El coronel Luis Arias es el nuevo jefe de la Unidad de Servicios de Base Discontinua Oroel (USBAD) de Jaca. Muy vinculado a la ciudad, tanto en el ámbito personal como en el militar, y con una dilatada trayectoria profesional a sus espaldas, asegura que asumir el mando de esta unidad es «un desafío ilusionante» y el «broche de oro» a su carrera.
Coronel Luis Arias, jefe de la USBAD Oroel
«Estar al frente de la USBAD Oroel es un reto ilusionante», asegura el coronel Luis Arias desde su despacho en el acuartelamiento San Bernardo de Jaca. Muy vinculado a Jaca y a las Tropas de Montaña, tanto a nivel personal como por su extensa trayectoria profesional, Arias Loste se ponía al mando de esta unidad el pasado mes de julio.
«Mi padre, Carmelo Arias, que era vasco, vino destinado a Jaca hace 61 años como joven teniente de Ingenieros a la Escuela. Cuando ascendió a capitán se fue a Huesca, conoció a mi madre, y allí nací yo. A los pocos años, volvió a Jaca ya como profesor y comandante de la EMMOE», recuerda el coronel Arias.
Aquel niño de finales de los 70 guarda con cariño en su memoria los días que pasaba en Jaca, entre la Plaza Biscós y la Plaza de las Cortes de Aragón –antes Calvo Sotelo–, donde toda la familia se reunía para pasar las vacaciones y donde los Arias Loste cultivaron amistades que siguen vivas. «Desde el 78 hasta que entré en la Academia General Militar, pasé todos los veranos en Jaca. De aquella pandilla unos cuantos ingresamos en la Academia; incluso, tres somos compañeros de promoción», explica. Vínculos de los de toda la vida, aquellos que se forjaron entre los juegos en los glacis de la Ciudadela o las tardes de piscina en el Regimiento.
La Unidad de Servicios de Base Discontinua Oroel
La Unidad de Servicios de Base Discontinua Oroel es, como su propio nombre indica, una unidad que da servicio, en este caso -y al contrario que una base entendida como recinto militar bajo un perímetro único- a distintos acuartelamientos y de apoyo al personal y a las instalaciones, en el sentido más amplio de expresión.
Su propósito, y por tanto la responsabilidad del coronel Luis Arias, pasa porque las diferentes unidades de Jaca (como la EMMOE o el Regimiento Galicia) «se despreocupen de todo lo que no sea su objetivo principal. Es decir, en el caso de la Escuela, como centro docente, que solo se preocupe por formar a sus alumnos. O en el del Regimiento, como unidad de la Fuerza, por prepararse para las misiones que se les encomiende dentro o fuera de España».
Cien militares están destinados en la actualidad en la USBAD Oroel
En la actualidad, en torno a cien hombres y mujeres están destinados en la USBAD Oroel. Son profesionales experimentados, la mayoría de ellos, que llegan a este destino tras haber servido en otras unidades.
Desde mantenimiento de infraestructuras, hasta gestión del alojamiento y alimentación, construcción de hangares, limpieza de viales de nieve, apoyo en ejercicios o maniobras o colaboración en eventos organizados por la sociedad civil… son cometidos que forman parte del día a día de la USBAD. Se puede encontrar a sus hombres y mujeres trabajando en Jaca, en Candanchú, en Cerler, en Batiellas o allí donde se les requiera. «Se trata -explica el coronel- de desembarazar a las unidades de toda esa carga correspondiente a la logística del acuartelamiento para que se puedan centrar en su objetivo principal». Cabe destacar, por su propia naturaleza, la estrecha relación de la USBAD con el territorio, a través tanto de la colaboración directa con empresas y gremios de la zona como de las acciones de cooperación con la sociedad civil que también se contemplan en su agenda.
Coronel Arias: «Mi vocación militar nació en Jaca»
«Aquí, en Jaca, es donde surgió mi vocación militar. Siempre lo digo. Después, ya como militar, Jaca estuvo siempre presente: además de venir con la Academia a la fase de nieve y otras formaciones, de teniente estuve destinado en Huesca. Hice el Curso de Montaña y la concentración para ir a Bosnia, hace ahora 30 años, también fue aquí. De capitán, tuve la suerte de poder mandar la Compañía de Transmisiones de la Brigada de Montaña justo recién trasladada de Huesca a aquí, a Jaca. También estuve de comandante, el último periodo, en el Cuartel General de la extinta Brigada de Montaña», señala el coronel Arias. De un modo u otro, la ciudad siempre estuvo ahí. Nunca perdió el vínculo con Jaca, por lo que su nombramiento como jefe de la USBAD es la mejor forma de cerrar el círculo.
La evolución de la vida en la ciudad, ya con perspectiva, en los últimos años, has sido significativa. Y así lo reconoce el coronel Arias: «Cuando yo era crío, Jaca contaba con una población militar enorme, con el servicio militar obligatorio y la mili de reemplazo. Ahora somos muchos menos, pero quizá mucho más integrados en la ciudad, porque la gente que vive aquí son ya profesionales, que forman aquí sus familias, y somos una parte más de la sociedad. La ciudad nos trata muy bien. Son muchos los militares que han pasado por aquí y se han quedado, o tienen una segunda residencia o mantienen el vínculo. Y eso dice mucho de Jaca. Como curiosidad, hay muchos militares que vienen destinados forzosos, que no conocen de nada la ciudad, y se acaban quedando», apunta el coronel. Jacetano, no de nacimiento -por circunstancias-, aunque, sin ninguna duda, de adopción.
«El trabajo que han hecho mis predecesores en la USBAD Oroel ha sido muy bueno»
«El trabajo que han hecho mis predecesores en la USBAD Oroel ha sido muy bueno. En concreto, el coronel Jáñez, mi antecesor, que antes de ser jefe de la USBAD también fue director de la EMMOE y conocía de primera mano las necesidades, ha impulsado mucho la unidad», asegura el coronel Arias.
Es por ello que las líneas de acción para los próximos años ya están marcadas: «El entorno en el que estamos es muy especial. Y eso nos diferencia de otras unidades parecidas. Por clima, por orografía, por exigencia, por dureza… Queremos que las instalaciones que ofrecemos aquí sean aprovechables por todo el que necesite instruirse en un escenario como este, especialmente en un momento estratégico como el que vive Europa en la actualidad. Queremos que este lugar siga siendo un referente para la instrucción. Por otro lado, no hay que olvidar que nosotros trabajamos para mejorar la calidad de vida del personal que se aloja aquí; es decir, facilitar el descanso del guerrero en un entorno per se extremadamente exigente: que cuando nuestros militares no estén pernoctando en un iglú, o instruyéndose en la montaña, aquí puedan tener las mejores condiciones posibles».
Una unidad muy singular
En este sentido, una de las singularidades de la USBAD Oroel es su ubicación, con localizaciones muy alejadas geográficamente, lo que supone una dificultad añadida en la coordinación de las actividades que realiza: «Además de discontinua, yo digo que la d también es de dispersa -bromea el coronel Arias-. Porque tengo un elemento a 30 kilómetros de aquí, como es Candanchú; pero también tengo otro refugio a 160 kilómetros en Cerler».
«Me ilusiona mucho que me hayan asignado la vacante de la USBAD Oroel. Para un militar, ser coronel y ponerse al frente de una unidad es una satisfacción muy grande. Es para lo que me he estado preparando toda la vida. Es el broche de oro a mi carrera. Y además tengo que decir que con la suerte de que es un sitio al que estoy muy vinculado, donde me siento como en casa, y donde el personal que tengo a mis órdenes también tiene algo de especial. Nos conocemos hace mucho tiempo. Algunos estuvimos juntos ya en la misma misión en Bosnia hace 30 años. Es un sitio muy pequeño donde los militares rotan entre las distintas unidades, y eso crea un sentimiento de pertenencia importante.
Los que llegan a la USBAD desde el Regimiento o la Escuela están muy motivados. Trabajan para sus compañeros y lo sienten como algo suyo. Trabajar en las Fuerzas Armadas es servir, pero servir para los que sirven es mucho más. Es un trabajo muy en la sombra que lo hacen con muchísima dedicación. Y desde ese punto de vista, para mí, mandar esta unidad, es un orgullo y una doble satisfacción por el equipo que me he encontrado», concluye el coronel.
Sobre el coronel Luis Manuel Arias Loste, jefe de la USBAD Oroel
El coronel Luis Manuel Arias Loste (Huesca, 21 de noviembre de 1969) está al frente de la USBAD Oroel desde hace unos meses, tomando el relevo al mando de esta unidad al coronel José Manuel Jáñez. Casado y padre de tres hijos, tras salir de la Academia General Militar (XLVIII Promoción) en 1993, su primer destino como teniente fue el Batallón de Ingenieros de la Brigada de Montaña en Huesca. Ya como capitán, y entre otros destinos, fue nombrado jefe de Transmisiones de la Brigada de Montaña (Jaca-Huesca) en 2000. Y, años más tarde, ya tras su ascenso a comandante de Transmisiones, asumiría el mando de la Sección de Telecomunicaciones (G-6) del Cuartel General de la Brigada de Montaña en Jaca (2005).
En 2013 ascendió a teniente coronel de Transmisiones. Tras unos años en distintos destinos dentro y fuera de España y compaginando su labor con la docencia, en 2023 asumió el mando de la Sección de Sistemas de Información y Telecomunicaciones (G-6) del Cuartel General de la División Castillejos. En mayo de 2025 se produjo su ascenso a coronel de Transmisiones.
El coronel Luis Arias ha estado desplegado en el extranjero en numerosas ocasiones a lo largo de su extensa trayectoria, en puestos de responsabilidad en misiones en Bosnia, Albania, Afganistán, Líbano, Kenia o Rumanía. Ello le ha supuesto numerosos reconocimientos y condecoraciones.
Está en posesión de la Placa, Encomienda y Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo. Cuenta con dos cruces al Mérito Militar con distintivo blanco y la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. Además, fue condecorado con las medallas NNUU Antigua Yugoslavia y Líbano; OTAN Antigua Yugoslavia, Kosovo e ISAF (Afganistán); PESD Unión Europea Operación Atalanta (Kenia), Operación Fingal (Afganistán) y reconocido con una mención honorífica.
Por Rebeca Ruiz
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