Canfranc acerca al público estas navidades los experimentos del Laboratorio Subterráneo

Estas navidades, Canfranc invita a descubrir la relevancia del Museo del Laboratorio Subterráneo y la importantísima labor científica que se desarrolla en sus instalaciones. Lo hará a través de un horario especial de apertura al público, los viernes y los sábados del periodo festivo (27 y 28 de diciembre y 4 y 5 de enero, a las 17.00 horas. La previsión es que este horario se amplíe durante la temporada alta, con posibilidad de visitar el LSC de miércoles a domingo.

La visita que propone el Ayuntamiento de Canfranc, a través de su Oficina de Turismo, incluye también la maqueta de tren que está instalada en las Escuelas, donde se da a conocer el proyecto de la Explanada de la Estación Internacional. El precio de la actividad es de 3 euros por persona, y su duración, en torno a una hora y media, explica la responsable de la Oficina de Turismo, Marisa Bona.

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc se ubica en la sala museo de la Casa de los Abetos

El Laboratorio Subterráneo de Canfranc se ubica en la sala museo de la Casa de los Abetos, en  el primer edificio que se construye a principios del siglo XX para los expertos que se trasladan a la localidad para realizar los primeros estudios forestales que tienen como objeto evitar los aludes sobre la zona de la estación. En el año 2015, el edificio pasa a formar parte del Consorcio para el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, y, tras su rehabilitación, se utiliza para actividades de divulgación y espacio de reuniones científicas.

En la sala se muestran algunos de los instrumentos utilizados en los experimentos del LSC, técnicas demostrativas de detección de partículas y ondas sísmicas y paneles informativos sobre la historia y las actividades del laboratorio. Entre las piezas en exposición se encuentra un tubo fotomultiplicador, una cámara de niebla o una cámara de campo.

La historia del Laboratorio Subterráneo de Canfranc

El laboratorio, tal y como se conoce actualmente, comienza su andadura en el 2010. Sin embargo, la historia científica en el túnel se remonta a 1986, cuando científicos pioneros de la Universidad de zaragoza (Ángel y Julio Morales, José Angel Villar y Rafael Núñez Lagos) inician las primeras medidas de fondo radioactivo en el interior del túnel ferroviario de Somport.

“Es en esos primeros años donde demuestran las fantásticas propiedades de utilizar los espacios existentes dentro del túnel y construyen los primeros experimentos con colaboración internacional”, recuerdan los responsables del nuevo museo. Entre los estudios que se desarrollaron en el primer momento, hay que destacar el IGEX, que fue un experimento (con colaboradores americanos, rusos y españoles) que utilizó cristales de germanio para explorar una desintegración especial de este elemento. En los años 90, fue el experimento colíder mundial en este tipo de búsquedas. “Aquel experimento, junto a otras actividades, permitió la existencia del laboratorio tal cual la conocemos hoy”, añaden las mismas fuentes.

Los 800 metros de roca que están por encima del laboratorio subterráneo filtran los muones que se producen en la atmosfera por la llegada de rayos cósmicos. Los muones son una partícula de la familia del electrón, pero 200 veces más pesados. Son difíciles de detener e iluminan con su paso los detectores ultrasensibles alojados en el laboratorio. Reducir su número permite observar, durante más tiempo, los fenómenos que se están explorando.

Los neutrinos y la materia oscura

El laboratorio se dedica especialmente a dos tipos de búsquedas de fenómenos naturales aún no descubiertos: la desintegración doble beta de los neutrinos y las propiedades de la materia oscura.

Los átomos están formados por electrones, neutrones y protones. Muchas configuraciones de los núcleos de los átomos no son estables y, en su desintegración, producen nuevas partículas con la energía sobrante; entre ellas, el neutrino. Por ejemplo, los neutrinos se producen en las reacciones nucleares dentro del sol y otras estrellas, en los reactores nucleares, en los choques de los rayos cósmicos con la atmosfera, en los aceleradores de partículas o, en general, en múltiples desintegraciones naturales. El experimento NEXT, que se desarrolla actualmente en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, trata de descubrir una nueva propiedad del neutrino.

Además de NEXT, otra de las tecnologías que se desarrolla en el LSC, CROSS, utiliza cristales a muy bajas temperaturas (8 mili Kelvin) con capacidad de medir pequeñas variaciones del calor producido por el paso de partículas. Esta tecnología ha sido seleccionada como la segunda tecnología europea para un futuro detector de gran tamaño denominado CUPID. Otra de las grandes áreas de investigación del LSC es la búsqueda de materia oscura.

El laboratorio tiene varios servicios imprescindibles para el desarrollo de estos experimentos. En particular, es esencial caracterizar las impurezas en los materiales utilizados y proteger los experimentos con blindajes de plomo, cobre y polietileno. Además, el laboratorio realiza investigaciones en otras áreas, como, por ejemplo, la actividad sísmica.

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