Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas

Corría el año 1592, y el 8 de febrero, una fuerza militar procedente del Béarn penetró en Aragón por el collado del Portalé y el Valle de Tena. Tomó Sallent de Gállego y Biescas y amenazaba con continuar su penetración por el Sobrarbe hacia Zaragoza. ¿Qué estaba pasando en Europa? Javier Lázaro te lo cuenta en otra fascinante entrega de Pinceladas de nuestra historia.

Cuando el valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas

El 8 de febrero del año 1592, una fuerza militar procedente del Béarn penetró en Aragón por el collado del Portalé. Tomó Sallent de Gállego y Biescas y amenazaba con continuar su penetración por el Sobrarbe hacia Zaragoza.

Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas.
Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas.

¿Qué estaba pasando en Europa?

En unos momentos en que las monarquías europeas estaban enfrascadas en una lucha tremenda por conseguir la posición hegemónica, a la que se sumaron las guerras de religión -entre los defensores de la Iglesia Católica de Roma y los partidarios de las reformas protestantes- como uno de sus caballos de batalla, el Valle de Tena atrajo la atención de toda Europa. Aunque lo hizo a costa de la alteración de su vida normal y de sufrir importantes pérdidas materiales y humanas.

Los factores que influyeron en estos hechos fueron varios. Por una parte, la nueva dinastía de los Austrias con Carlos I de España y V de Alemania había dirigido enormes esfuerzos para tratar de ser nombrado Emperador de un amplio imperio europeo, del que él se consideraba heredero frente a la competencia de otras dinastías.

El Valle de Tena y el Béarn

Por otra parte, las corrientes reformadoras de la Iglesia Católica habían dado lugar a la aparición del protestantismo en sus diferentes versiones. Unas corrientes religiosas que fueron adoptadas por diferentes monarquías europeas, mientras que otras, como la española de Felipe II, lo consideraban como una tragedia para la humanidad.

En nuestro vecino Béarn, tras importantes enfrentamientos bélicos, el Vizcondado se había declarado como protestante (hugonote) y pasó a ser un peligro potencial por su vecindad con Aragón. A este tema religioso habría que añadir que, a principios de ese siglo Fernando el Católico había arrebatado a los soberanos del Béarn la parte peninsular de Navarra para incorporarla a la Corona de Castilla, generando así una perturbación en las tradicionales relacciones entre aragoneses y bearneses.

¿Cuál era la situación en Aragón y en el Valle de Tena?

En el Reino de Aragón, los fueros habían venido siendo un freno a los excesivos abusos medievales por parte de las élites del poder, incluido el rey, que se veía obligado a acatarlos, así como una barrera a las injerencias externas.

Los fueros exigían que las autoridades del reino, incluido el Virrey, fueran naturales de Aragón (por nacimiento u origen familiar). Una exigencia de los fueros que fue un punto de fricción entre el reino y el monarca Felipe II que trataba de nombrar para estos cargos a castellanos de su corte, generando el rechazo a esas designaciones y la defensa de los fueros por parte de los aragoneses. Unas fricciones que han sido conocidas por los historiadores como el pleito del Virrey Extranjero.

En esta situación se produjo en la Corte el famoso asunto de Antonio Pérez. Éste era hijo de Gonzalo Pérez, aragonés y secretario de Carlos V. A la muerte del padre, Antonio siguió su carrera en la Corte y ocupándose de los asuntos de exterior, lo que le hacía un personaje poderoso y peligroso por el hecho de ser conocedor de muchos asuntos de Estado.

Al parecer, como consecuencia de las luchas por el poder en la Corte, unos sicarios asesinaron a Escobedo, el secretario de Juan de Austria (hermanastro de Felipe II y Gobernador de los Países Bajos). Como consecuencia de estos hechos, Antonio Pérez fue acusado de contratar a los asesinos, detenido, torturado y finalmente condenado a muerte. Con sus influencias consiguió huir a Aragón y reclamó acogerse a las leyes aragonesas.

¿Por qué buscar el amparo de los fueros aragoneses?

Otra de las características de los Fueros de Aragón era el derecho a acogerse al  derecho de manifestación, por el que los aragoneses tenían el derecho a ser juzgados exclusivamente por tribunales aragoneses (como forma de garantizar la aplicación de los fueros) y permanecer detenidos sólo en las cárceles de las autoridades judiciales aragonesas. Antonio Pérez, acogiéndose a la manifestación, conseguía así quedar fuera de la jurisdicción real.

Esta situación produjo un choque entre la justicia foral y la real, y para eludirla el rey consiguió que se acusase al perseguido de herejía y que por tanto quedara sometido a la jurisdicción de la Inquisición.

Todos estos hechos generaron una revuelta general de la población aragonesa fuerista, con toda una serie de acontecimientos violentos en Zaragoza, que el 24 de septiembre de 1591 produjeron la muerte del Gobernador y facilitaron la huida de Antonio Pérez a Francia, donde la regente del Béarn, Catalina, veía en él un apoyo frente a Felipe II.

¿Cómo reacionó el rey Felipe II?

Como reacción al motín aragonés, el Rey organizó un ejército al mando de Alonso de Vargas compuesto por doce o catorce mil infantes, dos mil caballos y veinticinco cañones para invadir el reino. Los diputados y el Justicia Juan V de Lanuza decidieron resistir en defensa del derecho foral. Pero no todos los nobles, y solamente Jaca, Daroca, Teruel y Caspe confirmaron su apoyo ante el previsible desastre.

Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas
Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas. Felipe II.

Tomada la ciudad, el rey ordenó un escarmiento ejemplar ordenando «decapitar al Justicia Juan de Lanuza, confiscar sus bienes y derribar sus castillos», así como la pena del cadalso para otros nobles y notables del reino, celebrando una serie de autos de fé en los que sólo en el primero de ellos perecieron en las llamas 74 personas.

Como consecuencia de esta represión, muchos seguidores fueristas y los nobles implicados se exiliaron en el Bearne, encabezados por Martín de Lanuza -infanzón sallentino que era hijo del viejo Justicia Juan de Lanuza IV y hermano del Justicia decapitado-. Igualmente hicieron otros líderes de la insurrección como Manuel, Don Lope; Diego de Heredia y Pedro Bolea.

Cuando el Valle de Tena atrajo la atención de todas las monarquías europeas
Justicia de Aragón.

La pretendida invasión de Aragón del 8 de febrero de 1592

Los exiliados al Béarn, otros montañeses y con el apoyo de la regente Catalina, hermana de Enrique III que luego sería rey de Francia, organizaron la pretendida invasión de Aragón del 8 de febrero de 1592. La fuerza penetró en el valle de Tena venciendo la resistencia de las autoridades locales, llegando hasta Biescas.

La incursión, inesperadamente se detuvo en Biescas y duró solamente hasta el día 20. Las fuerzas de Alonso de Vargas estaban sobre aviso. Preparadas, avanzaron al ritmo de 25 kilómetros por día. Y junto al apoyo organizado en la zona, consiguieron vencer y expulsar a las fuerzas invasoras. Unas tristes jornadas en la Historia de Aragón.

Por Javier Lázaro

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