Desprendimientos de tierra y piedras que se producían la pasada noche han obligado a cortar la carretera entre Ulle y Barós. Hasta allí se desplazaba el Servicio de Emergencias de Jaca, que ha participado en las tareas para poder reabrir la vía a la circulación.

Al parecer, las intensas lluvias caídas desde ayer han provocado desplazamientos de tierra que han terminado por arrastrar toneladas de materiales a la vía. La carretera ha permanecido cortada al tráfico durante unas horas, desde primera hora de la mañana. Fuentes de la Diputación Provincial de Huesca, que es la titular de la vía, confirmaban que de manera inmediata se trabajaba para solucionar el problema.

La normalidad se recuperaba sobre las 13.30 horas, informan fuentes del Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Jaca, después de que una máquina retirara la tierra, las piedras y el barro que habían caído a la calzada, y de que el citado servicio se encargara de limpiar la zona.

DESPRENDIMIENTOS. Carretera Ulle-Barós. (FOTO: Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Jaca)

Problemas de desprendimientos en otras zonas

También se han registrado problemas con desprendimientos en otras zonas. En la carretera de La Garcipollera, asimismo, se han registrado afecciones. Y en la A-136, en las proximidades de Biescas, hay tráfico alternativo por otro corrimiento de tierras que ha inhabilitado un carril en sentido decreciente. En concreto, se trata del punto kilométrico 2,7, donde ya se esta trabajando para restablecer la normalidad lo antes posible.

Afortunadamente, en todos los casos, no ha habido que lamentar daños personales ni de otro tipo. Los desprendimientos sólo han afectado a la circulación.

Los deslizamientos como consecuencia del agua caída durante las últimas horas y el agua acumulada en la laderas han provocado que barro y piedras hayan terminado en mitad de la calzada en otros puntos de la red viaria de la Jacetania y el Alto Gállego, por lo que es necesario extremar las precauciones si se circula por estas zonas, principalmente en el caso de carreteras secundarias o caminos vecinales.

Por Rebeca Ruiz