Casi tres décadas de historia, tradiciones y orgullo rural, en el Museo Etnológico de Jasa

El Museo Etnológico de Jasa lleva desde 1998 siendo un símbolo del municipio. Situado dentro de la Ermita de San Pedro, construida en el siglo XVI, supone para los visitantes la mejor manera de recorrer la historia de Jasa por medio de objetos y otros muchos utensilios que una vez formaron parte del día a día de sus vecinos. Los cientos de elementos expuestos pertenecen a diferentes personas del pueblo, que decidieron donarlos para que la historia jasina se mantuviera viva. Sus costumbres, orgullo y valor siguen conviviendo en el interior de la Ermita de San Pedro.

Imagen del interior del Museo Etnológico de Jasa. (Foto: Ayuntamiento de Jasa)

1998, inicio del Museo Etnológico tras recuperar la Ermita de San Pedro

La historia del Museo Etnológico de Jasa comienza en 1998, cuando se rescató la Ermita de San Pedro del estado ruinoso en el que se encontraba. Tras meses de esfuerzo y laborioso trabajo, se logró recuperar esta edificación del siglo XVI que es un reflejo de la arquitectura popular que existía en aquel momento.

«Tras este trabajo, se decidió montar allí un museo que exhibiese la vida y la historia de Jasa. Por medio de muchas donaciones de los vecinos, se consiguió montar el Museo Etnológico que hoy sigue en pie», detalla Javier Belío, teniente alcalde de Jasa.

Ermita de San Pedro en Jasa, en su interior se encuentra el Museo Etnológico.

Estas numerosas aportaciones permitieron crear en museo muy variado, con una gran colección de útiles que mostraban los modos de vida, el folklore y las actividades que se llevaban a cabo siglos atrás. «Es de los vecinos para los vecinos, y para dar a conocer Jasa», destaca Belío.

Varias secciones con un objetivo común

Desde entonces, debido a los numerosos elementos recabados, se decidió dividir el Museo Etnológico por secciones. La escuela, las tareas del campo, la alcoba, el hogar, la botica, los oficios y trajes típicos son las partes que lo integran.

Cada una de ellas ocupa un espacio del interior de la Ermita de San Pedro, y exhiben multitud de detalles que trasladan a los visitantes y vecinos a varios siglos atrás.

«La parte que más suele llamar la atención es la de la botica. Se pueden ver los botes de los antiguos medicamentos y ungüentos. También gusta mucho la sección de la escuela, donde están los verdaderos pupitres del antiguo colegio de Jasa», explica Belío.

A las secciones se suman vitrinas con libros y documentos del municipio, además de fotografías antiguas y modernas que recogen las labores del campo y del Paloteau.

«Para nosotros el paloteau es un gran símbolo. Tiene un espacio en el Museo Etnológico con los instrumentos que utiliza, como la bandurria y el acordeón. Y obviamente también palos», comenta el teniente alcalde.

Visita del Museo Etnológico por petición

En el día a día, el Museo Etnológico no tiene un horario fijo, ya que se encuentra cerrado. Para visitarlo, hay que contactar con el Ayuntamiento de Jasa y solicitar su apertura. «Nosotros estamos encantados de enseñarlo. Es tan fácil como hablar con el Ayuntamiento y una persona abre la Ermita y realiza la visita guiada», apunta Javier Belío.

Al pertenecer al pueblo, otra de las ventajas es que la mayoría de los vecinos pueden actuar como guías. «Normalmente suelen acudir vecinos de una edad avanzada, para que además de comentar y dar a conocer las estancias, cuenten batallitas e historias de años atrás y sea más completa», subraya.

Planes futuros muy ambiciosos: tener una persona para visitas

De cara al futuro, Jasa tiene como objetivo seguir contando su historia por medio de este curioso museo escondido dentro de la Ermita de San Pedro. Pese a que sea muy complicado, el plan de futuro que se marca es conseguir que dicho espacio se encuentre abierto en un horario fijo determinado.

«Nos encantaría impulsar el museo, que sea más accesible para entrar. A partir de allí, y aunque haya muchísimas dificultades a día de hoy, nuestro sueño es conseguir que haya una persona que parte de su jornada la dedique a realizar visitas guiadas en ese espacio», sostiene Javier Belío.

Casa Moní, el otro museo de Jasa

Además del Museo Etnológico, Jasa cuenta con otro museo: Casa Moní. Creado por los hermanos Alejandro y Santiago Hijós en el patio de su casa, esconde una gran colección de herramientas para labores de artesanía y labranza.

Interior de Casa Moní. (Foto: Ayuntamiento de Jasa)

Sin embargo, su sello de identidad es el gran número de maquetas de madera que representan muchos de los edificios más emblemáticos de Jasa y de todo el valle. La mayoría de ellos cuentan con luz, para crear una obra mucho más realista que constituye una colección única.

Por Jorge Callau

ÚLTIMAS NOTICIAS