical 2025. Fue pasado 11 de octubre, en la Iglesia de La Asunción en Aísa, una bonita población de poco más de 300 habitantes con una pequeña Iglesia barroca del siglo XVIII, que, con una gran afluencia de público, ofreció un ambiente cálido en una tarde otoñal, que invitaba al paseo y, por qué no, a una velada musical.
Presentó un repertorio muy variado, que abrió con tres obras sacras contemporáneas, con el rigor que requieren estas interpretaciones. Finalizada esta introducción, se presentaba una segunda parte, más lúdica, que con un atrevido cometario sobre la media de edad del personal asistente para introducir el conocido Bésame mucho, consiguiera un ambiente más distendido.
Esta segunda parte fue avanzando con distintos temas, incluyendo tres obras africanas, con el ritmo propio de aquellas tierras, con las que se consiguió mover al auditorio y que invitaron a la complicidad entre los componentes del coro, consiguiendo así un ambiente más cercano que conectó muy bien con el público.
El concierto finalizaba con dos obras aragonesas, muy conocidas y muy bien recibidas por el auditorio, que respondió con una cerrada ovación.
En agradecimiento a la cálida respuesta, se ofreció como bis, la más que conocida jota de Gigantes y Cabezudos. Con ella sí se ponía fin a la tarde musical, que, en función de los corrillos que se generaron en la propia iglesia, se disfrutó tanto por parte de los componentes del Orfeón Jacetano como del público asistente, con felicitaciones y bonitas palabras de agradecimiento.
Por Elena Guillén. Orfeón Jacetano
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