Del Pirineo al mundo: dos jóvenes y un proyecto con ambición global

Del Pirineo al mundo: dos jóvenes y un proyecto con ambición global. Así es Kindraise Labs, Artificial Intelligence Solutions.

Los orígenes: una idea joven con raíces pirenaicas

Somos Miguel y Pau, dos jóvenes con ganas de comernos el mundo. Miguel, nacido en Jaca y actualmente en Australia, y Pau, estudiante de Matemáticas y Física en Barcelona. Dos caminos distintos que se cruzaron con un mismo propósito: crear un proyecto con raíces aquí y mirada global.

La chispa surgió como surgen los sueños de verdad: entre conversaciones largas, dudas compartidas y más de un café que nos mantenía despiertos. Nos hicimos una pregunta muy sencilla: ¿por qué la innovación parece reservada a las grandes compañías de las grandes ciudades? ¿Por qué no acercar esas mismas herramientas a los negocios locales, a los autónomos y a las empresas de la zona?

El proyecto: tecnología cercana y práctica

De esa inquietud nació nuestro proyecto Kindraise Labs: hacer que la inteligencia artificial sea accesible, útil y rentable para cualquier empresa. No queremos que se perciba como algo lejano o complejo, sino como un aliado cercano que permite ahorrar tiempo, mejorar la eficiencia y abrir nuevas oportunidades.

Creemos que la tecnología no está para sustituir personas, sino para potenciar lo que hacen. Queremos que las empresas de aquí tengan las mismas posibilidades que las grandes multinacionales.

La ambición: juventud que se atreve

Sí, somos muy jóvenes. Y precisamente ahí está nuestra fuerza. La energía, la frescura y la valentía de lanzarnos sin miedo nos definen. No creemos que haya que esperar a tener décadas de experiencia para emprender: creemos que hay que empezar ahora, con ilusión y con la convicción de que desde aquí también se pueden levantar proyectos con impacto global.

Nuestro motor es la ambición. Queremos crecer, aprender y demostrar que se puede competir desde el Pirineo con cualquier empresa del mundo.

El futuro: construir desde la zona

Sabemos que el camino no es fácil, que emprender exige esfuerzo y constancia. Pero también sabemos que cuando un proyecto nace desde el corazón, la fe y con un propósito claro, cada paso merece la pena.

Lo nuestro no va solo de tecnología. Va de personas, de comunidad y de raíces. Queremos que más negocios locales se unan y descubran que la inteligencia artificial puede ser su mejor aliada para avanzar en un mercado cada vez más exigente.

El futuro no espera. Y nosotros tampoco.

Por Miguel García y Pau Aparicio (Kindraise Labs)

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