Desde hace unos días, varias placas muestran el lugar en el que se encontraban las puertas de entrada a la ciudad de Jaca cuando ésta era un recinto amurallado. Además, se ha colocado, a la entrada de la Calle Mayor, un panel informativo en el que se recoge la historia de la ciudad y su organización en el Medievo, cuando Jaca era un centro neurálgico en el ámbito económico y social por su ubicación estratégica en pleno corazón del Camino de Santiago.

La teniente de alcalde Olvido Moratinos y el historiador Valentín Mairal, esta tarde, en el Ayuntamiento de Jaca.

Las entradas a la ciudad en el Medievo

Distintas placas explicativas se han colocado, por parte del Ayuntamiento de Jaca, en el lugar histórico donde se encontraban las puertas de entrada a la ciudad, cuando Jaca contaba con la muralla que se construyó en la época medieval y que se derribó en 1915. El historiador Valentín Mairal ha sido el encargado de dirigir la actuación, que era presentada este lunes en el Salón de Ciento ante numeroso público.

El público ha seguido atentamente la explicación de Mairal.

La construcción de la muralla medieval de Jaca se sitúa, según los expertos, al final del siglo XI, y se cree que terminó de cerrarse a mitad del siglo XII. Tradicionalmente, se conocieron seis puertas de acceso a la ciudad: las más importantes fueron la de San Ginés o de las Monjas, las de los Baños o Primer Viernes de Mayo, la de Los Molinos o San Francisco y la de San Pedro o de Francia (siglos XI-XII). La de San Jaime o los Estudios y la Puerta Nueva se añadieron después (siglos XIII y XIV). Las últimas fueron la del Castillo o Santa Orosia, a principios del XVII, y en 1891, la de Felipe III. Ahora, todos esos lugares están señalizados con sus correspondientes placas, y perfectamente localizados en un plano de la ciudad que se ha colocado en la entrada de la Calle Mayor, en el citado panel informativo.

En la actualidad, el único vestigio que queda de la muralla de Jaca son los muros que se conservan en la entrada de la Calle Mayor por la Avenida Oroel, aunque en su momento ocupó, además, lo que hoy son las avenidas del Primer Viernes de Mayo y la Jacetania.