Oroel Coworking cumple un año, y no lo puede celebrar de mejor forma. El centro de trabajo abría sus puertas en marzo de 2019 en la Calle Mayor de Jaca, como una apuesta pionera para cubrir un servicio que, ni en el ámbito público ni en el privado, existía en la ciudad. Oroel Coworking nació como una apuesta decidida por el empleo y la dinamización económica, y hoy son ya ocho empresas, de muy distintos ámbitos, las que convierten a diario las instalaciones en su escenario laboral.

Cristina López y Manuel Solans (Jacetana de Inversiones), impulsores del proyecto, se muestran satisfechos con la evolución del proyecto: “Está funcionando muy bien -apunta López-; hay muy buen ambiente de trabajo y las ventajas que tienen las personas que trabajan con nosotros comienzan a conocerse. En estos momentos, tenemos ocupados nueve de los diez puestos de trabajo de los que disponemos actualmente”.

La diversidad de sectores económicos que confluyen en el centro es otra de las facetas positivas del coworking, ya que no sólo aporta beneficios en términos comerciales, sino que, por su propia definición, se convierte en punto de encuentro y en vía para encauzar sinergias entre empresas que, de otro modo, sería muy difícil que coincidieran.

Oroel Coworking: La ventaja de una oficina en el centro de Jaca y con todos los servicios

Javier Valerio (Reformas Valerio) entró en Oroel Coworking en mayo de 2019. Su empresa se enmarca la construcción, en un momento en el que comienza vislumbrarse cierta recuperación del sector. “Es muy cómodo tener una oficina en el centro de Jaca, bien equipada, con una mesa de trabajo y todo muy limpio. Y con buenos compañeros”. Precisamente, una de las ventajas es que el centro se encuentra en pleno corazón de la ciudad. Alquilar un local en esta zona no resulta demasiado fácil para las empresas, que ven como se dispara el coste en infraestructura básica. Un problema que queda resuelto con Oroel Coworking.

Will Bates (350.org) buscaba “un espacio fuera de casa”, que al mismo tiempo fuera “más cómodo y más social”. Llegó a Oroel Coworking al principio, con su ONG, dedicada a la lucha contra el cambio climático, un sector que, en estos momentos, cada vez cuenta con más adeptos gracias a que la sensibilización con el medio ambiente cada vez es mayor. “Actualmente hay mucho movimiento, sobre todo entre los más jóvenes, con quienes colaboramos en las acciones por el clima”, explica.

Coworking vs Oferta limitada de oficinas en Jaca

También hace un año se incorporó al centro Beatriz Fábregas (Pirinea Desarrollo Rural, SL), en el sector de Ingeniería y Medio Ambiente. “La empresa para la que trabajo se ubica en Huesca, pero puedo realizar mis tareas a distancia. Podría trabajar desde casa, pero me organizo mejor teniendo un espacio para el trabajo separado de mi hogar”, señala. “Aquí tengo un espacio cómodo con todas mis necesidades cubiertas, puedo contactar con otros profesionales, de mi sector o de otro, y resulta más económico que alquilar un despacho. Además, tampoco existe mucha oferta en Jaca y, si hay, suele consistir en oficinas demasiado grandes para lo que necesito”, apunta.

Fábregas considera que el centro es “un espacio muy útil tanto para profesionales que están empezando con su negocio como para aquellos que necesitamos un espacio sólo por unas horas de tiempo y no te compensa alquilar tu propio despacho. Además, hay que tener en cuenta que la oferta de despachos para profesionales no es muy amplia”.

Espacios para una emprendedores y profesionales liberales en el siglo XXI

El arquitecto técnico Fernando de Marcos se acaba de unir a Oroel Coworking. “Desde que comencé a ejercer la profesión de forma liberal, en 2009, disponía de un despacho profesional en mi domicilio; pero recientemente he sido padre y ha sido necesario separar el trabajo de la familia”. De Marcos tiene claras las ventajas de este sistema de trabajo: “Disponer de una bonita oficina a un precio razonable en el centro de Jaca, con flexibilidad de horario y buen ambiente de trabajo”.

En estos momentos, “la construcción en Jaca sigue el mismo ciclo que la construcción en el resto de España, quizás con un decalaje de un año al tener su mercado principal en la segunda residencia”, explica el arquitecto, desde su dilatada experiencia. “Durante los últimos cinco años el sector ha ido recuperándose de la crisis que se inició en 2008, pero hemos entrado en un ciclo de estancamiento debido a las incertidumbres existentes. En los últimos años, muchas de las compraventas de viviendas y reformas tenían un fin inversor, y con los cambios regulatorios que se avecinan, mucha gente está desplazando sus inversiones a otros sectores”.

Espacios de trabajo para una ciudad moderna

En la radiografía de su ámbito laboral, también destaca “la falta de mano de obra, tanto a nivel local como nacional, que están sufriendo las empresas constructoras y que es muy difícil de solucionar, ya que durante la crisis iniciada en 2008 muchos profesionales cambiaron de sector y no se está incorporando gente joven, por lo que no se suplen las jubilaciones y, lo que resulta más preocupante, el saber de los encargados de obra más experimentados no se está transmitiendo a las nuevas generaciones de albañiles”.

En este contexto, De Marcos considera que “es esencial que una ciudad del siglo XXI tenga espacios en los que los emprendedores y profesionales liberales tengan un lugar de trabajo donde desarrollarse, crecer y a futuro; crear sinergias con el resto de integrantes del espacio, sin la necesidad de incurrir en enormes gastos fijos, como pueden ser la compra o alquiler de un local y su reforma. Además, es un polo de atracción de profesionales de alta cualificación, algo necesario si queremos diversificar la economía de Jaca que está basada en el turismo y el funcionariado”, señala.

Nuevas relaciones personales y laborales y un buen ambiente de trabajo

Santiago Lamora (Ribaguifi) forma parte de la familia de Oroel Coworking desde sus inicios. Su empresa de IT (Information Technology), un sector en crecimiento que fundamentalmente se desarrolla en grandes ciudades –como Barcelona o Madrid- le requería un espacio de trabajo donde pudieran surgir sinergias y colaboraciones, y lo encontró aquí. “Economizar costes, crear nuevas relaciones personales y un buen ambiente de trabajo” son las ventajas que, a su parecer, tiene esta fórmula.

Lamora opina que los centros de trabajo compartido “favorecen el emprendimiento y la existencia de pequeñas empresas, a la vez que propician la creación de un tejido social entre profesionales”, por lo que su función es fundamental para el desarrollo de una ciudad.

Por otra parte, es partidario de dar un paso más: “En otros coworkings promovidos desde el ámbito público, se incluye una vertiente que compromete a dedicar unas horas a compartir conocimientos con las otras coworkers”.

El estímulo de trabajar con personas con formas de pensar similares

La psicóloga e instructora de disciplinas centradas en la salud de cuerpo y mente Cristina Aramburo (Yoga con Cris) se incorporó al proyecto en noviembre de 2019.

“Parte de mi trabajo requiere muchas horas de ordenador y oficina. Tras haber trabajado desde casa durante dos años vi que era necesario encontrar un espacio alternativo donde poder separar trabajo y descanso. Tener un espacio que te aporte libertad de horario, comodidad y estar rodeada de otras personas con formas de pensar y trabajar similares es estimulante”, explica Aramburo. Para ella, la principal ventaja está en “la posibilidad de trabajar en un espacio cómodo y flexible con los horarios. Es como estar en casa, pero separando esos espacios de modo que el trabajo se hace mucho más eficiente, ya que trabajar desde casa puede significar no dejar de trabajar hasta altas horas de la noche, sin espacio de desconexión”.

Además, la psicóloga valora en gran medida “el hecho de estar rodeado de diferentes personas con necesidades parecidas y formas de entender el trabajo y la vida”. Aramburo tiene claro que “estar rodeado además de profesionales de diferentes campos puede ayudar y repercutir positivamente en el propio trabajo”.

En su caso, la parte presencial de su sector lleva mucho tiempo creciendo. “La parte online llega a España poco a poco y a día de hoy soy de las pocas personas que cuenta con un servicio así, hecho sin ayuda de grandes empresas o compañías con mayores recursos. La forma online permite que gente de todo el mundo se una en la práctica, aprendiendo a hacerla a su ritmo, con mi apoyo y guía si es necesaria, allá donde estén. Aprenden a practicar a cualquier hora del día, en cualquier lugar en el que se encuentren, escogiendo lo que mejor se ajusta a sus necesidades en el momento, ya que la plataforma online cuenta con más de 150 clases de diferentes niveles y estilos”, explica Aramburo.

Al igual que sus compañeros, cree que Oroel Coworking “cubre una necesidad para todas las personas que emprendemos ideas y trabajos, aportando mayor flexibilidad”.

Rutinas más saludables

David Sandel (Low Gravity Solutions) también llegó al centro hace unos meses. Se dedica al sector del Marketing Online y Diseño e Integración Web. “Trabajar desde casa puede ser agotador haciendo que las rutinas de descanso y ocio se vean comprometidas”, señala. En su caso, “al trabajar con clientes en Europa y en Estados Unidos, los horarios pueden alargarse. Tener un espacio en un coworking me permite separar y crear rutinas más saludables”.

Trabajar en un espacio compartido le aporta muchos beneficios: “Hay más posibilidad de interacción con otros profesionales; mayor intercambio social, ya que mi trabajo requiere estar online constantemente. Es más fácil concentrarse y sacar más trabajo adelante”.

En estos momentos, su actividad está en continuo crecimiento, “ya que cada vez más y más negocios buscan atraer a sus clientes a sus páginas web. Tanto si vendemos algo físico como si ofrecemos cursos, formaciones o servicios, es necesario que haya empresas de marketing online que entiendan las dificultades y soluciones posibles para que cada negocio encuentre la forma de crecer y llegar a más gente”, explica. Sandel no tiene dudas a la hora de definir la función de Oroel Coworking: “Creo que es muy importante apoyar a los autónomos o trabajadores independientes de un espacio diferente de sus casas donde poder trabajar. Como cada vez hay más emprendedores que trabajan de manera online, invertir en un espacio de coworking es una buena idea”.

Flexibilidad y encuentros con otros profesionales

Makalu Arquitectura completa el catálogo de empresas que, actualmente, acoge Oroel Coworking. Fernando Serrano llegó al centro hace casi un año, y explica por qué optó por esta fórmula: “Para nosotros es muy interesante, desarrollamos nuestra actividad -arquitectura y administración de fincas- en la Jacetania, Huesca y Zaragoza; necesitamos flexibilidad, y este concepto se adapta perfectamente a las características de nuestra actividad profesional.

“El sector de la construcción e inmobiliario es siempre un reflejo de la situación económica del país, podríamos decir que hay un ligero crecimiento en nuestro sector”, señala Serrano, a lo que añade que “en Makalu Arquitectura aplicamos nuestra experiencia en edificación para enfocar la administración de fincas con una perspectiva técnica y de conservación, aportamos un plus respecto a otros despachos”. Por ello, disponer de “unas buenas instalaciones para trabajar, una buena ubicación y poder generar sinergias con otros profesionales y empresas de la zona” forman parte de las ventajas de trabajar en coworking. Algo “muy positivo” para una ciudad -apunta-, ya que “favorece la implantación de nuevos profesionales y líneas de negocio”.

Un auténtico centro de negocios en el corazón de Jaca

Oroel Coworking se ha convertido en un auténtico centro de negocios en el corazón de Jaca. En apenas 12 meses, se ha consolidado como agente dinamizador de la economía local, convirtiéndose en un importante recurso para emprendedores y profesionales liberales.

Por Rebeca Ruiz

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