Jaca rinde homenaje a los ediles y empleados municipales fusilados por defender la República

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Los descendientes de los homenajeados depositan rosas rojas ante la placa. (FOTO: Rebeca Ruiz)

por Rebeca Ruiz

El Ayuntamiento de Jaca descubría este domingo una placa para recordar la memoria de los ediles y trabajadores municipales asesinados tras producirse el levantamiento militar en contra de la República, en un acto que contaba con la presencia del presidente de Aragón, Javier Lambán, junto al alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón; concejales del PSOE, Chunta Aragonesista y Cambiar Jaca, y representantes de los círculos republicanos de Jaca, el Alto Gállego y otros lugares, la Asociación para la Recuperación e Investigación contra el Olvido, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón, el Círculo Republicano Manolín Abad de Huesca, la Fundación Bernardo Aladrén, la Asociación de Memoria Histórica de Tarazona y la entidad francesa Tierras de Memoria y Lucha de Olorón, entre otros. El hall del Ayuntamiento de Jaca se quedaba pequeño para acoger el acto, en el que también participaban descendientes de los homenajeados. En su nombre, una de ellas, Inés López, agradecía el gesto del Ayuntamiento jaqués hacia estas familias.

La placa colocada en la entrada del Ayuntamiento por la calle Ramón y Cajal (lo que es el nuevo acceso para personas discapacitadas y será en el futuro la sala de espera para la ventanilla única) tiene como objeto “reconocer públicamente y restaurar la memoria del primer alcalde republicano, Julio Turrau Calvo, como de los concejales Antonio Pano, Alfonso Iguácel, Antonio Pueyo Gil, Mauricio Mansilla, Ignacio Bueno Ferrer, Alfonso Rodríguez y Fernando Oliván Taberner, además de los empleados municipales Benito Bescós Rabal, Antonio Salinas Pérez y Mariano Sánchez Oliván, que fueron asesinados sin juicio previo, solamente por defender el orden constitucional, la libertad y la justicia social”.

Además, la placa busca “reconocer y restaurar la memoria del alcalde constitucional Julián Mur Villacampa, que falleció en el frente de Gavín, y cuyo cuerpo fue transportado a Jaca y arrojado en la puerta de este Ayuntamiento para ser ultrajado y vilipendiado, solamente por el hecho de haber sido alcalde de esta ciudad”.

José Domínguez, en representación  del  Círculo Republicano, intervenía señalando que “con este acto, el Ayuntamiento de Jaca recupera la dignidad perdida”. Domínguez  ha recordado los hechos que acontecieron a partir de julio de 1936, donde fueron asesinados empleados municipales y concejales del Ayuntamiento de Jaca, y donde se dejó el cadáver de Julián Mur en la calle durante horas sin que nadie fuera capaz ni de retirarlo. Momento “en el que el Ayuntamiento de Jaca perdió la dignidad”, ha dicho, Domínguez, que no había sido recuperada hasta ahora, 81 años después.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, calificaba el acto de «restitución de la dignidad» y «de justicia», para no olvidar la Historia y construir memoria «porque el recuerdo es el mejor antídoto para evitar la repetición de las tragedias del pasado». El Gobierno de Aragón ha remitido ya a las Cortes un Proyecto de Ley de Memoria Democrática, «una ley aposentada en los principios de la verdad, de la reparación y de la justicia que trata de considerar el derecho a la memoria; y a reparar la injusticia que se cometió sobre los hombres y mujeres a los que no sólo se asesinó sino que, además, se trató de erradicar de la memoria de la sociedad».

Así, la nueva ley contempla que el Gobierno de Aragón trabaje en la elaboración de un mapa de Lugares de la Memoria, con el objetivo de honrar a las víctimas -entre los que se encuentra Jaca-. En este sentido, el presidente anunciaba la fecha del 3 de marzo para conmemorar el Primer Día de la Memoria Democrática de Aragón. Este día recuerda el bombardeo masivo de Alcañiz por la aviación italiana, algo que produjo más muertes que en Guernica, y que simboliza el sufrimiento que la población civil en los conflictos armados y las políticas de violencia de los regímenes totalitarios. Asimismo, a finales de ese mismo mes de marzo se cumplirán también 80 años de otra batalla: la Batalla de Caspe, en la que tuvieron un papel destacado los brigadistas internacionales y, para honrar su memoria, se descubrirá un monumento en Caspe que recuerde su valor por defender la democracia en tierras extrañas a las generaciones futuras.

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Javier Lambán, junto al alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, poco antes de empezar el acto. (FOTO: Rebeca Ruiz)

La Ley de Memoria Democrática, en plena tramitación parlamentaria, combina la actuación directa de la Administración, pero también pretende «dejar hacer» a las entidades memorialistas, como el Círculo Republicano Galán y García de Jaca. En este punto, Lambán recordaba que el Gobierno de Aragón ha llevado a cabo la declaración de las tumbas de Galán y García Hernández en Huesca como Bien de Interés Cultural para su protección. En Jaca, se ha referido a los represaliados como “hombres y mujeres comprometidos con la República y con sus valores, con el orden constitucional, que entendieron que la conquista y salvaguarda de las libertades políticas y sociales que germinaban en la Segunda República eran la clave de unas nuevas y prometedoras relaciones sociales más libres, más justas, más igualitarias”.

Por su parte, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, recordaba que «la colocación de la placa está acordada por unanimidad de los seis grupos políticos que forman la Corporación en el Ayuntamiento, en memoria de los alcaldes, concejales y funcionarios muncipales asesinados tras el golpe de Estado». Ramón aludía a anteriores actos de reparación de memoria democrática, que siempre han contado con el acuerdo de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, como acordar la denominación de una calle con el nombre de Capitanes Galán y García Hernández o la colocación del Monumento a la Memoria de todos los represaliados tras la caída de la República en el cementerio jaqués. «Es algo de lo que debemos felicitarnos todos, porque  eso significa que hay un cultura democrática que permite, más allá de la ideología política, reconocer que aquellos que fueron asesinados por el mero hecho de pensar diferente son personas dignas de ser recordadas, no olvidadas, como ha ocurrido durante mucho tiempo en nuestra sociedad, donde ha habido la tentación de olvidar a aquellos que no tuvieron otra culpa que ser demócratas».

La colocación de la placa «tiene que ser un acto para, sin ningún tipo de rencor, pero también, sin paños calientes, ser capaces de explicar  a los más jóvenes lo que ocurrió simplemente para que no vuelva  a haber tentaciones totalitaristas que quieran erradicar a aquellos que piensen diferente». Así, de la mano del Gobierno de Aragón, el alcalde de Jaca ha anunciado que espera que pueda crearse el Banco de ADN de la Memoria, para poder cerrar muchas heridas abiertas y que, cuando se excave alguna fosa, los descendientes tengan algo con qué comparar los restos y poder así, ayudar a la identificación. «En el caso del cementerio de Jaca, aunque tenemos la suerte de que el enterrador escribía bastante bien» y registraba los cuerpos que llegaban a este lugar, «seguimos teniendo dudas de dónde están algunos, quién está en cada sitio,… y hay familias que reivindican saber exactamente dónde están sus antecesores, por lo que vamos a seguir en esta línea de la mano del Gobierno de Aragón».

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Josechu Domínguez, durante su intervención. (FOTO: Rebeca Ruiz)

Para Josechu Domínguez, del Círculo Republicano de Jaca, el acto «da voz», a estas personas, aunque «no les puede hacer justicia». Domínguez ha repasado los hechos tras el golpe, cuando 6 de los 13 concejales que formaban el Ayuntamiento jaqués fueron asesinados durante las primeras semanas tras la llegada de los sublevados a Jaca. «El terror duró muchos años», recordaba Domínguez, añadiendo que «exterminaron a todos los republicanos que se encontraban» en los meses posteriores. «Los que homenajeamos aquí son sólo 12 de los 407 que fueron asesinados en Jaca y su comarca», señalaba, mostrando, visiblemente emocionado, un documento histórico recuperado de la oficina de Falange de Jaca, donde se da fe de fusilamientos alegando cuestiones como «deficiente conducta personal, mal conceptuados socialmente, políticamente de ideología izquierdista (…)» y que «probablemente colaboraron con la logia socialista, muy significada y propagandística». «Éstas eran las causas por las que se mandaba asesinar a nuestros padres, a nuestros abuelos y a nuestros maridos», lamentaba Domínguez -su progenitor fue una de las víctimas de estos hechos-.

Sin embargo, Domínguez explicaba que «este escenario que ocurrió aquí también ocurrió en el lado contrario, en la zona que conservaron legalmente los republicanos, donde también se asesinó, y los crímenes que ocurrieron allí son tan execrables como éstos». «Lo sentimos y nos unimos también a estas personas, porque también allí murió una persona, también hubo una ausencia y hubo un crimen», recordaba.

Una vez finalizadas las intervenciones, se procedía al descubrimiento de la placa, ante la que los descendientes de los represaliados dejaban una rosa roja en señal de homenaje, que concluía con un «¡Viva la República!»

Más información: https://jacetaniaexpress.com/2017/03/23/una-placa-en-el-ayuntamiento-de-jaca-recordara-a-los-republicanos-represaliados/

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Emotivo homenaje en el Ayuntamiento de Jaca, en presencia de Javier Lambán y de los descendientes de los represaliados….

Posted by Jacetania Express on Sunday, September 17, 2017