por Juan José Mairal
Parece que nuestra vida o más bien la vida de muchos de nuestros jóvenes, adolescentes y gente madura de hoy en día gira en torno a un pequeño aparatito tecnológico, el ansiado y codiciado Iphone (versión cual sea) o Smartphone del siglo XXI. Decir Iphone es decir “Dios” tecnológico, herramienta indispensable en la vida diaria que te libra de todo mal y te hace todo bien. Es el modelo a seguir, el ejemplo tecnológico y objeto de deseo que todo el mundo aspira a tener. Algo así como ese oscuro objeto de deseo que al poseerlo hace a uno completamente feliz.
La pantallita de este buscado tesoro de la tecnología hipnotiza a millones de usuarios o personas tras una brutal, diaria y expectante campaña publicitaria que llega a todos los rincones del mundo avanzado o no, hipoteca el bolsillo de muchos durante un tiempo hasta su amortización y limita las capacidades y el sentido común de los usuarios, digo yo.
Con un Iphone llamas, estas en contacto con la gente, te comunicas con todo el mudo, presumes de tener un Iphone, envías mensajes, whatsapeas, envías emoticonos, imágenes, vídeos, sabes del tiempo que va a haber, hablas y ves con quién hablas, modificas fotos, pones la alarma para cualquier cosa o para despertarte, usas su calendario y agenda, calculas cuando flojeas o no sabes multiplicar o dividir, pones el gps y te guía o te localiza, navegas y buscas las noticias del día, juegas al juego de moda, pones al día tu facebook y twitteas por doquier y con cualquiera, controlas tus pasos, tus calorías y hasta tus relaciones amorosas, descargas aplicaciones que te van y que no y que muchas veces ni se usan ni se aplican, puedes ver pelis o montarlas. incluso, puedes llevar tu propia biblioteca de libros en una mano, tu videoteca favorita en una carpeta y tu vida laboral, sanitaria y personal en más carpetas…y mil cosas más.
El Iphone se ha convertido en objeto de deseo de muchos, en el tesoro o el confidente imprescindible para millones de personas que ven en este aparatito diminuto el acompañante, confesor, y amigo indispensable, nunca contradictorio, e íntimo que cualquiera quiere tener.
Pon un Iphone en tu vida, te la cambiará, te la mejorará, te la… Cuestión de valores.
